Me gusta leer y ver la tele

Sunday, June 30, 2013

Espacio negativo

Aquí tenéis una colección de animales dibujados por George Bokhua que me ha parecido de lo más interesante. Me encanta cómo el artista usa el espacio negativo y las formas redondeadas y sencillas para crear sus ilustraciones, que le quedan de lo más resultonas. Enjoy!

Friday, June 28, 2013

Dae digital

Aquí tenéis un dibujo que, aunque no sea precisamente resultón, es muy especial ya que es el primer dibujo de la historia que he dibujado y coloreado completamente por ordenador en mi nuevo y flamante Cintiq 22HD con que mi querida esposa me sorprendió el otro día. Para los que no conozcáis el cacharro, el Cintiq es una de las tablas de dibujo digital de Wacom, compañía conocida por este tipo de productos. Además, como mi querida esposa es tan detallista como concienzuda, me regaló dos programas para usar con el Cintiq: Anime Studio 9 y Sketchbook Pro 6.

Anime Studio 9 es un programa de animación que necesito aprender a usar para poder hacer animaciones fantásticas (dadme tiempo y veréis), y Sketchbook Pro 6 es un programa de dibujo de Autodesk, y es con éste con el que he hecho el dibujillo de nuestra amiga Dae que acompaña esta entrada.

Como nunca había dibujado nada directamente en el ordenador, y como tampoco sé casi utilizar Sketchbook Pro 6 todavía, decidí hacer algo facilito para no frustrarme demasiado, lo que explica la simpleza del dibujo. Como tampoco sabía muy bien cómo acometer la tarea, lo que hice fue un encaje preliminar en una capa, una segunda capa con los colores, y una tercera capa superpuesta con las líneas finales del dibujo. En total, el dibujo me llevó casi una hora y media ya que tuve que aprender a usar las distintas herramientas sobre la marcha, pero me lo pasé en grande dibujando con el Cintiq, y estoy seguro de que esto es el principio de una larga y fructífera amistad. Además, casi parece que hubiera hecho el dibujo en papel, lo que no deja de resultarme fascinante. En fin: espero que os guste!

Wednesday, June 26, 2013

El druida acosado

Siguiendo la recomendación de nuestro querido Finn decidí embarcarme en esta nueva saga y leer Acosado, la primera novela de las Crónicas del Druida de hierro escrita por Kevin Hearne y protagonizada por Atticus O'Sullivan, un druida de más de 2000 años de edad y su elenco de secundarios. A priori, la idea promete, el autor escribe de forma entretenida y los personajes, o más bien los esbozos que hace de ellos, molan. (El mejor, el perro.) La idea de una manada de hombres lobo abogados mola también, aunque molan más los Alpha de Las crónicas de Dresden. Y la idea de un vampiro abogado (un vampiro al cuadrado, vamos) con el que el protagonista practica esgrima mola también, aunque mola más Thomas de Las crónicas de Dresden. 

Por lo demás, el libro es bastante inconsistente: nuestro protagonista se acuesta con dos diosas en la misma semana, y no cae la tercera de casualidad, con lo que el acosado del título creo que viene por las diosas que se le abalanzan. Además, el druida protagonista elimina dioses rivales con bastante facilidad: menuda mierda de seres todopoderosos, que no son ni más fuertes, ni más rápidos, ni más listos que un ser humano normal y corriente. En cuanto al aquelarre de brujas rivales, resulta patético, ya que sólo ponen unas trampas y después se mueren. Y para colmo de males, son tan tontas que avisan a su enemigo de una manera total y absurdamente retorcida que no llego a comprender, para luego atacarle de cara.

Otro punto flojo del libro son los combates: a este tipo le enseñó a escribir una mujer; si no, no termino de comprenderlo. Las descripciones es los combates son nulas y la tensión inexistente. ¡Si lo más que llega a decir es que como yo soy un druida super guay, he aprendido esgrima con los japos y los chinos, y tú, dios cutre de mierda, luchas con el estilo clásico y por eso te gano. Sinceramente, muy triste.

