Muñeca diabólica

El martes pasado, Crystal y yo fuimos a ver Annabelle, la especie de precuela de la magnífica The Conjuring que tanto a mi querida esposa como a mí nos encantara en su día. Sin embargo, y tal y como nos temíamos, Annabelle no nos acabó de gustar tanto. Pese a que la historia de cómo la muñeca titular pasó de ser un juguete normal y corriente a estar poseída por un espíritu demoníaco es interesante y está bien llevada y mejor actuada, en general el film me pareció bastante típico, no muy original, y con un final en mi opinión ciertamente insatisfactorio. Además, pese a que la película sólo dura hora y media, se me hizo algo larga probablemente debido a su naturaleza un tanto repetitiva y el lento y pausado ritmo al que se desarrolla. Dicho todo esto, Annabelle no me disgustó, pero tampoco voy a recomendárosla encarecidamente, con lo que mi veredicto es que no está mal, pero no es exactamente imprescindible.