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Wednesday, October 18, 2017

Infierno vikingo

Hellblade: Senua's Sacrifice es el segundo juego en los últimos diez años que he comprado el mismo día en que salía a la venta (éste fue el primero, obviamente), con lo que ya os podéis imaginar que esperaba ansioso el momento de poder probarlo. Además, el juego era otro de los juegos exclusivos de PlayStation 4 que hizo que me decantara por la consola de Sony esta generación, con lo que esperaba que fuera fantástico. ¿Acaso tanta anticipación se vio justificada? Seguid leyendo para averiguarlo.

Hellblade es un juego desarrollado por Ninja Theory que, aunque no encaja en el molde de lo que suele pensar al hablarse de juegos indie, es precisamente eso: un juego independiente, pero hecho con los valores de producción de un juego "triple A", pero de menor extensión y a precio más reducido. Lo de "menor extensión", sin embargo, es más que discutible, ya que las ocho o nueve horas que dura el juego no son ni más ni menos que lo que duran muchas otras superproducciones. Eso sí: a Hellblade no le sobra nada. No hay ni trescientos objetos innecesarios que encontrar y coleccionar, no hay que buscar materiales para hacer tus propias armas, no hay subtramas opcionales que consisten simplemente en hacerte ir de un lado para otro como un idiota, ni hay modo multijugador. No. Hellblade sabe lo que quiere, y se concentra exclusivamente en ello de principio a fin a lo largo de esas ocho o nueve horas.

El juego está protagonizado por Senua, una guerrera celta que se adentra en Helheim, el infierno de la mitología nórdica, para salvar el alma de su amado Dillian, a quien la mismísima Hel tiene retenido. Para llegar hasta él, Senua tiene que resolver puzzles basados en runas, luchar contra enemigo aterradores, y hacer frente a la profunda psicosis que la afecta y que hace que nunca sepa si lo que ve es real o se lo está imaginando.

La psicosis como enfermedad mental es el tema principal del juego, y para retratarlo de forma precisa y realista, Ninja Theory trabajó con varios expertos en la materia que guiaron y aconsejaron al equipo durante los años que costó terminar el juego. Los efectos de la psicosis se ven no solo en alucinaciones o momentos en que la realidad se distorsiona, sino en las voces que Senua oye y que la acompañan a lo largo del juego. Estas voces están en diálogo constante tanto entre ellas como con Senua, y discuten unas con otras, ofrecen consejos, pistas y avisos, pero también siembran la duda tanto en Senua como en el jugador, como cuando dicen que Senua no debería abrir una puerta, o que no va a conseguir llegar al otro lado, o que es inútil que continúe.

Estas voces son la principal baza del apartado sonoro del juego, y Ninja Theory es tan consciente de ello que antes incluso de llegar a la pantalla de presentación, mientras el juego está cargando, te dicen que Hellblade ha sido diseñado para jugarse con auriculares, y vaya si tienen razón, ya que el jugador se transforma en Senua al escuchar las voces en estéreo en su cabeza, con unas voces viniendo de su izquierda, otras de su derecha, y otras de detrás.

El resto de la música y efectos sonoros son también fantásticos, al igual que el apartado gráfico, que es espectacular gracias a unos escenarios muy cuidados, a unos enemigos de pesadilla, y sobre todo a la misma Senua. Interpretada por Melina Juergens, Senua es todo un logro en lo que a realismo y expresividad se refiere, tanto por las animaciones como por sus expresiones faciales, que son dignas de ver y que hacen que el jugador se compadezca de la torturada guerrera y quiera ayudarla a triunfar.

Para salir victoriosa del lance, Senua tiene que hacer dos cosas básicamente. La primera, combatir a los no muy frecuentes enemigos con que se encuentra. A tal fin, utiliza su espada para atacar y bloquear las embestidas de sus oponentes en un sistema de combate fácil de comprender y que resulta tan efectivo como entretenido. Eso sí: como en el juego no hay ningún tipo de tutorial ni aparecen constantes mensajes del tipo "aprieta X para bloquear", le toca al jugador ir descubriendo cómo se hace todo. Muchas veces, las voces que escucha Senua ayudan en ocasiones como los combates, pues una voz detrás de ti grita "behind you!" cuando se te acerca un enemigo por detrás, algo tan útil como aterrador. Y es que, como ya he dicho antes, el sonido es un aspecto tan fundamental como sobresaliente en Hellblade.

La segunda mecánica del juego es resolver puzzles. Según va avanzando, Senua se encuentra con puertas cerradas con runas talladas en ellas, y para abrirlas Senua tiene que encontrar las runas por ahí. Sin embargo, dichas runas no están escondidas debajo de una roca o dentro de una caja, sino que Senua tiene que "verlas" combinando, por ejemplo, una rama de un árbol con el tronco de otro árbol en segundo plano y una pica clavada en diagonal cerca del mismo. O sea, que las runas que Senua ve realmente no están allí, lo que refuerza la idea de sus alucinaciones y de percibir objetos imaginados como reales. Este aspecto del juego es también muy interesante y entretenido, aunque es verdad que a veces hay que estar en el lugar exacto milimétricamente, o si no Senua no ve la runa aunque el jugador claramente puede, lo que a veces es algo frustrante.

Mientras el jugador lucha y encuentra runas, las voces en la cabeza de Senua, distintos narradores, y la misma Senua van narrando la triste historia de la protagonista, y la relación con sus padres y con Dillian se va perfilando hasta que la guerrera llega a su enfrentamiento final con Hel, quien le da las claves definitivas para comprenderlo todo. Pero no os preocupéis, que no voy a destripar nada.

Si lo que os he contado os ha parecido interesante, deberíais haceros con Hellblade: Senua's Sacrifice en cuanto terminéis de leer esta entrada, porque es un juego excelente, diferente, y con unos valores de producción soberbios que os dejarán con la boca abierta, y que os harán querer seguir avanzando para ver más y para descubrir el pasado de Senua y, tanto o más importante, su futuro. ¡Cinco pictas estrellas!

2 comments:

Nash said...

Dios que locura de aventura gráfica esto ya es muy muy complicado.

Mario Alba said...

¡Pero no es una aventura gráfica!