En general, la idea es buena y los personajes están bien (falta desarrollarlos un poco), pero la historia necesita una revisión completa. Esperemos que el siguiente libro mejore un poco, pero bueno. Desde aquí le recomiendo al autor que se lea la saga de Dresden, que llame a Stackpole para que le dé lecciones de cómo hacer una trama compleja, y a Salvatore para las descripciones de combates.

Tuesday, June 25, 2013

Mis problemas con las mujeres

Catherine es el cuarto (y, de momento, último) juego que me ha atrapado durante horas y más horas este año (dieciséis, para ser exactos), y es sin duda el más extraño no sólo de estos cuatro, sino de todos los juegos a los que he jugado en mi larga carrera videojuegueril. A ver si os lo puedo explicar de forma coherente.

El protagonista de la historia es Vincent Brooks, un tipo de treinta y pocos años que se pasa la vida en el bar con sus amigos cuando no está trabajando o con su novia Katherine. Una mañana, tras haber pernoctado y bebido más de la cuenta, se lleva la sorpresa de su vida al despertarse en su propia cama no con su novia Katherine, sino con una rubia desconocida que responde al nombre de Catherine. A partir de aquí, Vincent tiene que hacer juegos malabares para tratar de deshacerse de la persistente Catherine (que no tiene intención de dejar escapar a Vincent), y para que Katherine no sospeche nada de lo que está pasando. No es de extrañar pues que el pobre Vincent sufra horribles pesadillas cada noche que luego no puede recordar a la mañana siguiente. Imaginaos entonces el miedo que le entra cuando, día sí y día también, el telediario muestra hombres de su edad que están apareciendo muertos en sus camas tras haberse quejado de pesadillas horribles que no podían recordar en los días previos a su defunción. ¡Como para no preocuparse!

El resto de la historia depende del jugador, ya que Catherine cuenta con ocho finales diferentes dependiendo de las acciones y decisiones de Vincent, pero antes de continuar debo pararme y preguntar: ¿os parece raro de momento? Tal vez no mucho. Dejadme pues que os diga que la estética del juego es totalmente anime, combinando escenas dibujadas a mano al más puro estilo japonés (a fin de cuentas, Catherine es un juego nipón) con gráficos generados por ordenador que parecen versiones tridimensionales de la estética anime. A mí, personalmente, me encanta el aspecto visual del juego, aunque debo decir que hubiera preferido que todas las escenas estuvieran dibujadas a mano, o que todas hubieran sido hechas por ordenador. ¿Para qué mezclar ambos estilos? (Me pregunto si la razón tiene que ver con el presupuesto o el plazo de entrega.) Como veis, la rareza de Catherine no hace sino aumentar.

En lo que a la mecánica del juego se refiere, la historia transcurre a lo largo de nueve días, cada uno con tres partes bien diferenciadas. Por la tarde/noche, Vincent está en el bar The Stray Sheep, donde tiene oportunidad de hablar con otros personajes, recoger información sobre lo que está pasando, y beber todo lo que quiera. Cada vez que Vincent responde a algún comentario de alguien, un contador que claramente simboliza la dicotomía bueno/malo u orden/caos aparece a la derecha de la pantalla y te mantiene al tanto del tipo de persona que eres. Y lo del tipo de persona va en serio, ya que el juego trata temas como la fidelidad, el compromiso y la honestidad con más seriedad de la que cabría esperar no sólo de un videojuego, sino de un anime japonés.

Una vez Vincent se va a su casa a dormir la mona, comienza la segunda parte, que es la parte central de Catherine: las pesadillas de Vincent. En estas pesadillas, el sufrido Vincent va sólo vestido con sus calzoncillos y, almohada en ristre y cuernos de carnero en la cabeza, tiene que resolver una serie de puzzles de dificultad más intermitente que progresiva si quiere sobrevivir y no acabar muriendo en sus sueños... y en la realidad. Estos puzzles consisten en escalar torres usando bloques que se pueden empujar o arrastrar, pero la cosa no es tan fácil como parece. Además, compitiendo contra ti hay varias ovejas que, como tú, tratan de llegar a lo más alto de la torre para alcanzar la salvación antes de que el grotesco monstruo de turno (salido del subconsciente de Vincent) que persigue a todas las ovejas escaladoras se los meriende a todos.

