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Wednesday, October 03, 2018
Countach!
Cuando era pequeño, el Lamborghini Countach era el coche de mis sueños. Aunque hoy en día me conformaría con cualquier modelo diseñado por la compañía italiana, el Countach me sigue pareciendo pura magia. ¡Espero que os guste el bocetillo!
Wednesday, April 02, 2014
Matrícula sorpresa
Aquí tenéis una matrícula que me llamó la atención el otro día. Cuando la vi, le pedí a mi paciente esposa que le hiciera una foto para ponerla en el blog, así que nos acercamos con el coche lentamente, paramos por un segundo con disimulo y tratando de no levantar sospechas ("drive casual" es lo que debería haberme dicho Crystal), y sacó la foto con el móvil. Así pues, a ella podéis agradecerle el impagable documento gráfico. Enjoy!
Tuesday, April 07, 2009
Mala tarde

I. Neumáticos tormentosos
Estando en clase, después de comer, un profe de la escuela me comentó que había visto en el parking que uno de los neumáticos traseros de mi coche estaba completamente pinchado. Como no podía hacer nada al respecto hasta que terminaran las clases de la tarde, tuve que esperarme hasta las 3:40 (cuando termina el período H) para acercarme a mi querida Sanyan Storm y comprobar que, en efecto, tenía la rueda trasera izquierda pinchada. Nunca había cambiado una rueda de coche, pero, afortunadamente, tenía conmigo a Glen, un profe amiguete (con el que voy a ir a la San Diego Comic Con este verano, precisamente) que estaba dispuesto a ayudarme. Total, que justo cuando llegamos al coche y sacamos el gato, empieza a llover. La ley de Murphy, y tal. No sólo eso, sino que en cosa de un minuto empezó a caer una que no veas, y acabamos los dos empapados. No sólo eso, sino que encima íbamos los dos vestidos con la ropa que solemos llevar a clase (camisa, corbata), y estábamos intentando no pringarnos demasiado pero estábamos fracasando en el intento. No sólo eso, sino que encima mi camisa era blanca (por supuesto).
Haciendo de tripas corazón, nos pusimos a hacer fuerza, pero ninguno de los dos podíamos mover las tuercas, que venían bien apretaditas de fábrica, y no estábamos seguros de qué hacer al respecto. Fue entonces cuando empezó a tronar y nos entró la paranoia de qué pasaría si de pronto el gato atraía algún rayo y acabábamos carbonizados en el parking de la escuela.
Al final, Glen sugirió dejar el coche allí hasta el día siguiente, y que él me llevaría a casa esa tarde y me recogería a la mañana siguiente. Una vez terminásemos las clases el viernes, dijo, podríamos cambiar la rueda con toda la tranquilidad y el buen tiempo del mundo. Pese a que había estado planeando ir al supermercado esa tarde porque casi no me quedaba comida en la nevera y me había terminado la leche esa mañana (con lo que no iba a poder desayunar el viernes), la idea me pareció una sugerencia de lo más razonable. Derrotado pues por los elementos, me fui a casa.
II. Imbéciles al teléfono
Una vez Glen me hubo dejado en casa y me hube dado una ducha para "secarme", se me ocurrió consultar la página web del consulado español en Nueva Orleans, pues tenía unas dudas con respecto a mi pasaporte y visado. Básicamente, cuando vaya en julio a España, tendré que ir a la embajada americana en Madrid para que me hagan un visado que caducará en agosto de 2011 para poder entrar a los USA cuando regrese a casa después de la boda de mi hermana. El posible problema es que mi pasaporte caduca en marzo de 2010, con lo que quería saber si en Madrid me iban a poner pegas a la hora de hacerme el visado, o si tendría que renovar de nuevo el visado tras renovar el pasaporte en marzo. O (pregunta clave), si me permitirían renovar el pasaporte ahora sin tener que esperar a marzo, y prevenir así ambos problemas. Fácil, ¿verdad? Pues no.
Después de indagar en la página web y no encontrar respuesta a mis preguntas, me decidí a llamar al consulado en Birmingham, Alabama, dado que la página decía que el consulado de New Orleans estaba ubicado allí de forma temporal. El teléfono me lo cogió una mujer que decía ser abogada y experta en visados de mi categoría, qué suerte. Y además, la señora era española, lo que en teoría debía hasta facilitar la comunicación, ¿verdad? Pues no.
Básicamente, y para que no os duela el cerebro como me dolió a mí, la mujer del consulado fue incapaz de contestar ninguna de mis tres preguntas. Pero no es que me dijera "Oye, mira, no estoy segura", o "No lo sé", no. Cada vez que le hacía una pregunta, la tía me soltaba un rollazo kilométrico que no respondía a la pregunta. Y cuando conseguía cortarla y reformular la pregunta de forma diferente para que la comprendiera, la muy perspicaz volvía al rollo que había dejado a medias y lo terminaba, sin contestar a mi pregunta. Cuando ya me rendí y le hice la sencilla pregunta de cuánto tiempo se tarda en tramitar la renovación del pasaporte, adivinad lo que me dijo. Si habéis contestado “Nada que contestara la pregunta”, habéis acertado. Derrotado pues por la estupidez humana, le agradecí la "ayuda" prestada, y colgué.
III. Resolución
Afortunadamente, el viernes todo salió mejor. A media mañana, mi abogada contestó las preguntas que le había mandado por correo la tarde anterior, demostrándome que no era yo el que no se había sabido explicar, sino la retrasada mental del consulado la que no tenía ni idea. Y al terminar las clases, Glen y yo cambiamos la rueda (jamás se me olvidará cómo hacerlo), y luego me acerqué al taller, donde no sólo me arreglaron el neumático (un clavo enorme era el causante de mi desgracia), sino que no me cobraron nada. Otra cosa no, pero al menos el fin de semana empezó con buen pie.
Saturday, November 25, 2006
A Thing of Beauty

mente última vez, voy a hablar de coches. Siguiendo con mi predilección nipona, nuestra invitada de hoy es de origen japonés. Y hablo en femenino porque en inglés, como bien saben los consumidores de literatura en este idioma, a los barcos, coches, y naves espaciales se les hace referencia con el pronombre she. Y qué preciosidad más hermosa que la máquina en la foto: el Honda Civic 2007. Y el coche en la fotografía tiene nombre y apellidos. La belleza en cuestión se llama Sanyan Storm. Y sí: eso es el parking de mi apartamento ayer, a las seis de la tarde :)
Monday, September 11, 2006
Speed Racer

Last weekend, I went to Athens, GA, to visit some friends. On the way there, my engine started overheating, so I had to stop and find somebody to fix it. Fortunately, I did, but as soon as that problem was taken care of, my battery started acting up. Or so I thought.
When I came back from Athens last night, it was too late to do anything about it, so today, after school, and scared at how much worse the cranking up had gotten (poor Stackie was actually wheezing), I took it to the mechanic. And here I am. They said it was the battery, so they replaced it. But it was not the battery, so they put the old one back in, and now they're trying to figure out what's wrong with the car. The bad news is that I have to leave it here. The good news is that they'll give me a ride home.
Maybe it's time I start thinking about getting a new car. Maybe one of those Nissan 350Z (it comes in purple!). Or maybe the Mazda RX8. Or, even cheaper, the Mitsubishi Eclipse. And here I was, thinking I didn't know anything about cars. Ha!
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