Me gusta leer y ver la tele

Wednesday, May 22, 2013

Un pequeño favor

Éste ha sido el libro de la saga que más he tardado en leer, y no por falta de ganas. Esta vez al pobre Dresden le buscan los problemas (como si no tuviese bastante con los suyos), y nuestra vieja amiga Mab decide que ya es hora de que Dresden pague alguna de las deudas que tiene con ella.

Como en anteriores ocasiones, esta aventura de Harry Dresden ofrece acción sin límite, tiroteos, duelos de espada, magia a raudales y un montón de malos con muy mala leche. Entre estos adversarios destacan los Denarios y los esbirros de Verano, ambos interesados en acabar con nuestro héroe. Pero, como en anteriores ocasiones, Dresden cuenta con la ayuda de bastantes amigos: su hermano, Ratón, la familia Carpenter, Murphy, Kinkaid, el Archivo, y un etcétera casi tan largo como la lista de sus enemigos.

Un pequeño favor me ha gustado bastante, pero cómo Butcher trata a los malos en esta novela en particular no me ha gustado mucho, ya que en algunos casos los pinta como si fueran estúpidos, y en otros actúan contra su naturaleza, como cuando los esbirros de los Denarios se ponen a recoger a sus compañeros caídos  o huyen de un combate. Además, pienso que la batalla final la podría haber hecho mucho mejor también. Aun así, me ha gustado mucho ver de nuevo a Kinkaid, uno de mis personajes favoritos junto con Michael, a quienes no veré por algún tiempo, ya que ahora toca esperar otro año para la siguiente novela. Habrá que armarse de paciencia.

12 comments:

Halagan said...

¿Un año te toca esperar, Nash? A ver si me pongo las pilas a partir de enero y para cuando te leas el próximo libro me pongo a tu altura.

Mario Alba said...

Eso, eso, que la serie mola, Hal.

Con respecto a este libro en particular, parece que a mí me gustó más que a ti, pero bueno. Con algo de suerte, no tardarán demasiado en traducirte el siguiente.

Mario Alba said...

Y una pregunta lingüística: ¿de verdad alguien dice "un pequeño favor" en español? Personalmente, yo diría "un favorcillo", ya que eso de "un pequeño favor" me suena a calco sintáctico del original inglés, y mira que mi español está influido y deformado por la lengua de Shakespeare. (O de Butcher, en este caso particular.) Pero vamos: que no es la primera vez que objeto a la traducción de un título de esta serie, y seguro que tampoco será la última.

Nash said...

Pues si, pero como dices los traductores no son muy buenos.

Halagan said...

Últimamente leo con frecuencia, y con mejor ritmo que nunca, así que tarde o temprano llegaré a la obra de Butcher. De momento aún tengo unos meses por delante de mucho Stephen King.

Y de Temeraire, por desgracia.

En cuanto a la tradución del título, a mí no me suena tan mal calificar un favor como "pequeño", aunque quizá es mi avanzado nivel de spanglish lo que me lleva a pensar eso. Lo que sí está claro es que quedaría un tanto cutre que el libro se titulara en español Un favorcillo.

Mario Alba said...

Aunque estoy de acuerdo con que Un favorcillo no sería un título precisamente fantástico para un libro, sería un buen título sarcástico (como en el original). Y aunque no digo que decir un pequeño favor sea incorrecto, no me suena demasiado natural:

- Oye, Nash, ¿me podrías hacer un favor?

- Oye, Hal, ¿tú no me harías un favorcillo?

- Oye, Nash, ¿me podrías hacer un pequeño favor?

No sé. Creo que las dos primeras opciones me parecen más naturales, aunque la tercera no sea incorrecta. O a lo mejor es que soy raro :)

