A nuestra sobrina Avonlea le encanta jugar con su pala rosa en nuestro jardín. Con una dedicación digna de encomio, la pequeñuela se pone de cuclillas, y se dedica a excavar y transportar piedrecitas y pedazos de tierra de un lugar a otro durante más tiempo del que os creeríais si os lo dijera. Sabiendo esto, resulta obvio que una de las actividades en que el hada Avonlea se afana en su día fantástico sea precisamente la jardinería. Fiel a mi equivocado enfoque inicial, Avonlea estaba originalmente agachada como cualquier niña normal regando las plantas en su jardín. Cuando me di cuenta de lo erróneo de mi planteamiento, éste fue el primer dibujo que me vino a la cabeza enmendar, y el primero en el que me puse a trabajar. Gracias a un sencillo cambio, Avonlea parecía ahora mucho más hada que antes al aparecer volando sobre el jardín, y el dibujo había ganado en dinamismo.
Como dato curioso diré que mi parte favorita del dibujo es el pequeño reptil medio oculto detrás de las rocas a la izquierda, al lado de la bolsa de semillas, pero espero que a vosotros os guste el conjunto entero!
3 comments:
Esta muy divertido, me encanta la regadera, ya puedes ir haciendo un diseño 3D para esa impresora que tienes en tu cole.
Qué buena idea, oye :)
Pues te ha quedado genial, claro. Me mola el lagarto, sí, pero también las sonrientes florecillas. Y la regadera, como bien dice Nash.
Una pala y tierra. Qué poco necesitan los niños para ser felices.
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