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Monday, April 25, 2016

Masacre en la sala de comunicaciones

Smochenco estaba fuertemente sujeto por el cinturón de seguridad y daba gracias por ello, ya que los blackpanther (vehículos blindados de transporte de tropas ariadanos) iban al máximo de su velocidad y no se estaban dejando ningún bache por coger. Mientras intentaba que su cabeza no golpease contra ninguna parte metálica del vehículo, Smochenco empezó a teclear en la consola de comunicaciones los códigos para recibir la transmisión del cuartel general.
En la pantalla apareció el coronel Yevgueni quien, sin ningún preámbulo, dijo:
-Teniente, la misión es de suma importancia. Hemos detectado un centro de transmisión de datos de Panoceanía. Tenemos que descargar los códigos de cifrado de sus instalaciones, que se hallan en cuatro consolas en el edificio central de la base. Una vez obtenidos los datos, sus hombres tendrán que transmitirlos a nuestra base central sin demora.
Dicho esto, la pantalla se puso en negro.
Smochenco miró la pantalla táctica en la que aparecían los tres blackpanthers en formación y las dos motos de exploración a unos dos kilómetros por delante de ellos. La base estaba a menos de cinco kilómetros, con lo que dio la orden de salir de los vehículos y desplegarse.
Rápidamente, sus tropas avanzaron hasta llegar al muro que protegía las instalaciones, pero los guardias de Panoceanía ya estaban muertos. Maldición… alguien se les estaba adelantando.

Mientras avanzaban, Yuri, el spetsnaz, abrió fuego con su ametralladora mientras informaba por radio.
-Contacto con el enemigo, señor. Un grupo de cuatro soldados de Aleph está huyendo por la zona noroeste de la planta. Creo que he derribado a uno.
Smochenco dio la orden de avanzar a toda velocidad. Los dos motoristas se adelantaron y lanzaron dos granadas de humo en las entradas de la sala de comunicación.
Dos highlanders avanzaron a la carrera hacia las instalaciones por la entrada oeste, y nada más asomarse uno fue abatido por un pulso flash.
Smochenco vio cómo el otro highlander lanzaba un grito y entraba en la sala lanzando con su chain rifle una llamarada de fuego letal desde la puerta. Desgraciadamente, también fue abatido.
Sin tiempo para pensar, Smochenco vio cómo un volunteer escocés y el chaseu entraban en la habitación empuñando también sus chains rifles calcinándolo todo.

Mientras, Uxia, que había avanzado por la base, detectó al comando de Aleph que había descubierto Yuri. Con su puntero laser marcó una pared de un edificio cercano y dijo por la radio:
-Soltad el paquete.
Treinta segundos después, Uxia veía como Margot aparecía en dicha pared empuñando su lanzagrandas y abría fuego contra la posición enemiga. Antes de que la explosión dejase de resonar en sus oídos, Duroc saltó por encima de una consola de mando y achicharró con sus dos chains rifles toda la zona, pero el enorme lobo recibió un impacto que lo mandó dos metros hacia atrás y lo dejó tendido en el suelo. Al parecer, un enemigo quedaba con vida. Sin esperar un segundo más, Uxia se asomó y vació el cargador de sus dos pistolas, derribando al último enemigo que quedaba en pie.
De entre el amasijo de cuerpos calcinado sólo pudo sacar una tarjeta de datos y transmitirla a la base. Duroc había hecho demasiados destrozos.
El francotirador Cateran vio cómo un soldado de Aleph se asomaba en la azotea de un edificio con un lanzamisiles, y tras tres rápidos disparos consiguió eliminarlo.
Uno de los exploradores bajó de su moto e intentó entrar a la sala de comunicaciones. El explorador pasó por encima de los cuerpos de los highlanders, solo para encontrar también el cuerpo del volunteer, el chaseur, y el de cuatro mirmidones. Todo el equipo estaba calcinado: de allí no podrían sacar nada de utilidad, y así se lo comunicó a Smochenco.
Las tropas de Aleph o corrían o estaban masacradas, pero la misión había sido un fracaso: no tenían los datos, y aquello no le iba a hacer ni puñetera gracia al Coronel.
Smochenco llamó a los transportes para que los recogiesen en la entrada del complejo, y se obligó a observar cómo cargaban los cuerpos de sus hombres caídos. Echando un último vistazo a las instalaciones de Panoceanía o más bien a lo que quedaba de ellas, Smochenco se subió al blackpanther dispuesto a recibir la reprimenda por el fracaso de la operación
Os dejo el vídeo del combate que hizo mi rival.

2 comments:

Mario Alba said...

Cómo mola ver el vídeo después de haber leído tu crónica, Nash. En cuanto he visto "algo enorme" caer desde el cielo, sabía que era Duroc! Es como leer el libro y luego ver la película, jajaja.

Nash said...

jjajaja me alegro que te guste, la verdad es que mi amigo se curra los vídeos que son una pasada.