Una vez llegado a la cima, Vincent tiene la oportunidad de hablar con varias ovejas que, poco a poco, el jugador empieza a reconocer como los alter ego de los personajes que frecuentan el bar The Stray Sheep, y que de nuevo ofrecen la posibilidad de recabar información y seguir alterando el contador de buenazo/malaje. Cuando termina de hablar con todas las ovejas con que tenga a bien dialogar, Vincent entra en un confesionario en el que una misteriosa voz le plantea un dilema moral con dos respuestas posibles. Ni qué decir tiene, tu elección afecta considerablemente el contador ángel/demonio, así que hay que andarse con ojo... o ser uno mismo. Y tal y como pasaba en The Walking Dead, una vez contestada la pregunta se te muestran las respuestas de los otros jugadores en Xbox Live para que puedas comparar y decidir si eres más inocente o más perverso que el resto del planeta.

La tercera parte del juego comienza cuando Vincent se despierta por la mañana. Según tengo entendido, ésta es la parte que más varía del juego, ya que las decisiones y respuestas dadas en las dos partes anteriores el día anterior afectan el modo en que discurren los sucesos que se te presentan en esta sección. Aquí el jugador no tiene que hacer mucho más que mirar las escenas para ver por qué derroteros tira la historia, y morderse las uñas con desesperación cada vez que Catherine o Katherine ponen al pobre Vincent en una situación comprometida. Normalmente, es aquí cuando vemos a Vincent interactuar con Catherine y Katherine, y vemos cómo reaccionan a nuestras acciones y comentarios de la noche anterior. Una vez visto el nuevo nivel del infierno al que la vida de Vincent ha descendido, el reloj hace avanzar el tiempo rápidamente hasta esa tarde y Vincent se encuentra de nuevo en el bar, listo para seguir comportándose como un buen chico o como un pendón desorejado.

Como ya he dicho antes, tus acciones y decisiones alteran la historia y te conducen a uno de los ocho finales del juego, y para que os hagáis una idea de la importancia del contador fiel/infiel y de su peso a la hora de determinar el desenlace de la historia, os diré que los ocho finales están titulados como sigue: True Freedom, True Lover, True Cheater, Normal Freedom, Normal Lover, Normal Cheater, Bad Lover, y Bad Cheater. O sea, que dependiendo de lo vividor que seas, tú y tus relaciones termináis de un modo u otro. ¿Interesante? ¿Extraño? ¿Una mezcla de ambos?

Después de esta larguísima explicación, llega mi opinión sobre este extraño híbrido de anime, puzzle, aventura conversacional, y simulador de moralidad y relaciones: me ha encantado. La extraña mezcla de géneros funciona de maravilla, y las partes conversacionales sirven para relajar los nervios después de pasarse las frenéticas y con frecuencia dificilísimas secciones de puzzle. Y es que Catherine no es un juego precisamente fácil, y eso que me lo he pasado en el modo fácil de dificultad. Pero, como ya he dicho antes, me ha gustado tanto que planeo intentar pasármelo en normal y difícil también. Además, una vez te lo pasas por primera vez, se activa la opción de jugar en las secciones de puzzle con dos jugadores simultáneos, tanto de forma cooperativa como competitiva, lo que añade aún más variedad a la mezcla. (Os obligaré a probar este modo cuando vengáis a visitarme, no os preocupéis.)

En resumen: Catherine es de lo más original, y un soplo de aire fresco para todos aquellos que estén cansados de jugar siempre al mismo tipo de juego, y os lo recomiendo encarecidamente si los párrafos anteriores os han sonado interesantes. Si no, mejor me dejáis solo con mis rarezas, que las seguiré disfrutando.

