Un año y medio después, durante este verano de 2015 del que no nos queda más que un mes, jugué a The Evil Within, con sus momentos de sigilo, y luego continué con su expansión, The Assignment, que se basa completamente en esta mecánica... y ambos me encantaron. Fue entonces cuando me planteé volver a Absolution, a ver qué pasaba; y lo que pasó fue que me encantó.
En Hitman Absolution el jugador controla al Agente 47, un asesino letal especializado en eliminar a sus objetivos con un sigilo tal que nadie sabe siquiera que estuvo allí. Por motivos que no desvelaré, al principio del juego 47 salva a una adolescente que posteriormente es secuestrada, lo que lleva a 47 a embarcarse en su búsqueda a lo largo y ancho de los Estados Unidos, y a dejar decenas de cadáveres a su paso.
Cada una de las veinte misiones tiene lugar en distintos escenarios, todos ellos construidos con cuidado y esmero y creados con una paleta de colores que, unida a la fantástica iluminación del juego, les otorgan una belleza difícil de explicar. En general, en cada misión hay que asesinar al menos a un objetivo (o más de uno en muchos casos), y aquí es donde Hitman Absolution se luce de verdad, pues 47 tiene una libertad inusitada para mandar a los malvados al otro barrio. Dado que se trata de un juego de sigilo y sutileza, acercarse al objetivo y coserlo a balazos suele acabar desastrosamente la mayoría de veces, con lo que 47 tiene que encontrar otras maneras de finiquitar a los facinerosos, y cada nivel ofrece una variedad increíble de posibilidades. Por ejemplo, 47 puede hacerse con rifles de francotirador y liquidar a sus víctimas a cientos de metros de distancia; o puede hacer que las muertes parezcan accidentes gracias a cables en lugares estratégicos, venenos administrados en el momento preciso, botellas de salsa de barbacoa que realmente contienen gasolina, lamentables escapes de gas, o túneles que tristemente se han desmoronado.
También puede encontrar la forma de evadir a los guardaespaldas de sus objetivos y cepillárselos por la espalda gracias a conductos de ventilación en el lugar adecuado, cornisas convenientes, o ventanas que alguien se dejó abiertas. Y eso por no hablar de las decenas de disfraces con los que 47 puede hacerse para pasar desapercibido e infiltrarse en las guaridas de los malhechores. Todo esto es posible en la práctica totalidad de los niveles, y es explorando la zona y exprimiéndose lo sesos que el jugador va descubriendo las posibilidades en cada nivel, y cómo le puede resultar más fácil (o más atractivo) darle el pasaporte a su objetivo. ¿Veneno en el sushi? ¿Un ventilador que se desploma del techo? ¿Un cuchillo lanzado en el momento oportuno? ¿La luz que se va en el momento más inesperado? La infinidad de recursos que ofrece el juego hacen que sea una delicia enfrentarse a cada reto particular, y que el jugador se sienta tremendamente satisfecho cuando sus planes salen bien.
Tantas posibilidades para tener éxito no quieren decir que el juego sea fácil en absoluto. De hecho, más de una vez tuve que dejar de jugar cuando la frustración me impedía seguir jugando porque los malditos guardias apostados en todos los recovecos posibles acababan viéndome y dejándome como un colador (y eso que me pasé el juego en el segundo de cinco niveles de dificultad). Por más que me agazapaba, me agachaba, me escondía, y hacía todo lo posible para desaparecer entre las sombras (o dentro de un armario, o en la cesta de la ropa sucia, o incluso dentro de una armadura de samurai expuesta en una vitrina), las más de las veces alguien me veía y tenía que escabullirme como podía, o liarme a balazos, lo que solía acabar con el pobre 47 tendido en el suelo y bien agujereado. Pero perseveré, y acabé triunfando. Eso sí: sutileza, anonimato e invisibilidad no puedo decir que estuvieran presentes en la mayoría de mis asesinatos. Hice lo que pude, y viví para contarlo.
Ya he dicho que los gráficos son magníficos, y tanto la animación como las voces de los actores y actrices hacen que los personajes parezcan reales como la vida misma. La música y los efectos de sonido acompañan a la acción perfectamente, y el conjunto resulta un juego altamente recomendable. Además, dado que nunca había jugado a un juego como éste, Hitman Absolution me resultó original, sorprendente, y un soplo de aire fresco. De hecho, tras terminarlo empecé a jugar a Assassin's Creed Rogue, y en más de una ocasión me sorprendí pensando que ojalá pudiera disfrazarme para colarme en el recinto de turno, tal y como se puede hacer en Absolution. Pero vamos: si queréis probar un juego en el que hay que ser sigiloso y estudiar las pautas de comportamiento de los enemigos para evitarlos en vez de plantarse delante de ellos y coserlos a balazos, Hitman Absolution os encantará. ¡Cinco estrellas silenciosas!
