Ozark es una serie original de Netflix cuya primera temporada de diez episodios Crystal y yo devoramos en cuestión de una semana, y que se ha convertido en una de mis series favoritas del año. Ozark, protagonizada por Jason Bateman (quien dirige también varios episodios), comienza con la visita de un mexicano llamado Del Río (Esai Morales) a la gestora financiera que Marty Byrde (Bateman) y su socio Bruce (Josh Randall) tienen en Chicago. Rápidamente queda bien claro que se está blanqueando dinero para un cartel mexicano, y que alguien ha estado sisando dinero y la cosa no puede quedar sin castigo. Sin daros demasiados detalles, or diré que Marty acaba mudándose a la región de Missouri conocida como The Ozarks para continuar con la operación, y que, al igual que pasaba en Breaking Bad, cada decisión que toma tiene consecuencias tan violentas como inesperadas para él y su familia que hacen que Marty esté cada vez más enredado en una trama criminal de la que parece imposible escapar con vida (ya no digamos con todos los dedos intactos).
Todos y cada uno de los diez episodios de la serie (excepto por el octavo) me resultaron tensos y fascinantes de principio a fin, y me mantuvieron pegado a la pantalla durante sus 58 ó 59 minutos de duración. Jason Bateman se luce en este inusual papel serio, pero el resto del reparto no desmerece en absoluto y nos regala interpretaciones brillantes que retratan a personajes complejos y sus aún más complejas relaciones y motivaciones. Si estáis buscando una serie que os enganche y que no os deje pensar en otra cosa que no sea ver el siguiente episodio, dejad lo que estéis haciendo ahora mismo, y poneos el primer episodio de Ozark. ¡Cinco delictivas estrellas!
1 comment:
Esto es imposible q dejen de sacar series chulas que no puedo más. ..
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