Sunday, June 23, 2013

Chaparrón

El tercer juego que me ha obligado a pasar horas y horas pegado al mando de mi 360 este año ha sido Silent Hill: Downpour, el octavo juego de la serie de terror, pero el primero al que he tenido la oportunidad de jugar.

El protagonista de la historia responde al (en mi opinión) improbable nombre de Murphy Pendleton, un presidiario que inesperadamente se encuentra en libertad cuando la furgoneta que lo transporta de una prisión a otra se sale de la carretera y acaba en el río (¿os suena de algo este comienzo?). Desgraciadamente para él, el siniestro ha tenido lugar en las afueras de Silent Hill, pueblecito este del que nunca nada bueno (o nadie vivo) salió. El objetivo principal de Pendleton es lograr salir de Silent Hill, pero las decenas y decenas de horas que me pasé intentándolo demuestran que es más fácil decirlo que hacerlo.

Según vas avanzando en el juego, Murphy puede acceder a nuevas secciones del pueblo (las calles tienen todas nombres de autores de novelas de terror), y en cada una hay multitud de misiones secundarias y objetivos que el jugador puede perseguir o ignorar según le apetezca. Ni qué decir tiene, cuantas más misiones completas, más partes de la historia descubres, más información revelas sobre el misterioso Silent Hill y el pasado de Murphy (¿fue encarcelado injustamente? ¿es un buen tipo? ¿es un criminal?), y más puedes disfrutar de la claustrofóbica ambientación que permea todos y cada uno de los escenarios del juego. Además, dado que este juego está basado en la exploración y la investigación más que en matar enemigos (de los que no hay muchos), decidir saltarse todas estas misiones es ciertamente ir en contra de la naturaleza del juego, lo que no tiene mucho sentido.

Aunque hubo un par de detalles que me hicieron enfadar bastante (como el famoso glitch de la caña de pescar que me impidió, como a muchos, terminar una misión), en general, Downpour me gustó mucho, y si nunca habéis probado esta serie, no me parece un mal momento para empezar. Además, el juego ofrece seis finales diferentes dependiendo de tus acciones y decisiones a lo largo de la partida, con lo que siempre cabe la posibilidad de pasárselo múltiples veces. (Yo, como soy muy listo, logré ver tres de los finales pasándomelo sólo una vez.) O también puedes buscar en YouTube y ver los otros finales que te has perdido, recurso este mucho más rápido y atractivo dada la larga duración del juego. Pero lo dicho: si os apetece disfrutar de un juego de miedo, Silent Hill: Downpour cumple más que de sobra.

Friday, June 21, 2013

La dura vida del hereje

Después de lo mucho que disfruté Heresy, el primer libro de las aventuras del monje hereje Giordano Bruno el año pasado (quedó en segundo lugar en mi lista de lecturas favoritas), me moría de ganas de leerme Prophecy, la segunda entrega de las correrías del italiano. Afortunadamente, S.J. Parris no me ha defraudado, y esta nueva historia me ha gustado casi tanto como la primera.

En esta ocasión, Bruno se ve envuelto en una conspiración para derrocar a la reina Isabel de Inglaterra y poner en el trono a María Estuardo. Al mismo tiempo, unos crímenes que parecen estar relacionados con la profecía de la Gran Conjunción astral estremecen Londres, y las cosas no hacen más que complicarse para nuestro pobre protagonista, que no da abasto entre tanto misterio, tanta conspiración, y tantos intentos (más de uno exitoso) de partirle la cara, ya sea por cuestiones religiosas, ya porque se acerca demasiado a la verdad, que está ahí fuera medio ahogada en las apestosas aguas del Támesis.

Como ya dije del anterior volumen, me encantaría ver esta historia hecha película, así que espero que algún productor avispado esté por la labor y nos regale un festín audiovisual en el futuro cercano. Mientras esperamos a que esa feliz ocasión tenga lugar, no lo dudéis y empezad a leer esta serie, que es fantástica.

