Tres Veces Tres

Efectivamente, tres son las series de television que vengo siguiendo últimamente con interés. Y, curiosamente, todas acaban de estrenar su tercera temporada allí en los USA. Gracias a los milagros de Internet estoy pudiendo seguirlas desde el otro lado del Atlántico, con apenas un día de retraso. Porque, de esas tres series, aquí en España acaban de empezar a dar (o están a punto de hacerlo) la segunda temporada de dos de ellas, y de la tercera serie no hay ni amago de estrenarla. Lo dicho, gracias doy a los milagros de la red.

- House: esa gran serie sobre un irreverente doctor de aires sherlockholmesianos que se dedica a diagnosticar los casos más raros de su hospital con la ayuda de sus tres, errmm... pues eso, ayudantes. Peca un poco de cierto CSIsmo, por eso de que en cada capítulo lo más importante es el caso de la semana. Pero, a diferencia de la criminológica serie citada, en House los diálogos son buenos (excelentes, la mayor parte de las veces) y los personajes creíbles y muy interesantes. Lo malo es que cada temporada es igual que la anterior. Quiero decir, a los personajes les pasan cosas, sí, pero las aguas siempre acaban volviendo a su cauce. Si un personaje es despedido, no dudes que volverá. Si aparece un nuevo amor en la vida de House, no dudes que desaparecerá. Si le pegan un tiro a alguien importante, no dudes que se recuperará... Espero que haya suerte y en la trama de la serie de esta temporada, las decisiones o actuaciones realmente sí tengan consecuencias. Qué mal nos acostumbró Buffy...

- Lost: a estas alturas seguro que todo el mundo ha oído al menos hablar de esa serie sobre unos supervivientes de un accidente de aviación que acaban en una isla desierta que ni mucho menos está tan desierta como parecía. Su primera temporada no me convenció nada. Demasiados misterios, muy pocas respuestas. Pongamos que los personajes descubrían una extraña puerta en medio de la isla. Perfecto. Pues en lugar de abrirla para ver por qué demonios hay allí una, y, sobre todo, para ver si así pueden salir de allí, se pasarían como media temporada ignorándola, haciendo como que no existe. Tanto el espectador como los personajes tenían demasiadas preguntas que resolver, pero cuando éstos se veían en la posición de obtener respuestas, ni lo intentaban. Era desesperante. Por suerte la segunda temporada mejoró muchísimo, nivelando además la cantidad de misterios sin resolver con la de respuestas, y esta tercera parece que va por el mismo camino. Solo espero que no acabe cruzando esa línea tan estrecha que hay entre las tramas sorprendentes y la locura esquizofrénica. Eso que en América se conoce como jumping the shark.

- Veronica Mars: también acaba de estrenar terecera temporada esta serie sobre una brillante joven que se dedica a ayudar a su padre (Keith Mars, P.I.) a resolver el delito de la semana, amén de la trama general. Nombrada la "nueva Buffy", no termina de llegar a la altura que esta serie tenía, en mi opinión. No sé si será porque los personajes, a pesar de ser muy interesantes, no llegan a despertar ese sentimiento de familiaridad que sí conseguían Xander, Buffy, Willow u Oz. Tampoco estoy seguro de que sea porque la serie está tan centrada en la trama principal que ninguno de los episodios de anteriores temporadas soporta una visión en solitario (los famosos stand-alone). El caso es que, pese a todo, la serie mola, y mucho. Cuando no aparece Logan Echolls en pantalla, claro.

Otras grandes series que acaban de estrenar tercera temporada son Battlestar Galactica 2003 y Grey's Anatomy, aunque no las incluyo en el paquete porque, la verdad, o aún no he terminado de ver la primera temporada (en el primer caso), o no me he terminado de enganchar del todo (en el segundo). Sí, son buenos tiempos para la televisión, pero sigue sin estar Buffy...