El día del hada Avonlea comienza con un buen desayuno, servido por los más variopintos insectos. Como podéis ver, el dibujo final no tiene nada que ver con el boceto original. Esto sucedió más de una vez, y la razón resultó ser siempre la misma. Cuando me puse a hacer los ocho bocetos, los hice todos seguidos tratando de capturar la esencia de las ideas de Crystal, y al día siguiente de haberlos terminado me di cuenta de que en vez de haber hecho dibujos de un hada en distintos momentos del día, había hecho dibujos de una niña con alas envuelta en distintas actividades. Por tanto, cuando me senté a hacer la versión final de cada uno de los dibujos, estudié cada boceto preguntándome cómo podía transformar a la niña con alas en un hada de verdad, y eso fue lo que motivó cambios como el que podéis apreciar en esta entrada. El dibujo pasó de ser una niña sentada a la mesa a un hada sentada en una flor porque creo que ningún hada que se precie de serlo elegiría desayunar en una mesa cuando podría hacerlo sobre su flor favorita. Del mismo modo, decidí prescindir de mesas, platos y bandejas e hice que fueran insectos los que trajeran y sujetaran todas estas cosas para darle un toque más de cuento de hadas y menos de niña normal. Si estos cambios fueron efectivos o no, os lo dejo a vosotros para que lo juzguéis. Enjoy!
6 comments:
Me parecen unos cambios muy acertados, el enfoque nuevo es lo que realmente bueno.
Me encanta como explicas los procesos creativos, es realmente interesante.
Pero que muuucho mejor en mi opinión. Y me meo con la abeja que echa azúcar sobre la fresa.
Me alegro de que mis divagaciones os estén resultando medio interesantes, queridos. Y me alegro también de que coincidáis conmigo en que los cambios fueron para mejor.
Con respecto a la abeja, pensé que tendría más sentido que estuviera echando miel, pero ¿quién narices come fresas con miel? Así pues, aunque no tuviera mucho sentido, me decanté por el azúcar, y creo que me quedó bastante simpática :)
Tuve que volver a ver el dibujo para asegurarme de que era azúcar lo que echaba sobre la fresa, porque mi mente pareció decidir que era miel. Ya ves. De todos modos, probablemente las fresas con miel estén requetebuenas. Habrá que probarlas.
No puedo decir que suene demasiado apetecible, pero si haces el experimento ya nos dirás qué tal.
¿Por qué no suena apetecible? Si la miel no deja de ser azucaradamente dulce, ¿no?
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