Wednesday, June 19, 2013

Más de lo que tus ojos ven

El segundo juego que me ha tenido entretenido este año es Transformers: Fall of Cybertron, secuela de War for Cybertron, del que os hablé el año pasado. Y si War me gustó, Fall me ha parecido soberbio.

La acción comienza inmediatamente después del final del primer juego, y al igual que aquél, el jugador tiene oportunidad de controlar una gran variedad de Transformers, tanto Autobots como Decepticons, a lo largo de los trece niveles de la campaña. Sin embargo, ahí terminan los parecidos entre los dos juegos, ya que Fall of Cybetron tiene una personalidad propia independiente de su antecesor. Una de las críticas más generalizadas que se hizo al primer juego fue su monotonía, y el equipo de High Moon sin duda escuchó estas quejas, ya que Fall es de lo más variado, y cada nivel es completamente diferente al anterior. A esa variedad de niveles se añade la gran variedad de personajes que el jugador maneja, personajes estos de sobra conocidos por cualquier seguidor de la franquicia: Bumblebee, Optimus, Jazz, Cliffhanger, Vortex, Swindle, Soundwave, Megatron, Starscream, Jetfire... y mi favorito: Grimlock. No sólo eso, sino que en dos ocasiones diferentes el jugador tiene la oportunidad de controlar a Bruticus, el gigantesco Decepticon que resulta de la combinación de los Combaticons. Una gozada, de verdad.

Si a esta variedad de escenarios y personajes añadimos unos gráficos preciosos y preciosistas, una música épica, y acción a raudales, el resultado es un juego divertidísimo que te deja con ganas de más en cuanto te lo terminas. De hecho, confieso que me lo he pasado ya dos veces: una en fácil y otra en normal... y me lo pasaré una tercera en difícil. Y es que no puedo transmitir con palabras lo divertido y envolvente que este juego resulta.

En resumen: no sé si High Moon Studios planea una tercera entrega de la saga de Cybertron, pero espero que así sea, ya que como les salga sólo la mitad de bien que éste, será un juegazo. Así pues, id a jugar a Transformers: Fall of Cybertron, y que no os dé vergüenza que vuestra mujer os sorprenda con una sonrisa bobalicona mientras jugáis con los robotitos. Seguro que comprenderá lo bien que os lo estáis pasando con este gran juego.

Monday, June 17, 2013

Muertos ambulantes

Las Navidades pasadas recibí un montón de videojuegos para mi Xbox360, y poco a poco me he ido terminando algunos, con lo que estoy listo para hablaros de ellos en lo que probablemente va a ser una serie corta de posts en este vuestro blog. Y por el título de esta entrada ya os podéis imaginar cuál fue el primer juego que saqué de la caja.

The Walking Deadde Telltale Games, fue uno de los videojuegos más aclamados de 2012, y con razón. El juego se publicó en cinco episodios descargables a lo largo del año, pero a mí mi querida esposa me regaló el juego completo en disco, con lo que pude disfrutarlo en su totalidad sin tener que esperar varios meses entre episodios.

El protagonista del juego es Lee Everett, un prisionero que, al principio de la historia, está siendo transportado de una prisión a otra. Sin embargo, debido a la aparición de los zombies, el coche de policía se sale de la carretera, y Lee queda en libertad. ¿Es un buen hombre? ¿Ha sido condenado por motivos justos? Eso se va descubriendo a lo largo de la historia, y no por casualidad, ya que las decisiones y la moralidad es uno de los puntos fuertes del juego. Básicamente y para entendernos, The Walking Dead es una aventura gráfica simplificada, pero además de encontrar objetos que usar en lugares específicos, nuestra misión principal es cuidar de Clementine, una niña cuyos padres han desaparecido y a quien Lee decide proteger y ayudar a encontrar a su familia. Sin embargo, lo más importante de todo y en lo que el juego verdaderamente se concentra es en las decisiones que el jugador debe tomar constantemente. Como en el cómic en el que el videojuego está basado, los protagonistas se suelen ver obligados a decidir entre algo malo y algo peor, y las decisiones que el jugador toma afectan el modo en que los otros personajes se relacionan con Lee, el desarrollo de la historia, y quién muere y cuándo. Casi nada. Además, al final de cada episodio se resumen tus decisiones en una interesante pantalla que compara tus acciones con las del resto de jugadores en la comunidad virtual que es Xbox Live, lo que te permite ver si eres más despiadado o menos que el resto del mundo.