Cambiando de tema, con respecto a las novelas de Temeraire, estuve pensando en ello después de tus correos del otro día, Hal, y es verdad que, en general, un poco de Temeraire es mucho, jajaja. Normalmente, el estilo de Novik no me molesta, ya que comprendo que trata de escribir como los escritores de la época que retrata escribían; pero es verdad que, en mi opinión, usa comas cuando no debería y se las salta cuando debería usarlas. También es verdad que utiliza demasiadas perífrasis y siempre parece usar siete palabras cuando cuatro serían suficientes. Sin embargo, lo peor, especialmente en el sexto libro del que me quejé el otro día, es cuando cuando altera el orden sintáctico (hipérbaton, creo que lo llamábamos en clase de literatura) sin ninguna razón gramatical, poética, o estilística. Esto es especialmente irritante en el sexto libro, y más de una vez me sorprendí pensando que Novik había entregado el manuscrito y ningún editor se había molestado en leerlo. "Ah, sí: la Novik. Ésa que escribe raro. Seguro que no hace falta que lo revisemos." Y anda que no se nota. En numerosas ocasiones no pude sino concluir que había palabras en una frase que realmente pertenecían a la anterior (o a la siguiente), y que el mal uso de los signos de puntuación hacía que muchas oraciones resultaran equívocas o ambiguas cuando no había necesidad de que lo fueran. Todo esto hace que no sólo cueste comprender lo que se está contando, sino que te saca de la historia completamente. Como ya he dicho en alguna ocasión, esto no me había molestado en libros anteriores, pero creo que la autora nunca lo había llevado hasta el extremo en que lo hace en el sexto, lo que, combinado con la falta de historia y cosas interesantes en la trama, resulta en un libro aburrido y difícil de leer. Y que conste que no tengo nada en contra de frases larguísimas con multitud de comas y punto y comas (yo mismo abuso de ambos: no hay más que releer este mismo párrafo): a fin de cuentas, leo la prosa de Javier Marías con frecuencia y gusto, y el madrileño es el rey de las oraciones interminables :)

Halagan said...

Supongo que si el título en inglés es intencionadamente sarcástico no habría problema por traducirlo como U favorcillo, Fel. A mí a priori no me suena bien, pero tampoco me he leído el libro, así que no puedo opinar.

Sobre los ejemplos que has puesto del uso de la palabra favor, Fel, la verdad es que a mí me suenan los tres igual de bien. Teniendo en cuenta, claro, que el tercer ejemplo, "pequeño favor", nunca lo usaría con un amigo, sino para situaciones más formales. En mi trabajo (pronto ex-), por ejemplo, lo habré usado probablemente más de una vez.

Halagan said...

Y sobre la Novik, Fel, estoy de acuerdo contigo. Su estilo literario no me atrae nada de nada, pero principalmente reconozco que es una cuestión de gusto personal. Como tú, intuyo que intenta escribir imitando un estilo muy concreto, y tengo curiosidad por leer algún otro texto suyo no ambientado en una época histórica, a ver si cambia su manera de escribir.

Las principales razones de que su estilo se me haga pesado son muchas de las que citas, Fel. El abuso indiscriminado de pausas medias (mediante el uso de los dos puntos, o los puntos y comas) hace que leer uno de sus párrafos resulte pesado e interminable, porque crea una cadena de frases subrodinadas que hace que el ritmo de lectura sea lentísimo. Y eso tiene otro problema a mis ojos, y es que al escribir de ese modo lo que provoca es que todo lo que lees está al mismo plano. No hay pausas grandes, o frases cortas que permitan que lo que se describe en ellas revele su importancia. Varias veces ya durante los primeros capítulos de este tercer libro he tenido que volver a releer algún párrafo porque nuestros héroes estaban siendo atacados de pronto y no me había enterado siquiera de cuándo había aparecido el enemigo. Por ejemplo:

"But the crowd fell abruptly off, and the noise with it, as they came nearer to the shore: houses and shops all shuttered together, though now and again Laurence saw a face look out momentarily from behind a curtain, peering up at the sky, then vanish again as quickly. Above them broad shadows flickered by, blotting out for a moment the sun: dragons wheeling overhead, so near their bellmen could be counted by the head. The guards looked up apprehensively, and hurried them onward, though Laurence would have liked to stop for a better look, to see what they were about, lingering over so populous an area, and so crushing all the commerce of the day. Only a handful of men were to be seen in the streets beneath the shadows of the dragons, and those hurrying by anxious and quick; one dog stood barking with more courage than sense, its piercing voice carrying across the expanse of the harbor; the dragons paid it no more notice than a man might a buzzing fly, calling to one another aloft."

No es el mejor ejemplo de lo que quiero decir, pero espero que sirva. Leyéndolo por primera vez, no fue hasta el final del párrafo, hasta la tercera mención de la palabra "dragons" que me di cuenta de que estaba pasando algo a lo que debía prestarle especial atención. En teoría, en un mundo ideal según mis preferencias, la Novik debería haber hecho ese trabajo por mí. Debería haberme señalado que debía prestar especial atención, cambiando el ritmo de la frase, utilizando más puntos para separar cada descripción. Lo que sea excepto camuflar los dragones que acaban de aparecer entre el resto de descripciones. Como digo, no es el mejor ejemplo, porque en este párrafo concreto la Novik se acerca bastante a lo que le pido. Pero como llevo 130 páginas ya de libro, mi cerebro pone automáticamente el piloto automático y me pierdo ese tipo de cosas.

