En No se aceptan devoluciones nos presentan a Valentín, típico Latin lover mexicano que vive en Acapulco de ligarse a todo lo que se mueve, y que, cómo no, un día despierta en su cama con dos chicas mientas que una tercera llama a la puerta para entregarle a su hija de dos años. Como él no quiere hacerse cargo de la niña, decide buscar a la madre, de la cual sólo tiene uno foto en la que se ve un hotel en los EEUU, y ahí que se va nuestro amigo.
Con este principio tan clásico empieza esta tragicomedia que la verdad está bien: los actores lo bordan, la niña pequeña lo hace genial, y el que en la peli hablen en ingles y "español" le da un toque muy gracioso. (Cada dos por tres tenía que traducirle a mi mujer lo que decían, o por lo menos lo intentaba.) Como dato curioso para los que veis las pelis en inglés, su título es Instrucciones no incluidas... Qué máquina el que tradujo el título.
La peli esta llena de situaciones tiernas, divertidas y te lleva por una trama bastante previsible muy bien hasta que llega el final. Dicho final es como cuando subes una montaña y no te queda nada más que comer que una onza de chocolate con almendras y la almendra está amarga. Es como cuando vuelves de un viaje super chulo y te pierden las maletas, el vuelo llega con retraso y los niños del asiento de delante se han pasado las 4 horas llorando como cabrones. Es como cuando cuando ves El reino de la calavera de cristal... Creo que más claro no puede quedar sin explicar qué pasa, que eso sí que sería una putada si queréis ver la peli.
Admito que puede que yo esté últimamente muy sensible, pero qué queréis que os diga: yo voy al cine a pasármelo bien, no a terminar jodido. De todas maneras, si la veis, ya me contáis si vuestra opinión coincide con la mía.
6 comments:
Ah, finales amargos. ¿A quién le gustan? Y que nadie mencione El imperio contraataca, que no es lo mismo.
Nada que ver, el imperio es un final abierto, Lando y Chuwi se van con el halcon a buscar a HAn, Luke se recupera... Esto es una putada.
A mí me gustan, siempre que sean lógicos y estén bien ganados. Cuanto más crueles, mejor. ;p
Personalmente, prefiero los finales felices, siempre que tengan sentido y no sean forzados :)
Este es lógico y cruel así que te encartara Halagan.
Jajaja. ¡Excelente!
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