Me gusta leer y ver la tele

Thursday, December 28, 2006

Algo Se Muere En El Alma

Desde hace un par de días me estaba estrujando los sesos en busca de algo sobre lo que escribir un post en español. Algo digno y que mereciera la pena, se entiende. Y tuve una idea, una idea exagerada y descomunal. Bastante inviable, la verdad. Intentaré sacarla adelante, pero no prometo nada. Es mas, ni siquiera pienso decir de qué se trataba, que luego me emociono y cuando me quiero dar cuenta he incumplido de nuevo algo que prometí. Típico en mí.

La cuestión es que, casi al hilo de esa idea, recordé algo, un texto, que leí hace ya muchísimo tiempo, en un suplemento dominical cualquiera de un periódico cualquiera. Y no es que no quiera revelar el nombre del rotativo, es que, simplemente, no lo recuerdo.
Imagino que lo leería hacia mediados de Febrero (rondando San Valentín), pues el texto era uno entre muchos microrrelatos enviados por los lectores con el amor como tema principal. Por supuesto, entre todos los relatos enviados los había mejores y peores. Excelentes y pésimos. Pero, en mi opinión, todos palidecían al lado del que nos ocupa, titulado "Sesenta y dos años":

Sesenta y dos años. Se dice pronto. Sesenta y dos años levantándonos y acostándonos juntos. Día a día. Semana a semana. Mes a mes. Año a año.
Sesenta y dos años de cariño, de charlas, de riñas, de compañías, de ternura, de trabajo.
Tú en la casa. Yo en la mina. Los dos en el campo. Y una guerra. Y una posguerra. Y hambre. Y frío y miseria. Y seis hijos (uno enterrado ya).
Sesenta y dos años, y ahora te me has ido. Y yo... ya no sé quien soy.

Soy consciente de que gran parte del peso que el relato ejerce sobre mí, es que sé exactamente de lo que habla el autor (cuyo nombre no recuerdo, pero que ojalá hubiera seguido la carrera del escritor). Quiero decir, tras casi siete años con mi novia, casi cinco de ellos de convivencia, sin ella me sentiría confuso. Perdido.

No me quiero imaginar lo que dolería ya si en vez de cinco años hubieran pasado más de sesenta. Supongo que debe ser algo digno del suicidio. O más.


3 comments:

Nash said...

Es curioso Halagan pero yo no hace mucho tenia los mismos pensamientos cuando venia de currar en Benidorm. Ya llevamos casi ocho años saliendo y dos intentando pagar la hipoteca y se me hace dificil intentar organizar mi vida sin ella, y creo que seria las cosas pequeñas de la vida, los detalles lo que se me harian mas dificiles de superar, el no grabarle "el comisario", o el hablar a la hora de comer...no se solo de pensarlo me pone triste.
Bueno espero que el proximo sea menos profundo y mas divertido.

Mario Alba said...

Contad conmigo para aligerar el tono del blog. El próximo mañana!

Anonymous said...

Lo siento, pero, como dijo Bart Simpson en una ocasión, "me salió de ahí". Me apetecía un poco de solemnidad por una vez.

En fin, menos mal que estos ataques que me dan no se repiten mas que una vez cada tres meses...

Y es cierto eso, Nash: los pequeños detalles de la vida son los que la hacen grandiosa.