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Friday, March 17, 2017

En busca del tesoro perdido

El segundo juego que me he pasado este año ha sido la edición remasterizada del primer Uncharted. Los tres primeros juegos de la serie se publicaron para la PlayStation 3 entre 2007 y 2011, y aprovechando el lanzamiento del cuarto en exclusiva para la PS4 el año pasado, Naughty Dog le encargó a Blue Point que le aplicara el tratamiento HD a los otros tres, y los sacó a la venta bajo el título Uncharted: The Nathan Drake Collection.

Uncharted: Drake's Fortune era uno de los juegos de la generación anterior de consolas al que me habría gustado poder jugar en mi Xbox360, pero como era un título exclusivo de Sony, me tuve que quedar con las ganas. Y cuando el segundo y el tercero salieron y tuvieron una acogida excelente, todavía me dieron más ganas de poder probar la serie. No os extrañará, pues, que el anuncio del cuarto juego y de la colección remasterizada fueran dos factores de peso a la hora de decantarme por la consola de Sony esta generación en lugar de por la de Microsoft.

Emocionado y con las expectativas bien altas, empecé Uncharted en cuanto hube terminado con Until Dawn, del que os hablé el mes pasado, y rápidamente me di cuenta de que... el juego no era para tanto... ni mucho menos. Será que empieza lento, y la cosa mejora, me dije. Así que seguí jugando, esperando que la cosa mejorara, y poco a poco me fui frustrando más y el juego me fue gustando menos. Pero dejad que me explique.

Para los que no conozcáis el juego, Uncharted es básicamente Tomb Raider pero con un protagonista masculino, Nathan Drake, en vez de Lara Croft. Pero claro: todos sabemos que Tomb Raider es básicamente Indiana Jones, pero con una protagonista femenina. O sea: que el juego es, simplificando mucho, una copia de una copia. Derivative es como lo describen en inglés. Os hacéis cargo, pues: Nathan Drake es un simpático vividor aventurero que se dedica a buscar tesoros, y en la historia que se nos presenta en el juego está enfrascado en seguirle la pista al famoso Francis Drake, lo que lo lleva a perseguir el esquivo y más famoso tesoro de El Dorado. Pero Nathan Drake y sus aliados (reportera guapa y vejete graciosete) no son los únicos tras la pista del tesoro, no: un codicioso coleccionista (o mercenario, o tal vez traficante de arte, o criminal de algún tipo) aúna esfuerzos con un matoncillo y su organización para hacerse con el tesoro y poder vivir a cuerpo de rey el resto de su vida. Y si todo esto suena tipiquísimo, es porque lo es.

Típicos resultan también los escenarios en los que transcurre la aventura: junglas tropicales, ruinas antiquísimas, complejos subterráneos... y poco más, porque aparte de típicos, los escenarios muy variados no es que sean. Estos escenarios, por los que Nathan Drake corretea durante veintidós interminables niveles, son hermosísimos y están repletos de detalles, pero acaban cansando debido a la poca variedad. A lo largo de los mismos, Drake tiene que resolver sencillos puzzles a base de activar palancas, mover manivelas, girar estatuas, y apretar piedras. Estos puzzles, como ya he dicho, no son para nada difíciles, y combinados con las secciones de plataformas en las que Drake tiene que dar saltos en todas direcciones, resultan entretenidos. De hecho, si el juego hubiera consistido en estos dos aspectos, probablemente me habría gustado mucho más. El problema viene (o me vino a mí) con la tercera mecánica del juego: las interminables secciones en las que Nathan Drake se lía a tiros con las decenas de esbirros que los malos tienen contratados. Un momento: ¿he dicho decenas? Debería decir cientos (y cientos y cientos y más cientos), porque cada vez que Drake saca la pistola, tiene que finiquitar a un número ridículo y excesivo de enemigos. Aparte de lo aburrido y monótono que esto me resultó, más de una vez me tuve que preguntar qué hacían todos esos enemigos en catacumbas y cámaras subterráneas abandonadas cuya existencia nadie conocía hasta que el mismo Nathan Drake encontrara el mapa que a ellas conducía. ¿Cómo habían llegado allí? ¿Qué hacían detrás de los muros excepto perder el tiempo esperando a nuestro protagonista? Y pese a contar con todos esos recursos humanos, los malos son incapaces de prevalecer. Increíble.

