Los helicópteros de transporte
avanzaron a toda velocidad por el cielo nocturno de la isla lo más pegados a los árboles que
podían los diestros pilotos ariadnos.
Una media hora antes habían
recibido aviso, de uno de sus espías, diciendo que un científico de alto nivel de aleph
estaba en las instalaciones con información altamente confidencial. Era una
oportunidad entre mil, y tenían que aprovecharla como fuese.
Uxía se pintaba la cara de negro mientras observaba como la hacker mercenaria Isobel preparaba su equipo
informático y hablaba sobre programas y componentes con el especialista kazak. Tener dos hackers en la misma misión era algo que Uxía no había visto nunca en todos los
años que llevaba de servicio. La joven le pasó la lata de pintura negra distraídamente
al SAS que tenía a su lado mientras empezaba a cargar cartuchos en la escopeta.
El SAS, la cara ya cubierta con su
pasamontañas, miró a Uxía, que seguía sin apartar la mirada de los informáticos, y le pasó la pintura al francotirador cateran. Aunque no dejara de ser un maldito salteador de caminos, el SAS se alegraba mucho de que el cateran hubiese
podido llegar a tiempo, pues le había cubierto muy bien en las anteriores misiones.
El francotirador guardó la
pintura y se puso a limpiar la mira telescópica de su rifle. En frente suyo, un
médico ruso ordenaba su mochila con todo lo necesario para una misión de
urgencia mientras hablaba en ruso con un veteran kazak que ya tenía puesta su
armadura y se dedicaba a afilar su cuchillo.
En el otro aparato, el teniente
Vladimir Smochenco daba las últimas órdenes, y buena falta que hacían, pues aquello era un caos: dos metropolitaines y
un chasseur hablando en francés, sus dos
line kazaks hablando en ruso con un spetsnazy un tankhunter, y el ingeniero y
un voluntario escocés hablando inglés. Y, para colmo de males, el tercer aparato
con los refuerzos se había tenido que quedar en tierra. Esta vez, ni Duroc ni
Van Zan les podrían echar una mano.
En cuanto los aparatos tomaron
tierra, todos los efectivos salieron a toda velocidad para alejarse lo más
rápidamente posible del claro donde les habían dejado, afanándose por buscar la protección de
la espesa selva circundante.
El grupo de
infiltración se adelantó para asegurar la zona, pues tenían que proteger a su
informador y llevar a los hackers y al ingeniero para que le sacasen toda la
información posible al doctor de aleph. Además de eso, y como si no tuviesen bastantes cosas que
hacer, también tenían que volar una torre de energía en el centro del recinto
para inutilizar la central.
Uxía informó que tenía contacto
visual con su informador. El SAS y
el chasseur estaban con ella plantando minas para asegurar el perímetro. El
cateran rápidamente se fue a lo alto de una torre de refrigeración, mientras
que el spetsnaz, por su parte, subió a la azotea de un pequeño edificio y se colocó cuerpo a
tierra. El resto de efectivos, mientras tanto, se
desplegaron por ambos flancos.
El cateran tenía en el punto de
mira a un guerrero de aleph que se hallaba en la azotea de un edificio con un
lanzamisiles. El pobre diablo no tuvo tiempo de reaccionar: el disparo del escocés le reventó
la cabeza. Rápidamente, el cateran cogió su rifle y cambió de posición para que el enemigo
no pudiese localizarlo.
A la vez que el SAS destruía una
antena de aleph posicionada en una de las pasarelas, le informó a Uxía
que no se moviese, pues no era capaz de saber exactamente dónde estaba el enemigo, pero percibía que estaba cerca. El veteran kazak dejó la seguridad de su
posición y fue a investigar las sospechas del SAS, lo que lo llevó a descubrir una mina y a un
minador, al que abatió sin muchos problemas.
Tanto el especialista como el
chasseur se dedicaron a proteger la zona con minas, mientras por los flancos el resto de tropas avanzaba imparable.
