La historia, que me recuerda a las películas y novelas de ciencia-ficción de los setenta, nos presenta a un grupo de científicos liderados por Grant McCay que ha construido un artefacto que les permite saltar de dimensión en dimensión para así explorar los infinitos universos que se crean a diario cada vez que tomamos una decisión o actuamos de una forma en vez de otra. Ni qué decir tiene, las cosas no tardan en torcerse, y los exploradores tiempo-dimensionales tienen que ingeniárselas para escapar de una situación peliaguda tras otra.
Halagos y más halagos había oído sobre el arte de Matteo Scalera en esta serie, y aunque debo confesar que no me ha entusiasmado tanto como al resto de mortales, debo decir que está muy bien y que ilustra la historia de Remender a la perfección. Lo que sí me ha parecido excepcional ha sido la labor de coloreado del señor Dean White, que se luce en todas y cada una de las viñetas de este tomo, y deja al lector con la boca abierta.
En resumen, este primer volumen de Black Science me ha gustado, y sin duda se lo recomiendo a todo aquel interesado en las aventuras de ciencia-ficción que incluyen multiversos, criaturas extrañas, paradojas temporales, y situaciones límite de las que parece imposible salir vivo. Si lo que os he contado os suena interesante, no lo dudéis y haceos con este tomo, que bien vale la pena.
2 comments:
Suena interesante la verdad, aunque excepto por el príncipe valiente tengo abandonado el mundo del cómic...bueno no del todo que los reyes me trajeron unos Wild Cats nuevos que todavía no he leído.
Pues hazte el ánimo y vuelve a los comics, que hay muchas series fantásticas que te estás perdiendo :)
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