Si la
criatura de ayer no tenía ojos, la de hoy compensa esta carencia con creces. De nuevo, me apetecía dibujar algo raro, y esto es lo que salió. Como con la primera
Señorita rosa, no usé el lápiz es esta ocasión, sino que cogí los colores de madera y me puse a empastrar, a ver qué salía. El resultado, a la derecha lo tenéis. Enjoy!
2 comments:
Este me gusta menos quel del otro dia, no se por que le veo cara de pena, no da miedo.
Hahaha. Estoy de acuerdo con todo lo que señalas :)
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