The Cave es tanto el séptimo juego al que jugué el año pasado como el primero de este 2014, ya que me pasé aproximadamente la mitad en diciembre, y la segunda mitad en enero. De cualquier forma, esta nueva aventura de Ron Gilbert me ha resultado de lo más entretenida, y desde aquí os invito a todos a darle una oportunidad.
Por si no os suena el nombre, Ron Gilbert es el creador de clásicos como
Maniac Mansion o los dos primeros juegos de la serie de
Monkey Island, y en
The Cave se pueden apreciar las influencias de ambas series. Por un lado, el juego es muy divertido, y el narrador llega en algunos momentos a provocar verdaderas carcajadas. Por otro, y tal y como era el caso en
Maniac Mansion, el jugador debe elegir tres personajes de un grupo de siete con que terminar la aventura. El juego consta de cuatro niveles comunes para todos los personajes, más uno específico para cada uno, lo que quiere decir que de los once niveles totales, el jugador sólo puede acceder a siete por partida: los cuatro comunes y los tres específicos de cada uno de los personajes que se haya escogido al principio de la aventura. Dichos personajes son de lo más variopinto: un monje, una aventurera, un paleto de pueblo, una científica, una tierna pareja de gemelitos (no tenéis más que mirar la imagen de ahí abajo para ver lo majos que parecen), un caballero y una viajera del tiempo. Cada uno tiene una habilidad específica que debe usar en su nivel particular, así que realmente no importa qué combinación de personajes se decida utilizar, ya que el jugador en ningún momento estará atascado porque no tiene el personaje con la habilidad precisa. Otra cosa es verse atascado al no saber resolver un puzzle, claro; y es que no hay que olvidar que Ron Gilbert se dedicaba a diseñar aventuras gráficas enrevesadas hace décadas.
The Cave es mucho más fácil que las legendarias aventuras de LucasArts, pero aun así hay algún que otro puzzle que te hace devanarte los sesos y correr de un lado a otro intentando averiguar cómo narices recoger el aceite del suelo si no tienes un cubo en el que ponerlo (por daros un ejemplo así, al azar).
The Cave no es un juego demasiado largo, pero tener que pasárselo tres veces para poder disfrutar todos y cada uno de los niveles alarga la vida del título. De momento yo sólo me lo he pasado una vez, pero pienso hacerlo de nuevo con personajes diferentes en el futuro. Por si os interesa, los tres que escogí para esta primera aventura fueron los gemelitos, la viajera temporal y el monje, y todos ellos resultaron tener intenciones más que aviesas, tal y como el narrador ya me había avisado al principio del juego. Y hablando del narrador, sabed que es la propia Cueva del título la que narra la historia, y lo hace con mucho humor negro, mucho sarcasmo, y muchos augurios siniestros y presagios más bien tétricos.
The Cave es un juego modesto y más bien sencillo, pero los gráficos, la animación y la música son excelentes para su presupuesto. Obviamente, no se puede comparar con un juego de los llamados AAA, como
Assassin's Creed o
Gears of War, en los que equipos de cientos de personas trabajan durante años, pues dicha comparación sería injusta.
The Cave fue diseñado y creado por un grupo muchísimo más reducido que no disponía de millones de dólares de presupuesto, pero eso no quiere decir que el conjunto desmerezca en absoluto, ya que su factura técnica es impecable. De hecho, no tenéis más que buscar algún vídeo en YouTube y veréis que la calidad gráfica es altísima.
En resumen,
The Cave es un juego sólido y de lo más entretenido, y bien vale el $1,74 que pagué por él. Si os interesa, está también disponible para Android y para ordenador, así que no tener una consola no es excusa para no descender hasta las profundidades de esta peculiar cueva y descubrir qué oscuros crímenes se esconden en el corazón de vuestros personajes. La diversión está garantizada.