No había vuelto a jugar un solo juego para ordenador desde que el verano pasado comencé a jugar a Assassin's Creed y lo dejé por falta de tiempo. Algún que otro videojuego sí que había catado desde entonces, como los fenomenales The Cave, Monument Valley y The Room Three para android, pero siempre de un modo muy puntual y, aún más importante, en pantalla pequeña.
Así que cuando mi mujer comenzó las vacaciones de verano hace ya más de un mes y me encontré con algo de tiempo libre, me decidí a instalar y probar alguno de los juegos que llenan mi biblioteca de Steam, la mayoría de ellos conseguidos gratis o de saldo en alguna de las innumerables ofertas online que suele haber durante el año. No tardé mucho en decidirme por un juego que llevaba tiempo llamándome con fuerza: Portal.
Este juego, lanzado en 2007 por Valve, es un first person shooter muy particular. El arma que la protagonista lleva consigo durante su aventura, y a cuya presencia uno rápidamente se acostumbra, no es utilizada para acabar con la vida de nadie, sino para abrir puertas, o portales, que, conectados unos con otros, permiten al jugador desplazarse con rapidez y sortear obstáculos de cualquier otro modo infranqueables. Portal es, precisamente gracias al uso de este arma, un juego de lógica, en el que es ineludible la resolución de varios puzzles que, en forma de habitaciones que hay que ir dejando atrás, van aumentando gradualmente en dificultad. El necesario uso de objetos, nociones geométricas básicas e incluso leyes físicas como la de la gravedad para poder superar cada puzzle hace que Portal sea un juego especial, con una sorprendente identidad propia. Sorprendente al menos en 2007, que, como ya he dicho, fue el año en que este juego vio la luz. Y sorprendente para mí, que llevo casi desde entonces sin jugar a ningún juego medianamente moderno.
El diseño visual y auditivo del juego y su guión son por separado maravillas que hacen que Portal sea un juego para recordar, y llevan al jugador a sumergirse en una atmósfera minimalista pero de lo más interesante, en la que uno no está del todo seguro nunca de qué está pasando en realidad. Y el final del juego... Qué decir del final del juego. El enfrentamiento final, un peligroso puzzle en si mismo, tenía la dificultad justa para hacerme sudar sin llegarme a frustrar. Y, una vez superado, uno puede disfrutar de los deliciosamente extraños créditos del final del juego, que en su momento supusieron un paso adelante para la industria y, particularmente, me impactaron incluso hoy.
Diez años después, Portal sigue siendo un juegazo. A la que pueda me lanzo a jugar a Portal 2, que también lo tengo en mi biblioteca de Steam.
Cinco originales estrellas.
4 comments:
Nunca he jugado a ninguno de los dos por aquello de ser juegos en primera persona, pero todo el mundo que ha jugado no dice más que maravillas tanto de éste como de su segunda parte. ¡Ya nos dirás qué te parece la secuela cuando la pruebes!
A mi me encantó es uno de los pocos juegos que men he terminado y tanto la historia como los puzzles me encantaron ya que aunque son complejos no son desquiciantes. A la segunda parte no he jugado así que ya contaras que tal esta
¿Qué puedo decir? Es una maravilla, yo diría de él que es uno de los mejores juegos de la historia y no creo que exagere. Debería estudiarse en todas las aulas de la gente que quiere dedicarse a hacer juegos tanto por mecánica, como por progresión, por guión, por diseño de niveles, por contexto, por crear LA MEJOR PUTA IA MALIGNA DEL MUNDO... ¡y me quedo corto!
Del dos han dicho que es más de lo mismo pero me quedo con lo que oí hace poco: Portal es un gran trailer del grandísimo juego que es Portal 2.
Por cierto, (re)jugué a este último en julio y sigue manteniéndose fresco. Si te ha gustado Portal, Portal 2 te va a gustar también.
Y recuerda que "you will be baked and there will be cake.
Como dice el propio slogan del juego: you're now thinking with portals :D
Jo, pues ahora tengo más ganas que antes si cabe de jugar a Portal 2. Pero estaba a punto de instalarme la edición remasterizada del primer Monkey Island... Con tanto juegazo por delante no hay quien se decida.
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