Como ya he dicho antes, ambos juegos funcionan de manera idéntica: el jugador controla una simpática ranita que lanza bolas de distintos colores, y el objetivo es unir al menos tres del mismo color para que desaparezcan de la pantalla antes de que lleguen a la calavera que marca tanto el final del carril como el de tu partida. Como todos los buenos juegos de puzzle, el planteamiento es sencillísimo, pero poco a poco las cosas se van complicando cuando aumenta la cantidad de bolas, el número de colores, y el número de calaveras a donde las bolas van a caer. Afortunadamente, siempre se pueden encontrar bolas con poderes especiales como hacer que el tiempo se detenga, que las bolas rueden en dirección opuesta a la calavera, o que confieran a la ranita la habilidad temporal de disparar y destruir bolas a mansalva.
Si os gusta este tipo de juego que pone a prueba vuestros reflejos y capacidad de pensar bajo presión, Zuma's Revenge os encantará, y cada uno de los más de sesenta niveles os supondrán un reto divertido y a veces frustrante. Además, cada diez niveles aparece un jefe de fin de fase que supone un nuevo puzzle, lo que le añade variedad a un juego que, por su misma naturaleza y mecánica, es bastante repetitivo. Y hablando de variedad, según se van superando los niveles, van apareciendo nuevas opciones de juego, como Iron Frog, en el que tienes que superar diez difíciles niveles seguidos sin morir ni una sola vez (no he pasado ni del primero); o Boss Rush, en el que te tienes que enfrentar a todos los jefes de fin de fase uno detrás de otro sin morir tampoco ni una sola vez (confieso que ni lo he intentado).
Lo dicho: si os gusta este tipo de juego, haceos con Zuma's Revenge, que os tendrá entretenidos un montón de horas. ¡Cinco estrellas anfibias!
4 comments:
He jugado a la versión gratuita del juego y me lo he pasado muy bien, estos juegos chorra mira que enganchan.
Sí que enganchan, sí :)
Ya lo creo que enganchan. Por eso yo ni empiezo a jugar a ellos, jajaja.
Yo pensaba que precisamente este tipo de juegos no se acababan nunca, Fel. Lo digo por eso que dices de que nunca te has pasado el primer "de principio a fin".
Sí que se acaban, al menos estos dos. Y supongo que haces bien en no empezarlos, porque enganchan bastante. Al primero he jugado horas y horas en distintos vuelos transoceánicos, y hace que el tiempo se pase volando. (Nótese el astuto juego de palabras.)
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