Aquí tenéis la versión en blanco y negro del dibujo que os enseñé hace un par de días junto a la estatua que inspiró la composición. Sin embargo, mi dibujo no empezó como un homenaje al Apolo y Dafne de Lorenzo Bernini, que siempre ha sido una de mis esculturas favoritas, sino que llegué hasta la escultura del maestro italiano a través de un proceso orgánico y algo retorcido.
Antes de empezar a dibujar, la escena que tenía en mente me incluía a mí soplando las velas de una tarta que mi querida esposa sujetaba, así que me puse a jugar con la composición para ver cómo podía unir las dos figuras a través de la acción de la escena. Por otro lado, en marzo se celebran las famosas Fallas de Valencia, y como les había estado enseñando fotos de los monumentos a mis estudiantes y les había estado contando en qué consiste la fiesta, cómo se construyen las fallas, cuál es su significado, y más información al respecto de la que las pobres niñas hubieran querido saber, tenía la cabeza llena de fallas y de sus peculiares composiciones. Estas dos ideas se mezclaron en mi imaginación, y las distintas poses que se me fueron ocurriendo para mi dibujo fueron adquiriendo más y más una abstracta cualidad escultórica que me hace sonar como un pedante irredento, pero que me llevó a pensar en algunas de mis esculturas favoritas. Y ahora ya podéis ver cómo encajan las piezas. En cuanto me puse a pensar en grupos escultóricos protagonizados por un hombre y una mujer, la primera obra que me vino a la cabeza fue Apolo y Dafne, y dado que en una de mis ideas previas mi querida esposa estaba tratando de apartar la bandeja con la tarta de mis hambrientas fauces para evitar que le echara el guante encima, el paralelismo con la historia de Dafne huyendo de Apolo resultaba "obvio"... ¿no?
Una vez tenida la epifanía, supe que tenía que basar mi dibujo en la famosa estatua del maestro italiano, así que busqué una foto del ángulo más conocido de la obra, y me puse manos a la ídem. De principio a fin, el dibujo me llevó unas cinco o seis horas repartidas a lo largo de un fin de semana, y aunque tuve que hacerlo en varias sesiones interrumpidas por los típicos quehaceres diarios (fregar, pasar la aspiradora, ver The Amazing Race con mi querida esposa), me lo pasé en grande dibujándolo. ¡Espero que os guste tanto como le gustó a ella!
7 comments:
jajaja genial la historia y el dibujo, es curioso pero no tengo una estatua favorita tendré que ponerme con ello.
Ya me imaginaba yo que te gustaría la historia, Nash :)
En lo que a escultura se refiere, me reconozco muy parcial al Renacimiento italiano. Eso, y el Laocoonte.
El Laocoonte es sin duda una de mis favoritas también. Y no podría estar más de acuerdo con tu debilidad por el Renacimiento italiano.
Normal, con Miguel Ángel, Bernini, Raphael... Es el Dream Team del arte.
Exactamente. Muchas veces pienso que, si pudiera viajar al pasado, iría directo al taller de Miguel Ángel. Y si ganara un segundo viaje, probablemente al de Velázquez :)
Y oye: eso del dream team del arte podría ser una historia de lo más interesante. Hmmm...
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