Hola a todos, choo-choo-ca-choo. Hoy en día vivo inmerso en la lectura de sagas literarias de género fantástico. La obra de JK Rowling dejó hace tiempo de tener secretos para mí, y debo informar con orgullo que avanzo a ritmo constante por la historia del mago detective más duro a este lado del Mississippi, Harry Dresden. Más abandonado tengo a mi amigo Greg Keyes, cuya excelente tetralogía Kingdoms of Thorn and Bone tengo a medias desde hace muchos meses. Y a nuestro querido Pratchett, pues hace bastante que no visito Discworld.
Cuatro sagas, si habeis contado bien. Y como dicen que no hay cuatro sin cinco (o lo digo yo, para propiciar la rima fácil), otra saga fantástica ocupa desde hace tiempo un lugar de privilegio sobre mi estantería. Por supuesto, me refiero a la que para algunos es la obra magna de nuestro buen Stephen King: su heptalogía de la Dark Tower. Tras leer el primer y segundo volúmenes de la saga, tuve claro que ésta es una serie que voy a leer hasta las últimas consecuencias, momento también conocido como punto final. Así que, ni corto ni perezoso, a la que vi vía libre me lanzé de cabeza sobre el tercer volúmen escrito por el de Maine.
The Waste Lands es un libro muy entretenido, durante el que pasan muchas cosas, todas más raras que un perro verde por fuera y amarillo por dentro. Al contrario que el perro, que podría argumentarse que en realidad es un melón, la trama de esta novela no tiene explicación posible. No hasta el momento. No con la información que King nos ha dado. Y, sin embargo, todo lo que pasa en la historia, dentro del universo en que ésta se desarrolla, es coherente. De algún extraño modo, tiene sentido interior. ¿Que nuestros héroes son atacados por un oso gigante con un implante metálico en la cabeza? No me preguntes qué hace ahí, pero, por alguna razón, tiene sentido que ahí esté. ¿Que en una ciudad abandonada suenan tambores de guerra a ritmo de ZZ Top? Vale, supongo. Stephen King puede estar más loco que cuerdo, pero de alguna manera logra que el revuelto sepa bien.
Con su ka-tet finalmente reunido, Roland se ve más cerca que nunca de la Torre Oscura. Y el lector también. ¿Cuál es el siguiente paso aconsejable, Mr. King? Cientos de páginas de puro flashback, por supuesto. Las cuales leeré gustoso. Primero, porque todo el mundo dice que el próximo libro, Wizard & Glass, es el mejor de la saga. Y segundo, porque el amigo King lo ha querido así. Ha tenido ya varias oportunidades para decepcionarme, pero hasta ahora no lo ha hecho. Ya os contaré novedades.
Sigo tu estela, Fel. Como puedo, pero la sigo.
2 comments:
Debo reconocer que no recuerdo prácticamente nada de este libro (excepto el final), pero me alegro de que te haya gustado. Ganas tengo de que te pongas con Wizard & Glass, a ver qué te parece. Y recuerda que The Wind Through the Keyhole, que salió hace tan solo un par de semanas, es el volumen 4.5 de la serie, así que hasta puedes insertarlo entre Wizard y Wolves of the Calla, hahaha.
Y, por cierto, ya puedes ir explicando el comentario ese sobre los libros de Dresden que ya te has leído. ¿Cuántos llevas?
Si que llevas sagas al mismo tiempo, un poco caótico. Ya nos contaras que te parecen las aventuras del bueno de Dresden.
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