Como ya he dicho, las decisiones siempre suelen ser terribles y difíciles, y el hecho de que sólo tienes unos segundos para decidir antes de que el juego decida por ti (no puedes darle a la pausa para pensarte las cosas) añade una tensión y una angustia increíble a todas y cada una de las situaciones en las que Lee se encuentra. Entre eso, y las (siempre funestas) consecuencias de tus decisiones, The Walking Dead no es un juego para los débiles de corazón.

El aspecto visual del juego es también interesante, ya que los gráficos recuerdan mucho a un comic tridimensional, y aunque al principio no estaba muy seguro de que me gustara este estilo, la verdad es que acabó encantándome. Además, el hecho de que el juego esté basado en el cómic de Robert Kirkman y no en la serie de televisión hace que esta decisión estilística tenga incluso más sentido.

En resumen, The Walking Dead me encantó, y si seguís la famosa serie (tanto en la tele como en cómic), seguro que a vosotros os gustará también. Dadle una oportunidad, y ya me diréis qué os parece.

Sunday, June 16, 2013

Escuadrón rebelde


Después de aceptar el reto de leerme la mayoría de los libros de Star Wars para poder decir que son malos, decidí empezar por los que yo pensé que serían los menos malos del grupo, y obviamente escogí la saga escrita por mi muy querido Michael Stackpole. Sin embargo, y por varias razones, la verdad es que El escuadrón rebelde es de la novelas más flojitas que he leído de este autor.
Por un lado, los combates no tenían mucho sentido a menos que hayas jugado al X-wing de ordenador, en cuyo caso te parece que te están describiendo una partida. Creo que si se descuida un poco hasta dice que Corran pulsa la "h" para saltar al hiperespacio. En cuanto a la trama política, también está muy por debajo de lo que me tiene acostumbrado, pues presenta una rivalidades muy forzadas tanto entre los integrantes del escuadrón como entre los mandos de las diferentes alas. Finalmente, hay muchas cosas que están metidas con calzador para que los protagonistas salgan airosos de la misión, y eso por no señalar que el Imperio sigue siendo demasiado inútil para mi gusto. Sinceramente, espero que mejore en las siguientes entregas, porque ésta no es que sea muy buena.

Friday, June 14, 2013

Aquellas cuyos pechos desafían la ley de la gravedad

Por recomendación de Finn adquirí Carbon Grey, y ya que estaba y por el mismo precio me hice también con Dust: El castillo Reicher. Ambas obras tienen mucho en común: las dos  están ambientadas en una variante de la Segunda Guerra Mundial donde por A o por B los alemanes y los aliados tienen máquinas muy chulas y armas muy chulas, y a pesar de todo eso a la peña le encanta matarse con espadas de la forma más sangrienta
posible.
Otro punto en común son los enormes pechos de las protagonistas, ya sean las buenas, las malas o las que pasaban por allí; y, cómo no, con esa forma redonda perfecta que te deja la cirugía plástica. Pero a pesar de semejantes melones se mueven con una gracia felina. Más cosas en común: pues que a la mínima estas pobres mujeres van perdiendo ropa pero da la casualidad que cables, brazos o cualquier cosa que os podáis imaginar siempre se interpone entre el lector y los grandes y bien definidos atributos femeninos.

Cómo no, y los más importante, los dibujos de ambas obras son espectaculares. Una pena que el guión no acompañe... Un momento... ¿guión? ¿Qué guión?