PD: Por cierto, Hitman: Agent 47, la segunda película basada en la franquicia, se estrena el próximo viernes, con lo que esta entrada no podría haberse publicado en mejor momento. Por si no lo habéis visto, aquí tenéis el tráiler.
8 comments:
suena realmente espectacular aunque no de buenas ideas a los jugadores eso de planificar tan detalladamente asesinatos seguro que influye en sus mentes y querrán hacerlo en la vida real...
Está de lo más bien. Lo más difícil para mí fue tener que acostumbrarme a jugar de forma diferente a como siempre he jugado: en vez de liarme a tiros con todo el mundo, tenía que evitar las confrontaciones tanto como fuera posible. En niveles de dificultad más elevados, intercambiarse balazos ni siquiera es una opción, y en cuanto te descubren se acaba el juego, lo que se me antoja prácticamente imposible. Yo jugué en el segundo nivel de dificultad de cinco (el segundo más fácil, claro), y ahí si te pillaban, al menos tenías la oportunidad (que no la garantía) de eliminar al guardia que te hubiese visto y seguir merodeando... hasta que otro guardia descubría el fiambre y empezaba a buscarte activamente, lo que te obliga a tratar de esconder el cuerpo de los enemigos caídos para que no se dé la alarma cuando los descubren. Hay que ver el uso que le di a armarios, baúles, neveras, y demás espacios cerrados. Por no hablar de los deslunados por los que me deshice de más de un muerto, jejeje.
¿Deslunados? La primera vez que leo esa palabra, oye.
Como te odio, Fel. Haces que todos los juegos de los que hablas suenen de lujo. Y no veas la rabia que me da perdérmelos. Como ya te digo cuando hablas de cómics o libros, ya podías de cuando en cuando jugar a algo que no te guste. Aunque solo sea por hacernos el favor. Por ejemplo, ponte con BioShock. ;P
¿Vas a volver a jugar Hitman en niveles superiores de dificultad?
Pues la palabra "deslunado" (que Autocorrect me ha cambiado primero a desnudaos y después a desliando) no aparece en el Diccionario de la Real Academia. Como me has picado la curiosidad, la he buscado en Google, y me he topado con esta página del Centro Virtual Cervantes en la que se discute su significado y posible origen:
http://cvc.cervantes.es/foros/leer_asunto1.asp?vCodigo=28981
Curiosamente, en los dos primeros comentarios se menciona que en valenciano existe la palabra desllunat, y que deslunado es "propio y casi exclusivo de la zona levantina". ¿Será por influencia del valenciano y el catalán? Es posible. De todas formas, no tienes más que buscar el término en Google y mirar las fotos para saber exactamente de qué estoy hablando. ¡Hay que ver lo interesantes que son las lenguas!
En lo que a Hitman Absolution se refiere, echo de menos el juego, pero no me veo jugando en niveles de dificultad superiores porque, sinceramente, no creo que pudiera soportar la presión, jajaja. Lo que sí que me veo haciendo es volver a visitar ciertos niveles particulares para intentar hacer cosas diferentes, pero ya veremos qué pasa. Pero deberías echarle un vistazo al juego, que está muy bien. O puedes esperarte a la nueva entrega de la serie, que sale en diciembre y tiene una pinta magnífica :)
Finalmente, de Bioshock (gracias de nuevo) ya os hablé en noviembre. Por si te lo perdiste, aquí tienes el enlace:
http://sunnyjhanna.blogspot.com/2014/11/bajo-del-mar.html
Ahora mismo estoy metido de lleno en Assassin's Creed: Rogue, el octavo juego de la serie y el último para consolas de la ya vieja generación. ¡Ya os hablaré de él pronto!
Entiendo pues que un deslunado es lo que yo conozco como patio interior o patio de luces. Qué curiosas son las lenguas, jejeje.
Ni me acordaba que ya habías jugado Bioshock. ¿Qué te queda entonces para cuando te acabes el último AC? ¿Ya tienes juego suplente?
Sí que lo son, sí. Cuando termine con Assassin's Creed: Rogue me queda Assassin's Creed IV: Black Flag, el séptimo de la serie que me salté para jugar a este octavo. Aparte de ése, supongo que me iré descargando los otros episodios de Life is Strange, del que os hablé hace poco, y probablemente la segunda expansión de The Evil Within. Y después de eso, ya veremos :)
Pues tienes para estar entretenido entonces. Me alegro.
Gracias :)
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