Tantos enemigos hay, que merece la pena que lo repita: Drake se enfrenta a una cantidad de enemigos desorbitada y desproporcionada, y lo peor es que ninguna de estas batallas es interesante u original. Por el contrario: el juego pone al jugador en la cámara de turno, y no lo deja continuar hasta que ha dejado a docenas de enemigos listos de pasaporte. Y tres pantallas después, el proceso se repite. Y luego, otra vez. Y una más. Y otra. Durante veintidós niveles. (Y del último nivel, titulado "El enfrentamiento" -imaginaos lo que pasa-, mejor no hablo, pues a punto estuve de dejar ahí el juego.)

Todo muy bonito, con gráficos estupendos, animaciones fantásticas, y música magnífica; pero todo muy anodino, poco original, y para nada interesante. Hay un par de niveles, ahora que lo pienso, que sí resultan diferentes: el del coche, y el de la moto acuática. En el del coche, Elena, la reportera aventurera que acompaña a Drake, conduce un jeep por la jungla a toda velocidad mientras el jugador tiene que deshacerse de los vehículos que los hostigan por todas partes. Este nivel me encantó, tanto por su ritmo endiablado como por resultar original en el contexto del juego (no original en sí, pero destaca en un juego donde lo único que se hace es andar y saltar). El de la moto acuática, por otro lado, me hizo soltar espumarajos por la boca debido a lo frustrante que me resultó. Drake y Elena van en una moto acuática subiendo por el río a contracorriente mientras los centenares de enemigos lanzan barriles explosivos que hay que destruir antes de que estallen y manden a nuestros héroes al otro barrio. Y lo de "subiendo por el río a contracorriente" no es detalle baladí: en cuanto dejas de moverte hacia delante, la corriente te arrastra sin piedad, destruyendo todo el progreso que tan duramente has luchado por lograr. Tremendamente frustrante.

Pero no todo me hizo enfadar en el juego, no. Pese a ser arquetipos que hemos visto una y mil veces, los personajes principales (Drake, Elena, y Sully -lo he descrito como un vejete antes, pero no es tan mayor-) me encantaron, gracias sobre todo al magistral trabajo que los actores (Nolan North, Emily Rose, y Richard McGonagle) que les prestan su voz hacen, y es por eso precisamente que tengo curiosidad por seguir con la serie: por ver cómo se desarrolla la relación entre ellos. Bueno, por eso, y porque he leído que los siguientes juegos en la serie (en especial el segundo) son muchísimo mejores que el primero.

Parte del problema es, creo, que aunque ésta es la edición remasterizada, el juego original salió en 2007, y juegos posteriores a los que he jugado durante los últimos años son, sencillamente, mucho mejores. Por ejemplo, el soberbio Tomb Raider de 2013 del que os hablé aquí hace todo lo que Uncharted hace, pero infinitamente mejor. Y las secciones de plataformas en Uncharted palidecen en comparación con las de cualquier Assassin's Creed al que he jugado en los últimos cinco o seis años. Si hubiese jugado a Uncharted cuando salió, antes de jugar a los que acabo de citar, probablemente me habría gustado más; pero después de haber jugado a los otros, éste no les llega a la suela de las botas. Y aun así, eso no justifica ni la poca variedad del juego, ni lo poco inspirado que resulta el combate.

Para concluir, diré que Uncharted me merece dos estrellas aventureras y media, que espero sean muchas más cuando comente sus secuelas. No es un mal juego, pero sólo sobresale en las actuaciones de los actores: lo demás es normalito, y no vale la pena recomendarlo ya que seguro que habéis jugado a juegos similares (y mejores) en más de una ocasión. Aun así, continuaré con la serie, no sólo porque sé que mejora mucho, sino porque tengo todos los juegos en la estantería esperándome, y no es cuestión de ignorarlos. ¿Alabaré Uncharted 2 tanto como espero cuando por fin juegue, o me decepcionará tanto como éste? ¡En unos meses lo sabremos!

2 comments:

Nash said...

Siempre he sido un negado total en estos tipos de juegos así que no creo que lo compre pero con todo el bombo que tenia pensé que te gustaría ya que es dd tu estilo. Me. Gusto el rumor que decía que Nathan philon protagonizaría la peli basada en el juego

Mario Alba said...

Yo también pensaba que me gustaría. Como ya digo en el post, sé que las cosas mejoran con el siguiente juego, así que espero no salir decepcionado otra vez.

En lo que a Nathan Fillion interpretando a Nathan Drake se refiere... no es que no me guste Fillion, pero creo que preferiría a otro actor diferente para este papel...