Pero bueno: que para pasar un buen rato y al precio tan reducido al que los obtuve, pues no están mal.

Thursday, June 13, 2013

Rompe Ralph

La semana pasada vi Rompe Ralph, una película de animación ambientada en el mundo de las máquinas recreativas y lo que hacen los personajes de dichas máquinas cuando las personas dejamos de jugar.
La película tiene una aire a Toy Story y, cómo no, hace referencia y aparecen un montón de personajes de famosas máquinas recreativas ya extintas. Está claro que esta peli intenta atrapar a los niños por su temática y a los padres ochenteros por la nostalgia: quién no ha pasado tardes enteras gastándose la paga en esas maravillosas máquinas. 
En resumen, Rompe Ralph es una peli entretenida con buenas animaciones, sencilla en su guión (chico malo que quiere ser bueno y que la lía pero intenta remediar el follón que ha causado), y que resulta muy recomendable para pasar una tarde en casa.

Friday, June 07, 2013

Tatuado y cabreado

Acabo de terminar de leerme Hexed, el segundo libro de las aventuras del Druida de hierro escritas por Kevin Hearne. Al igual que en la primera entrega, las correrías de Atticus O'Sullivan son de lo más entretenidas, y las situaciones límite se suceden una tras otra a ritmo vertiginoso. En esta ocasión, Atticus tiene que enfrentarse (entre otros rivales) a un grupo de brujas alemanas cuyo nombre no voy a intentar transcribir, y su espada Fragarach se prueba tan afilada como su sentido del humor y gracejo irlandés.

Tal y como me pasó con la primera novela de la serie, Hexed me ha parecido un libro entretenidísimo y de lectura más que rápida, así que me temo que, para desespero del pobre Halagan, voy a tener que recomendároslo como lectura obligatoria, que bien merece la pena. ¡Espero que empecéis a leer esta serie pronto para que podamos comentarla con más detalle!

Wednesday, June 05, 2013

Proyecto centinela


Aquí empieza el pelotón mecanizado de bípodes del regimiento 501. Los bípodes de la guardia imperial son como nuestros queridos AT-ST: están en todos los campos de batalla apoyando a la infantería, dándole un toque de potencia de fuego extra, con un poco más de blindaje y más velocidad de movimiento.
En este caso, el bípode 1 está equipado con 4 ametralladoras anti-aéreas que siempre pueden hacer bueno estragos si se orientan contra la infantería enemiga.
Esta mini es de otro juego bastante interesante, Dust tactics, y me gusta mucho más que la original de GW. (Y para redondear las cosas, mucho más barata.) Eso sí: tuve que hacerle unas pequeñas conversiones para que pudiese entrar a formar parte del 501. 
Lo primero: imprimar para borrar los símbolos americanos de la estructura. Después, clonar el águila imperial de otro vehículo que pronto montaré y ponerla en el frontal del bípode. Luego, añadir el foco y modificar al piloto: crear un pecho, buscar manos y brazos que coincidan con la posición del manillar, poner una cabeza molona, añadirle un rifle y poner las calcomanías necesarias.
Me ha encantado pintar este vehículo, pues me gusta mucho su estilo semi-steampunk.
Espero que os guste... 

Próximamente, el Teniente Finn y el Sargento Halagan al mando de sus respectivos pelotones.

Tuesday, June 04, 2013

Bebés en color

Aquí tenéis la versión terminada del retrato de mi sobrina que os enseñé hace un par de días. El dibujo está basado en una foto tomada por mi querida esposa, y aunque la foto es mucho mejor que la ilustración, a todo el mundo (o sea: a mi esposa, a su madre, y a su hermana y madre de la criatura) pareció gustarle bastante.

El dibujo está pintado con colores de madera acuarelables (no sé si es el término correcto en español) y con colores Alpino de toda la vida (todavía conservo una caja de los míticos colorines que a saber cuántos años tiene). El color carne no se aprecia muy bien en esta versión escaneada, pero os aseguro que en el original Avonlea no parece un fantasma translúcido, de verdad. Palidez aparte, espero que os guste!