Los combates pasaron de
esporádicos a completa locura. En un segundo, tropas enemigas aparecieron por todas partes e
intentaron capturar al informador de Ariadna, pero fueron rápidamente
aniquilados. Uxía lanzó granadas de humo para cubrir su avance, volar en
pedazos el edificio asignado, e intentar acabar con un francotirador, pero fue
abatida en el intento. El veteran, el SAS, y el tankhunter avanzaron para ayudar
a su compañera eliminando a unos cuantos enemigos, pero tanto el SAS como el
veteran cayeron mientras eliminaban a más enemigos.
Isobel detectó un salto de
paracaidistas enemigos y rápidamente lanzo su programa defensivo para liar a la
computadora de salto del soldado de Aleph, consiguiendo que aterrizase en la otra
punta de la planta.
Con la zona más despejada de
tropas de Aleph, el hacker y el ingeniero localizaron al científico y
procedieron a capturarlo. Al mismo tiempo, el médico consiguió estabilizar al SAS y
arrastrarlo fuera de la zona de peligro.
Con los objetivos cumplidos, los
ariadnos abandonaron la zona buscando el refugio de la selva y llamando a sus
transportes para que los sacasen de aquel infierno.
8 comments:
Bueno, Nash, no podrían ser más espectaculares ni el diorama, ni las miniaturas, ni las fotos que has hecho de ambos, que parecen encuadres sacados de una película de acción. De verdad.
Y qué decir de la historia, que te la has currado pero bien.
No sabes las ganas que me das de buscarme gente con quien jugar aquí por Soria. Menos mal que las niñas no me dejan tiempo, jajaja, porque no tengo el bolsillo tampoco como para buscarme otro hobby.
Te has leído la entrada de Nash antes de que pudiera editarla, Hal. Si no tienes otra cosa que hacer, te invito a que la releas ahora que ya le he dado un buen repaso, jajaja.
Estoy de acuerdo con Hal en que el combate y la historia son de lo más interesante. Eso sí: mirando las fotos me ha venido una pregunta a la cabeza: ¿qué significan esas siluetas azules transparentes? ¿Son fantasmas? ¿Acaso el último lugar en que se vio al enemigo? Esta última explicación me parece la más probable porque, en Shadow of Mordor, el juego al que llevo varias semanas jugando en mi Xbox 360, utilizan ese mismo recurso: cuando un enemigo te avista y te alejas, detrás de ti queda una fantasmal silueta azulada que indica el último sitio en el que se te vio, y que desaparece al cabo de unos segundos.
Otra cosa que se me olvidaba. Cada vez que leo una de tus batallas, no puedo sino preguntarme por qué no traducen los nombres de las distintas clases de personajes cuando se puede (como veteran, por ejemplo), o los adaptan al español cuando no (claterano, por ejemplo). Esto haría que todo sonara más natural, tanto por escrito como oralmente, pero bueno. Seré yo el raro :)
Volviendo a mi primer comentario, tal vez las siluetas azuladas representen a un personaje con un dispositivo de ocultamiento o invisibilidad, ahora que lo pienso...
Me alegro que os gusten y gracias por la edición Mario y efectivamente las siluetas azules es que tienen un dispositivo de camuflaje. En el caso de mis tropas tienen un camuflaje se culo las de mi rival algo en plan depredador. Hay un nivel más en que no pones ni la mini y te sale de la nada y te revienta.
De nada, de nada.
Gracias por aclarar lo del dispositivo de camuflaje, aunque tu explicación plantea otra pregunta: ¿qué demonios quieres decir con ese de "tienen un camuflaje se culo"?, jajaja.
Es lo que tiene escribir con el móvil mientras bañas a tu hijo que lo haces como el culo. Mi camuflaje es más sencillo. Lo de no traducir el nombre de las tropas es por que leo los nombres en inglés y ya se me quedan así es como x-wing yo no le llamo ala-X. .. aunque queda raro cuando lo lees en mi cabeza suena bien.
Bueno, bueno: excusado quedas, jajaja.
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