Me gusta leer y ver la tele

Tuesday, January 29, 2013

Entremeses escabrosos

Hace tan sólo tres semanas salió a la venta el sexto volumen de Chew, y me ha faltado tiempo para hacerme con él y ventilármelo. Curiosamente, leer este tomo ha sido una experiencia algo extraña ya que, en general, no me ha gustado tanto como los cinco anteriores. Por un lado, creo que esto se debe al hecho de que Tony Chu, el protagonista de la extravagante e impredecible serie, se pasa la práctica totalidad del tomo en el hospital por razones que no desvelo, con lo que el peso de la acción recae en su hermana gemela, Toni Chu. Durante la mayor parte del volumen, las andanzas de Toni me parecieron poco relevantes para el hilo argumental de la serie en general, e incluso los dibujos de Rob Guillory empezaron a hacérseme algo repetitivos y cansinos. Sin embargo, el último número recopilado en este tomo (el 30 de la serie mensual) supone un giro de ciento ochenta grados que sumerge a lectores y protagonistas en lo más oscuro, chocante, inesperado y salvaje que, en mi opinión, hemos visto en la serie. Cuando asistí, horrorizado y boquiabierto, a los eventos narrados en ese número, comprendí la razón de ser de los anteriores capítulos y los aprecié más de forma retroactiva. Aun así, confieso que el estilo de Guillory, que a Halagan desagradó desde el primer momento, está empezando a cansarme, pero pienso continuar con la serie debido a lo rocambolesco, original, y estrambótico de sus situaciones. Y es que Chew es una serie como nunca habéis leído.

6 comments:

Halagan said...

Si no pasa nada raro, pronto me pondré al día con esta serie. Ya os contaré entonces.

Un apunte, Fel, como puedes leer aquí, nunca he dicho que los lápices de Guillory no me gustaban. No es un estilo que me entusiasme, pero me parece muy apropiado para la serie, y el diseño de ciertos personajes (como Mason Savoy sin ir más lejos) me parecen brutales de buenos. Lo que seguro que no me gusta nada es cómo dibuja a las mujeres (al menos a las pocas que salían en el primer volumen). Será machismo o no, pero no me trago que Tony Chu se enamore a primera vista de una mujer con una pinta como... eh... bueno, ahora mismo no encuentro ningún jpg adecuado que enseñaros, pero fiaos de mi palabra.

Mario Alba said...

Corregido quedo :)

De hecho, estoy de acuerdo en lo que a las mujeres guillorianas se refiere, y tal vez sea por eso que este sexto tomo se me ha hecho bastante pesado en lo que a las ilustraciones se refiere: porque el tomo entero está protagonizado por una mujer, y hay que ver qué fea que la dibuja. Y volviendo a tus comentarios originales sobre el arte de Guillory, estoy de acuerdo en que usa una estética feísta, y aunque, como tú, creo que queda bien en la historia que se cuenta, a veces me acaba empachando y me gustaría ver cosas más bonitas. Al mismo tiempo, comprendo que Guillory dibuja, entinta y colorea cada número mes sí y mes también sin saltarse ni uno, lo que requiere (además de que alabemos su profesionalismo y fuerza de voluntad) un estilo de dibujo más simplificado, pero a veces se pasa y las caras o cuerpos le quedan más feos de lo que deberían.

Y creo que iba a decir algo más, pero mis niñas están esperando a que empecemos :)

Halagan said...

Vaya morro que tienes, haciendo esperar a las pobres. Cómo abusas de tu calidad de profesor. ;P

Mario Alba said...

Si el profesor está tecleando en la computadora seguro que es importante. Faltaría más ;)

Halagan said...

Jajaja. Al menos no tiene el periódico desplegado sin pudor sobre la mesa, como solían hacer mis profesores en el instituto.

Mario Alba said...

Hahaha. Es lo que tiene la pantalla: que te protege de miradas inquisitivas :)