¿No es sospechoso?

Asumámoslo, la televisión en España apesta. La programación infantil brilla por su ausencia, y la parrilla es dominada por los programas de cotilleos, los realities y todos esos espacios en los que se aprende que en la vida real para tener la razón tienes que gritar más fuerte que los demás. En cuanto a las series nacionales, vale, no veo muchas, pero cuando lo he hecho he sufrido de abundantes dosis de dramatismo culebroniano, de tramas exclusivamente orientadas a vender productos de marketing, y de chistes infinitamente más predecibles que efectivos.

Imagino que, de niños, todos habéis sufrido de esos larguísimos periodos de tiempo durante los que esperábamos a que emitieran el siguiente episodio de nuestra serie preferida del momento. Sabe dios que yo, de no tan niño, durante la inacabable espera que se prolongó hasta que George Lucas estrenó La Amenaza Fantasma, me sentía como un chavalín esperando a que Santa Claus llegase cargado de regalos. Como todos bien sabéis, el gordo de la barba blanca llegó, pero en lugar de dejar regalos lo que hizo fue vomitar sobre ellos. Claro que eso es otra historia. En lo que respecta a las series españolas, que para eso estaba hablando de ellas, no recuerdo la última vez que sufrí como un niño la espera de alguna de ellas. Por suerte, las cosas cambian.

Hermanos & detectives es una serie de improbable título creada por el argentino Damián Szifrón (también culpable de Los simuladores y del film Tiempo de valientes), quien ya la estrenó allí en el país de la Pampa antes de adaptarla y cruzar el charco con ella. Gracias a él, ahora se está emitiendo la segunda temporada de la versión española (Telecinco, los Viernes a las 22:15h tras el penúltimo cambio de programación), y yo vuelvo a ser un chaval.

La serie me encanta. Igual que ya lo hizo Buffy, toca esos acordes mágicos que conectan irremediablemente conmigo como ser humano influenciable que soy. Soy consciente de que no todo el mundo responderá a ella del mismo modo que yo lo hago, porque ya se sabe que cada uno, uno es. Pero, hablando desde un punto de vista meramente objetivo, Hermanos & detectives es una serie valiente, que destaca por hacer de su fuerza principal los incontables personajes que la pueblan, que gusta de salirse de cuando en cuando de la norma (como ya hicieran Moonlighting o cualquier serie salida de la pluma de Joss Whedon), que aparece plagada de referencias sacadas de la cultura popular, y que hace gala de un humor envidiablemente fresco. Yo simplemente no puedo decir que no a un cóctel con esos ingredientes.

Aunque no todo son pros, como lo demuestra el hecho de que nadie la ha declarado aún Patrimonio de la Humanidad. Por un lado, el nivel de los actores secundarios viene a ser tirando a malo. Lo cual supongo está provocado por la necesidad de reducir costes ante la ingente cantidad de actores con líneas habladas en cada episodio.

Por otra parte, en ciertos momentos la serie peca de provocar momentos dramáticos para luego obviarlos, incluso hasta el punto del absurdo. Aunque también es cierto que, tras una primera temporada prácticamente calcada a la de su homóloga argentina, es ahora cuando Hermanos & detectives en versión española empieza a luchar por encontrar su propia identidad. Ya veremos si lo consigue… y si los programadores le dejan.

Sea como sea, yo pienso seguir viendo la serie. Si sigue caminando firmemente por la senda hacia la que apunta, la televisión española habrá dado un paso más hacia la salvación.