El domingo pasado, mi querida esposa y yo fuimos a ver Tusk, la nueva película escrita y dirigida por Kevin Smith. Desde el mismo momento de su concepción el verano del año pasado durante un episodio de SModcast, vuestro amigo Fel había estado interesado en ver cómo acababa saliendo la película, cuya historia es tan extraña como la de la misma gestación del film. Todo empezó el año pasado cuando, en el episodio 259 de SModcast, el podcast de Kevin Smith y Scott Mosier, los dos amigos hicieron referencia a un anuncio que había aparecido en una publicación británica. En él, el autor decía buscar a un compañero de piso, pero en vez de pagar la mitad del alquiler, lo único que dicha persona tendría que hacer sería llevar un traje de morsa un par de horas al día, y actuar como el citado animal. Este extraño anuncio capturó la imaginación de Smith y Mosier, quienes se pasaron el episodio hablando de quién podría ser el individuo que había hecho la rocambolesca oferta, quién aceptaría, y qué pasaría. Rápidamente, la historia cobró tintes más bien tétricos, y al final Kevin Smith dijo que le encantaría ver esta historia en la pantalla grande, pero que como nadie jamás querría filmarla, tendría que hacerlo él mismo. Antes de embarcarse en dicha aventura, el famoso director pidió a sus seguidores que votaran "WalrusYes" o "WalrusNo" para ver si había interés en ver su estrafalaria historia de terror llevada al cine.
Al poco de colgar el episodio en su página web, Smith y Mosier descubrieron que el anuncio era una gamberrada de Chris Parkinson, un ciudadano británico aburrido que se dedica a gastar bromas del estilo, pero ese detalle no detuvo al director de New Jersey, ya que la gran mayoría de votantes había apoyado la idea y quería ver la película. Así pues, Smith se puso manos a la obra, escribió Tusk en tiempo récord, y rodó el film en noviembre de 2013.
Como podéis ver, hacía pues casi un año que había estado esperando que se estrenara para ver los resultados de lo que sin duda iba a ser la película más rara y diferente del director, quien había declarado abiertamente que Tusk era una película de terror, algo completamente distinto a las comedias a las que nos tiene acostumbrados. Y qué queréis que os diga: me ha encantado.
En la película propiamente dicha, Wallace Bryton (Justin Long), un tipo que tiene un podcast de éxito, vuela a Canadá para entrevistar a un chaval que se ha hecho famoso gracias a un vídeo en YouTube. Sin embargo, cuando llega a su casa, descubre que el joven ha muerto y que ha ido hasta allí para nada. Empeñado en no desperdiciar el viaje, Wallace investiga un poco y se encuentra con un anuncio interesante en el tablón de anuncios de un pequeño bar en Manitoba: un hombre que busca alguien que quiera vivir con él y que esté dispuesto a escuchar las muchas historias que sobre su vida tiene que contar. Intrigado, Wallace conduce hasta el hogar de Howard Howe (Michael Parks), un hombre paralítico entrado en años que en verdad parece tener infinidad de historias que compartir. Completamente hechizado por su interlocutor, Wallace bebe lo que parecen litros del delicioso té que su anfitrión ha preparado, y cuando el joven pierde el conocimiento el espectador se da cuenta de que el té debía contener algo más que inocentes hierbajos.
A la mañana siguiente, Wallace se despierta desorientado y atado a una silla de ruedas, pero estos problemas se convierten en meros contratiempos cuando descubre que, en algún momento de la noche, alguien le ha amputado la pierna izquierda. Y el terror no hace sino aumentar cuando Howe le dice que piensa transformarlo en una morsa, ya que este simpático animal le salvó la vida cuando naufragó en latitudes nórdicas hace años, y lo echa de menos. Al mismo tiempo, la novia de Wallace (Génesis Rodríguez, que por cierto es la hija de José Luis Rodríguez "El Puma") y su mejor amigo (un crecidito Haley Joel Osment) comienzan la búsqueda del desaparecido joven, y pronto se encuentran en una carrera contrarreloj para salvarlo.
Interesante, ¿verdad?
Personalmente, la historia de Tusk me pareció retorcida, entretenida y diferente, con momentos hilarantes, aterradores e intensos. Las interpretaciones me resultaron soberbias (mención especial para "Guy LaPointe"), y los personajes bien escritos e interesantísimos. En una palabra: Tusk me pareció magnífica; pero mi querida esposa Crystal la describió como una de las peores películas que jamás ha visto: aburrida, ridícula y por completo carente de interés, y a punto estuvo de salirse de la sala y ponerse a leer en el vestíbulo. Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Es Tusk fantástica o execrable? Cada uno, evidentemente, va a tener que buscarse su propia respuesta, ya que la película está levantando reacciones encontradas. Eso sí: cuando la hayáis visto, volved aquí y compartid vuestra opinión con nosotros.
2 comments:
Creo que seria mas interesante hacer la película de como se hizo la película. Es realmente divertida. La película siendo de terror o parte de ella no la veré con lo que no podréis desempatar. Me ha hecho mucha gracia cuando me he imaginado a cristal leyendo un libro mientras tu sigues viendo la peli
Jajaja. Menos mal que no lo hizo, y aguantó a mi lado, sufriendo de principio a fin. Para compensar, la he llevado al cine a ver un par de pelis que quería ver, y le han encantado. Reseñas pronto!
Post a Comment