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Monday, July 24, 2017

Best. Game. Ever.

[Escribí este post allá por finales de 2010 y principios de 2011 pero nunca llegué a publicarlo. Desde entonces ha estado ocupando un pírrico aunque simbólico espacio en el disco duro de mi ordenador. Lo recupero aquí porque sí, porque yo lo valgo, y porque, raro como es, no parezco terminar de avergonzarme ni de su redacción, ni de su contenido.]

Cuando, hace ya más de un año, mi novia [hoy mujer] Rebeca me regaló la Wii, puse mis miras casi directamente en el servicio de Consola Virtual, que permite jugar a juegos de consolas de generaciones anteriores. Por un módico precio, disfruté por primera vez desde hacía más de veinte años con The Legend of Zelda, aquel juegazo para la NES. Y descubrí también dos juegos a los que nunca había podido echar el guante antes: las continuaciones Zelda II: The Adventure of Link, y Legend of Zelda: A Link to the Past, para NES y SuperNES, respectivamente. Mi siguiente elección era obvia.

Ya desde que fue puesto a la venta por vez primera para la N64, el archiconocido The Legend of Zelda: Ocarina of Time, cuarta entrega de la serie Zelda para consolas de salón, fue considerado uno de los mejores juegos de la historia. Aún hoy es incluido en la mayoría de listas confeccionadas sobre el tema. Como antiguo jugón nintendero, cuando el servicio de Consola Virtual se cruzó en mi camino no pude seguir más tiempo obviando el tema. ¿Será cierto lo que se dice del juego, o será un típico caso de mucho ruido y pocas nueces?

Bien, por suerte nueces hay muchas, aunque se llamen nueces deku y sirvan para paralizar por unos segundos a los enemigos. Y también hay nueces metafóricas, muchas de ellas, de ésas que sirven para justificar todo el hype que ha recibido este juego durante ya más de una década. Y es que parece increíble que este juego tenga tanto tiempo, porque no tiene nada que envidiar a la mayoría de los actuales. Se podría decir que en el apartado gráfico ha quedado un poco desfasado ya, pero el diseño de escenarios está tan bien hecho que no importa ver alguna forma poligonal que otra.

Meses me ha costado completar este juego de aventuras, un sandbox de manual mucho antes de que ese tipo de juegos fueran la norma. Las cosas por hacer son tantas y tan variadas, el mundo por el que nos movemos tan enorme, que no es tarea rápida acabar con el malvado Ganondorf y rescatar a la princesa Zelda. Inmersos en una época de juegos de dificultad ultrafácil que valen una media de sesenta euros, pagar diez por un juego que me ha hecho disfrutar durante varias decenas de horas me parece un negocio estupendo.
Me quedaría sin aliento para exaltar las virtudes de este Ocarina of Time. Tiene un sonido fantástico, un sistema de movimiento y combate muy intuitivos y una buena cantidad de armas y objetos que el jugador puede utilizar. Mención aparte merece la música, repleta de temas que, para mí, ya se han convertido en míticos. Ahora bien, si tuviera que destacar una sola cosa por encima de las demás, si sólo pudiera utilizar una razón para convencer a la gente de la grandiosidad de este juego, sería sin duda su historia. Una palabra me sobra para describirla: épica. O, mejor, epiquísima. Desde el sencillo comienzo en el que nuestro héroe no es más que un pequeño niño del bosque que aprende a moverse por el mundo, hasta, varios años después, la épica batalla final, la historia de Ocarina of Time es vibrante, apasionante, y algún otro adjetivo sufijado con -ante que significa que contiene buenas dosis de humor.

Por si no ha quedado claro del todo, lo repetiré una vez más. Jugad a este juego. Todos. Sea como sea. En la Wii, en 3DS o incluso con un emulador y un buen mando para PC. Que no se diga que no os advertí.

4 comments:

Mario Alba said...

¡Vaya, hombre! No sabía que fueras tan aficionado a Zelda en general, y a Ocarina of Time en particular. Es verdad que los consoleros de Nintendo alaban tanto la serie como este juego en concreto, así que supongo que no me sorprende. Lo que tal vez os sorprenda a vosotros es que yo en la vida he jugado a ningún Zelda ni siquiera un minuto, así que no puedo ni apoyar ni refutar tus comentarios, jajaja.

Ahora que sé de tu amor por la serie, tengo que preguntarte: ¿tienes pensado jugar a Breath of the WIld, aclamado por muchos como uno de los mejores juegos de la historia?

Halagan said...

Pues sí, Fel. Ése es uno de mis mayores problemas, que me gusta todo. Las aventuras gráficas, los juegos de PC modernos, los antiguos que corrían en DOS, pero también los juegos de consola antiguos, como los Marios, los Zeldas, Mega Man... Y así lo mismo para con todas las facetas de la vida ociosa en general. La música me gusta de todas las clases, en cine disfruto tanto con Citizen Kane como con American Pie... Así no hay quien se centre en nada.

Sobre Breath of the Wild, supongo que sí, que algún día lo jugaré. Pero no en el futuro cercano. Ni de coña pienso comprarme una Nintendo Switch, eso tenedlo claro.

Mario Alba said...

En la variedad está el gusto, oye. El mío es también de lo más ecléctico, y bien feliz que soy ;)

Y te felicito por tu autocontrol y por resistir a comprarte una Switch. ¡Bien no-hecho!

Halagan said...

Gracias, gracias.