Escrita por Kij Johnson, The Dream-Quest of Vellitt Boe es una versión diferente de la historia de H.P. Lovecraft The Dream Quest of Unknown Kadath, que nunca he leído y no sé por tanto cuán diferente es. Lo que sí sé es que la novela de Johnson está protagonizada por Vellitt Boe, una profesora de unos cincuenta y cinco años que se ve inmersa en una aventura inesperada al desaparecer una estudiante de su universidad. Tras hablar con su compañera de cuarto, Vellitt Boe descubre que la joven, Clarie Jurat, se ha fugado con un hombre del mundo real, y que es allí a donde la pareja se encamina.Y si he dicho lo de mundo real es porque rápidamente el lector se da cuenta de que Vellitt Boe, Clarie y compañía viven en el mundo de los sueños, al que se puede cruzar desde el mundo real mientras se duerme, pero al que es difícil y peligrosísimo regresar una vez se ha llegado al mundo onírico. Dicho peligro se debe a las extrañas criaturas y caprichosos dioses que lo pueblan, y es a todos estos obstáculos a los que Vellitt Boe debe enfrentarse en su empeño por llegar al mundo real, encontrar a su alumna, y traerla de vuelta a la universidad.
Dicho todo esto, debo decir que la premisa de The Dream-Quest of Vellitt Boe me resultó más interesante que el libro en sí. La novela está muy bien escrita, y hace gala de prosa elegante y descripciones detalladas, pero la aventura en sí no me pareció demasiado emocionante, y en ningún momento pensé que la protagonista realmente corriera peligro o no fuera a dar la talla al enfrentarse a los diversos problemas con que se encuentra. Lo que me animó a seguir leyendo fue el deseo de saber qué iba a pasar cuando Vellitt encontrara a Clarie: ¿la convencería para regresar con ella, o fracasaría en el intento? Afortunadamente, el libro es bastante corto (no llega a las doscientas páginas), con lo que no me llevó demasiado tiempo encontrar la respuesta a la pregunta. Aun así, creo que habría preferido pasar el rato leyendo otra cosa, pues en ningún momento me vi inmerso y perdido en la historia. Veredicto final: se deja leer, pero no es nada del otro mundo. Ni del real, ni del onírico.
2 comments:
Pues una pena ya que la premisa parecia interesante.
Pues sí, pero bueno. Esperemos que el próximo libro que me lea me guste más :)
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