Halagan said...

Aparte de mi comentario anterior, que espero que se entienda más o menos lo que quiero decir (y que es tan largo y pesado que Blogger me ha obligado a empezar otro comentario nuevo para seguir hablando), la Novik abusa de otros recursos literarios con resultado (para mí) brutalmente insatisfactorio. Como el hipérbaton, como bien dice Fel. Entiendo que es un recurso muy usado en la época, pero no por ello me gusta cómo lo utiliza la Novik. Como no me gusta tampoco cómo abusa también del uso de participios y gerundios como tiempos verbales, porque le dan un tono pasivo al texto que no ayuda nada a elevar el ritmo de lectura. Lo mejor de todo, claro, es cuando hace que dichos tiempos verbales se encuentren en un hipérbaton. Como la frase siguiente:

"Laurence was conscious at first of only shock, more profound than he ought to have felt, having been suspicious."

Vale que el inglés no es mi lengua materna, pero os desafío a descifrar lo que quiere decir la Novik sin leer la frase cinco veces. Y eso que he elegido una frase de las cortas, sin solons o semicolons a la vista.

Qué a gusto me estoy quedando, oye.

Si a todo esto le añadimos que, como bien decís, no suele pasar casi nada importante durante páginas y páginas, pues es normal que me cueste leer los libros de esta saga. Durante lo que llevo leído de Black Powder War nuestros héroes han volado de Pekín a Constantinopla, y no es que no hayan pasado cosas: casi han sido sepultados por una avalancha, por ejemplo, y casi son atacados a su llegada a la capital otomana. La palabra clave, por supuesto, es "casi". Porque en realidad no les pasa nada en ningún momento, y como en el segundo libro (ya poco recuerdo del primero) Temeraire y compañía han pasado la mayor parte del tiempo hablando y reflexionando sobre cosas que casi les han sucedido fuera de la página.

Y luego está el tema de que la Novik no demuestra demasiado sentido del humor en estos libros al menos, y que no conecto con Laurence como personaje protagonista. Por decirlo finamente.

Que debería sacarse de una vez la vara que lleva en el culo, vamos.

Mario Alba said...

A eso lo llamo yo explayarse y quedarse bien a gusto, Hal. Suscribo tus comentarios y no puedo sino darte la razón en prácticamente todo lo que dices. Creo que la razón por la que todo eso no me ha supuesto un problema hasta este último libro es que la historia me parecía interesante, y lo mismo las interacciones entre Laurence y Temeraire. Esas dos razones, creo, hicieron el estilo de la Novik más llevadero. Sin embargo, al leer este último la cosa cambió y el conjunto se me hizo insoportable, que parece ser es lo que te ha pasado a ti desde el principio. Sabiendo lo que he sufrido con este sexto libro, y al imaginarte pasando por un suplicio parecido, lo que me sorprende es que tú hayas continuado con la serie, jajaja.

Halagan said...

Para ser justos, el primer libro me costó leerlo, pero la Novik entraba en detalle en el entrenamiento de los dragones y en cómo son usados en batalla, la interacción entre éstos me parecía de lo más interesante y había más personajes a los que prestarles atención, lo que hacía el libro más ameno. Aún así, aparte del estilo literario de la Novik, Laurence me cayó como el culo y se me hizo muy cuesta arriba que además no hubiera ningún tipo de sentido del humor a la vista. Me leí el segundo libro para ver si mejoraba, pero empeoró cosa mala: muchos menos personajes, la relación entre Temeraire y Laurence se estanca; nulo sentido del humor; y para colmo de males pasan menos cosas que nunca, maldito viaje en barco.

Entonces decidí que no iba a leer más, pero insististe tanto en que me leyera el tercero antes de dejar la serie por imposible que tuve que hacerlo. Y, de nuevo, para ser justos, diré que al menos este tercer libro se me está haciendo menos pesado que el segundo. Tanto, que estoy pensando en leerme el cuarto libro en el futuro, porque he descubierto con sorpresa que lo tengo en casa. Ni me acordaba de que me lo habías regalado, Fel.

Mario Alba said...

Ahora que lo pienso, parece que Novik alterna los mejores libros con los más flojos, ya que creo que el cuarto es peor que el tercero, pero en el quinto la cosa vuelve a mejorar... Sólo para descarrilar de nuevo en el sexto. Supongo que eso significa que el séptimo debe ser bueno, pero ya veremos cuándo me hago con él...

De todos modos, me alegro de que éste te esté disgustando menos que el anterior...