Pese a que los seis episodios de Black Mirror son independientes y no están relacionados entre sí, hay siempre un tema que unifica la antología: la relación entre el hombre y la tecnología. Dado que todas las historias transcurren en un futuro no muy lejano, y que ninguna de ellas es precisamente un cuento feliz, aún podemos afinar un poco más y describir la serie como un ejemplo (o seis) de cómo la tecnología afecta a las relaciones interpersonales y puede despertar el lado más oscuro de los individuos.
Como dice la misma descripción de la serie en Netflix, Black Mirror es una especie de puesta al día de The Twilight Zone, con lo que el espectador ya se imagina que va a presenciar sucesos extraños en un mundo que le resultará tan familiar como diferente, y esto no podría ser más cierto. De los seis capítulos, mis favoritos fueron el segundo, el tercero y el cuarto: sin duda los mejores de la serie en lo que a premisa y desarrollo se refiere, al menos a mi parecer. El quinto está muy bien también, aunque me impactó menos que los otros tres; y el primero y el último fueron, en mi opinión, los más flojos, aunque aún así me resultaron ciertamente interesantes. El primero en particular es de lo más curioso, porque tanto Crystal como yo coincidimos en señalar que realmente no es un buen representante de la serie, y nos extrañó que lo escogieran para inaugurarla: está muy bien, pero es bastante diferente al resto, y alguien a quien no le gustara demasiado probablemente no le daría una segunda oportunidad a la serie y se perdería unos episodios excelentes. Como muestra, aquí tenéis el tema de cada uno de ellos:1. ¿Qué pasaría si el Primer Ministro británico se viera chantajeado por un secuestrador?
2. ¿Qué pasaría si nos pasáramos veinticuatro horas al día cara a la pantalla de la televisión?
3. ¿Qué pasaría si pudiéramos grabar cada segundo de nuestra vida?
4. ¿Qué pasaría si pudiéramos comunicarnos con nuestros familiares fallecidos?
5. ¿Qué pasaría si el mundo entero estuviera persiguiéndote para matarte?
6. ¿Qué pasaría si un personaje de dibujos animados se presentara a las elecciones?
¿Verdad que suenan interesantes? Pues a cuarenta y cuatro minutos por episodio, no os llevará demasiado tiempo formaros vuestra propia opinión sobre la serie. ¡Altamente recomendable!







































