The Art of Drew Struzan es uno de esos libros de arte de tamaño gigantesco y a todo color que me encanta comprar, y es sin duda uno de mis favoritos por una clara y obvia razón: el arte de Drew Struzan, genio entre los genios, maestro entre los maestros. ¿Que exagero, decís? Tal vez sea porque crecí admirando sus posters de películas, o porque parecía que él siempre ilustraba los posters de mis películas favoritas, que precisamente cubrían por completo las paredes de mi cuarto:
Regreso al futuro, Indiana Jones y la última cruzada, Hook, El príncipe de Zamunda,
y un largo, largo etcétera que seguro no necesito recordaros. Todos sus posters me parecían extraordinarios y llenos de magia, y siempre hacían que quisiera ver la película que ilustraban. Además de composiciones sobresalientes, colores brillantes, y la promesa de acción y aventura, Struzan capturaba las caras de los actores protagonistas con incluso más precisión que una cámara fotográfica. ¿Cómo podía alguien tener tanto talento?
Por si acaso el pedestal en el que había puesto al artista no era lo suficientemente alto,
The Art of Drew Struzan hace que lo adore todavía más, pues este libro no es simplemente una colección de sus ilustraciones de posters de películas, sino que muestra el proceso creativo de más de una veintena de los mismos. Por ejemplo, Struzan nos muestra el poster de
Regreso al futuro, y junto a él nos enseña una docena de composiciones e ideas alternativas que presentó a los estudios antes de pintar la versión final que todos conocemos... ¡y todas estas composiciones alternativas son tan increíbles y están tan acabadas como la ilustración final! ¿Pero cómo es posible? ¿Cómo puede Struzan regalarnos un poster como ése, que es perfecto tanto en composición como en ejecución, y además mostrarnos otra decena igualmente magistral? Y eso lo hace también con las secuelas de esa película, con
Indiana Jones,
El ataque de los clones y
Hook, con
Loca academia de policía 3, Gran Golpe en la pequeña China y
Harry Potter (las dos primeras), con
La venganza de los Sith, Esta casa es una ruina y
La niebla, ambas
Hellboy, Noches de Harlem, y un montón más. Y todas y cada una de las composiciones previas, las investigaciones, ideas y conceptos están acabados (a lápiz o a todo color), los retratos terminados y tan certeros como siempre, y los resultados son asombrosos, magníficos, sublimes, y una decena más de adjetivos que podría escribir.
O sea: que si pensáis que el póster de
La última cruzada es colosal, en este libro tenéis diez más igual de sobresalientes. Si vuestro favorito es el de
Regreso al futuro II, lo mismo. Y si preferís
La milla verde, Cadena perpetua, Blade Runner, o
La criatura de la laguna negra, a lo dicho me remito. Y eso por no hablar de pósters que le encargaron distintos estudios y que luego, por unas razones o por otras, decidieron no utilizar o encargar a otro artista, y que por tanto nunca antes habían sido vistos:
Cocodrilo Dundee II, Buffy la cazavampiros, Fievel va al oeste, y varios más.
Ni qué decir tiene, todas estas maravillas ilustradas vienen acompañadas de los comentarios del artista, que nos cuenta por qué tomó ciertas decisiones, de qué forma llegó a solucionar composiciones y detalles, y cómo los ejecutivos interfirieron con el proceso creativo. Un auténtico tesoro de información, vamos. Así pues, si os interesa el arte de Drew Struzan en lo más mínimo, no deberíais perderos este libro por nada del mundo, porque es una auténtica joya. ¡Siete mil estrellas más que merecidas... y me quedo corto!