Ayer fui a ver -y leer- Apocalypto, la nueva película del patriota Hombre sin rostro. La verdad es que no sabía muy bien qué esperar -aunque confieso que mis expectativas no eran precisamente elevadas-, pero la película no está mal.
Apocalypto cuenta la historia de una tribu maya a la que otra tribu decide usar como carne de sacrificio, y está protagonizada por un montón de gente de la que jamás habéis oído hablar. El resultado es -tal vez por eso- ciertamente creíble, y el hecho de que la peli esté en maya ayuda también a darle verosimilitud al conjunto. Las actuaciones son más que competentes -excepto por Blunted, que no acabó de convencerme-, la historia es dinámica, y la película entretenida. En distintas ocasiones, imágenes perturbadoras asaltan la pantalla en lo que bien podría ser una película de horror, con perversos personajes cometiendo todo tipo de vilezas; y la violencia no había salpicado -o chorreado- tanto desde los tiempos de William Wallace.
Apocalypto gana ritmo al final, y hasta ese momento, la verdad es que cansa un poco. Como ya he dicho antes, es entretenida, pero, hasta esa parte final (y la segunda mitad de la parte central) no consiguió capturar completamente mi atención -como las que yo considero buenas películas logran-, excepto por tener que leer los subtítulos. En definitiva, una película que se deja ver, pero no esperéis un Braveheart maya, porque quedaréis profundamente decepcionados.
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