Después de ver la abominable primera temporada de Hex, le escribí un email a mi querido Halagan poniendo a caldo la serie. Cuando terminé de quejarme, me di cuenta de que tal vez nuestros queridos lectores estarían interesados en mis muy subjetivas impresiones al respecto, y como esto de escribir a diario en el blog conlleva tratar de sacarle el máximo partido posible a todo lo que se me ocurre, aquí tenéis reproducidos mis comentarios sobre la joyita. Un aviso, antes de leer: esta diatriba contiene spoilers masivos, algo que normalmente no hacemos en Sunny Jhanna. Sin embargo, y dada la calidad de esta excreción televisiva, supongo que no os molestará demasiado. Ahí vamos.
Hex es una serie británica que duró dos temporadas, y que se podría resumir como “Buffy con sexo”. Sin embargo, eso la hace sonar mucho, mucho, mucho –pero mucho- mejor de lo que realmente es. Como ya he dicho, la serie duró dos temporadas, pero la forma en que la han sacado a la venta en los USA es un poco extraña. Al parecer, la primera temporada son cinco episodios –seis, si contamos las dos partes del primero independientemente-, y la segunda son quince, pero en “The Complete First Season” que yo me compré hay nueve episodios, diez si contamos el primero como dos. En los primeros cinco –o seis- capítulos, conocemos a Cassie y a Thelma, dos estudiantes de arte en una bonita universidad británica de esas de edificios góticos y tal. En los dos o tres primeros episodios, Cassie descubre un jarrón que, al mezclarse con su sangre, le otorga ciertos poderes mágicos, principalmente telekinesis. A partir de ahí, la pobre Cassie empieza a experimentar una serie de flashbacks que la llevan a descubrir que es descendiente de un linaje de brujas, y que hay un ángel caído cerca que quiere usarla para concebir un hijo que traerá con su nacimiento doscientos demonios a este plano de existencia.
Cassie es insegura, le gusta un chico que no le hace caso, y su compañera de cuarto es una lesbiana punk que la palma en el segundo episodio pero regresa como fantasma que sólo Cassie puede ver. Al final del quinto/sexto episodio, Cassie está embarazada, cortesía del ángel caído Azazeal (que no hace otra cosa más que estar plantado en distintos lugares, mirando al horizonte), y parece que el mundo tiene los días contados.
Estos primeros cinco/seis episodios no están mal del todo, pero son lentísimos, redundantes, y de lo más expositivos que te puedas imaginar. Estos problemas no hacen más que agravarse episodio tras episodio, y cuando la segunda temporada empieza (en el episodio 7 de esta colección), dichos problemas se multiplican y destruyen la serie por completo. Para empezar, hay cambios en el reparto que jamás se reconocen. El chico que a Cassie le gustaba es sustituido por otro que se le parece físicamente, y de pronto dicho personaje deja de tener relevancia alguna en la serie. No se explica por qué, simplemente pasa a un segundo plano. Lo mismo pasa con una chica del mismo grupo de estudiantes: es reemplazada por otra de quien ni siquiera sabemos el nombre. Pero eso no es lo peor, no. Lo peor es que, por un lado, personajes que empiezan a ganar relevancia –Leon, por ejemplo-, cambian COMPLETAMENTE de personalidad para encajar en el molde que se necesita. Así, el machito insoportable y dominante se convierte de pronto en un tipo inseguro y amable así, por las buenas. O la profesora enrollada y superguay se ve, de pronto, aquejada por una extraña enfermedad que la convierte en un cadáver ambulante. O un nuevo profesor que aparece de la nada y se convierte casi, casi en el protagonista –aunque debería decir antagonista- de la noche a la mañana. O que personajes como la misma Cassie actúen por exigencias del guión, y no porque lo que dicen o hacen tenga sentido. O que toda la trama relacionada con los antepasados de Cassie, los espíritus que la acechan, y los fantasmas del pasado que ve, simplemente DESAPARECE POR COMPLETO para concentrarse en otros asuntos. Aunque esa afirmación no es del todo correcta, ya que en lo que la serie se centra a partir del capítulo séptimo es en un nuevo personaje tipo Buffy (caza demonios, la chica), que aparece de la nada y se convierte de hecho en la nueva protagonista de la serie, así, sin más. Pero no hay de qué preocuparse: Cassie muere súbitamente sin venir a cuento, con lo que el cambio de foco está de pronto “justificado”. Desgraciadamente, la personalidad de esta nueva protagonista, Ella, cambia de un episodio a otro según lo requiere el guión, y dichos cambios son tan drásticos y tan repentinos que no tienen sentido. ¿Plantar semillas de futuras tramas y cambios? ¿Para qué, si podemos cambiar las cosas de un plumazo al principio de cada episodio, y al que no le guste que se aguante? Para cuando el décimo capítulo termina, nadie reconocería esta serie, que, si al principio era ya mediocre, ahora es un auténtico esperpento. Creo que iré a McKay’s a venderla, y aunque me den cinco o seis dólares por ella, me desharé de esta porquería que me niego sea vista en mi estantería. Al menos me dará para comprarme un libro, y dado que el pack me costó 14.95, tampoco perderé demasiado dinero con el trueque.
4 comments:
Esa es un critica y no lo que hay por ahí. Tiene que ser mala de cojones para que te gusten tan poco.
Es mala, mala, mala. Y además, es mala.
en verdad me encanta sta serie...aunqe es mucho mejor la segunda temporada...respeto tu opinion.
oye no encuentro el 6b capitulo de la 1 temporada sabes donde puedo verlo^?
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