Sunday, June 02, 2013

Catástrofes

Este viernes pasado se estrenó After Earth, la nueva película de Will Smith que no tengo ningún interés en ver. Desgraciadamente para la estrella, el resto de Estados Unidos parece compartir mi desinterés, ya que la recaudación del film no llega ni de lejos a las expectativas de los ejecutivos (ya no digamos a cubrir el presupuesto). Hubo un tiempo en que todas y cada una de las películas protagonizadas por Smith recaudaban lo que no está escrito, y si mal no recuerdo, I Am Legend batió un par de récords de esos estúpidos en su día ("mejor primer día para una película clasificada como R en diciembre", y nimiedades ultra-específicas por el estilo). Creo que fue Seven Pounds la que rompió la racha, y desde entonces Smith se ha prodigado menos como actor y más como productor.

Cuando vi el tráiler de After Earth por primera vez hace varios meses (creo que fue Hal quien me mandó el enlace), la historia que se presentaba me pareció aburrida, predecible y carente de interés: una lástima, ya que me gusta Will Smith. Pero a la película aquejaba un defecto fatal: estaba dirigida por M. Night Shyamalan. ¡Con razón el tráiler me había dejado indiferente!

Bastante me he quejado del director venido a menos durante los últimos años, así que no voy a hacer leña del árbol caído, pero los usuarios de IMDB han preferido ser menos comedidos, y no sólo han atacado con fiereza al otrora interesante director, sino que se han ensañado con quien parece ser la estrella de la película: no Will Smith, sino su hijo, Jaden. En el foro de la citada página le dicen poquito y bueno, pero los encendidos comentarios coinciden en que el ya no tan pequeño Jaden no es un buen actor. Recuerdo que a mí me gustó bastante en la nueva versión de The Karate Kid de hace unos años, pero como no he visto After Earth, no puedo juzgar. A estas críticas se añade la percepción de que este film no es sino un vanity project de la familia Smith (que produce y protagoniza la cinta), lo que parece no haberle sentado bien a la gente. (A la gente que sabe que la familia Smith ha producido la película, claro, que probablemente no es la mayoría del público.)

No sólo After Earth ha sido incapaz de generar una cantidad de dinero respetable el fin de semana de su estreno, sino que ha sido superada por el estreno de Now You See Me, que debo decir parece mucho más interesante. Y no sólo eso, sino que ambos estrenos han sido aplastados por una película que no sólo está en su segundo fin de semana (y que se merendó a The Hangover III el fin de semana de su estreno), sino que es la quinta secuela en una franquicia cuyo éxito sigue sorprendiéndome cada vez que regresa a las pantallas: Fast & Furious. Yo no sé si a la gente le gustan los coches molones o el cráneo afeitado de Vin Diesel, pero Fast & Furious 6 lleva ya recaudados unos 170 millones de dólares y aún le queda gasolina de sobra en el depósito. ¿Will Smith derrotado por Vin Diesel? ¿Quién habría podido predecir esta situación?

En fin: que no sé qué catástrofe es peor o más inesperada: la derrota de Will Smith, la nueva decepción de M. Night Shyamalan, el dinero que After Earth les va a hacer perder a todos, o en persistente y contumaz éxito de los autos locos de Vin Diesel. Y la cosa es que casi me alegro por el señor Diesel. A fin de cuentas, con un apellido como el suyo, su triunfo en una franquicia automovilística era sólo cuestión de tiempo.

Saturday, June 01, 2013

Bebés en blanco y negro

Aquí tenéis la versión a lápiz del retrato que hice de mi sobrina Avonlea el otro día. Si queréis saber más sobre sus aventuras, no dudéis en visitar su blog (creado y mantenido por mi querida esposa), y si queréis ver la versión terminada de este dibujo, no dudéis en visitarnos dentro de un par de días. Enjoy!