La semana pasada terminó la primera temporada de The Strain, la serie de televisión basada en la trilogía de novelas de Guillermo del Toro y Chuck Hogan, y la verdad es que tanto a Crystal como a mí nos ha encantado. Básicamente, en The Strain se narra la llegada de un vampiro maestro a Nueva York, y la muerte y destrucción que tal evento desencadena. Para pararles los pies a la criatura y su creciente ejército de no-muertos, un grupo de héroes a la fuerza va juntándose a lo largo de los episodios, y su enfrentamiento se desarrolla a lo largo de trece capítulos que terminan de forma trepidante y dejando al espectador con ganas de más.
La serie está muy bien interpretada, y cuenta con buenos personajes con una interesante dinámica de grupo. Sin embargo, una de las cosas por las que estoy más agradecido es que los vampiros son unas malas bestias: unas criaturas sedientas de sangre que no son más que parásitos despreciables. Vamos: que ni hay amor, ni angustia adolescente, ni tonterías por el estilo. En The Strain, los vampiros son una aberración, y hay que exterminarlos antes de que ellos se merienden al personal. Refrescante, ¿verdad?
En resumen: The Strain es casi, casi como The Walking Dead, pero con vampiros en vez de zombies: oscura, violenta y llena de drama y acción, y no puedo sino recomendárosla. ¡Ansioso espero la segunda temporada!
2 comments:
Me leí el libro en su momento y no me llamo mucho la atención, quitando lo de que los vampiros eran unas maquinas de matar, pero todo lleno de tópicos. La segundo parte ya no la compre
Recuerdo leer varias críticas cuando se publicó el libro, y la verdad es que no me llamó la atención en absoluto, pero la serie está muy bien :)
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