Como ya dije ayer, antes de ponerme a repasar las líneas con mis rotuladores técnicos concluí que necesitaba añadir un fondo a la ilustración para que el espacio vacío de la tarjeta destacara más. Así pues, dibujé una espiral geométrica en un papel aparte, y la calqué en el papel donde estaba haciendo la ilustración definitiva. Una vez hecho esto, la pinté con mis rotuladores grises, y a continuación repasé todas las líneas para definir las formas con precisión.
Otra cosa que también hice entonces fue usar mi bolígrafo blanco para redibujar detalles perdidos bajo el negro en el pato Lucas y el gato Silvestre. Una vez hecho todo esto, el dibujo en sí estaba terminado, y la tarjeta destacaba tanto como había planeado. Una lástima que tuviera que tapar dicho espacio vacío con la tarjeta regalo. Ni qué decir tiene, para ver esa última fase del proceso tendréis que esperar hasta mañana.
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