Todos los personajes están bien construidos y resultan entrañables y tremendamente humanos e interesantes. Si tuviera que escoger mis favoritos, curiosamente serían las monjas, especialmente la carismática Sister Julienne (Jenny Agutter), la estricta Sister Evangelina (Pam Ferris), y la hilarante Sister Monica Joan (Judy Parfitt), quienes no podrían ser más diferentes entre sí pero que resultan todas irresistibles por unas razones o por otras.
En general, Call the Midwife está repleta de episodios tristes y dramáticos, pero siempre hay un contrapunto de optimismo y esperanza con toques humorísticos que hace la experiencia más llevadera. Las distintas historias que se presentan a través de los capítulos cada temporada son siempre muy humanas, y las brillantes actuaciones y excelentes diálogos no hacen sino agarrar al espectador y obligarlo a que le importe el destino de los personajes, y a que se preocupe por el bienestar de las distintas madres y familias que se retratan. ¡Una serie de factura técnica impecable y de lo más compelling que no os puedo recomendar lo suficiente!
2 comments:
Tristes y dramáticos y se esfumaron todas las ganas de verlas que para eso me pongo las noticias y seguro que es una a serie magnífica pero no estoy para dramas
No te culpo
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