¡Mira que llevar décadas leyendo comics y no haber leído todavía Watchmen! Esto debió ser lo que pensó nuestro querido co-blogueador Halagan el diciembre pasado cuando decidió regalarme la famosa serie de Alan Moore y Dave Gibbons en formato tomo gigante super lujoso (no en vano se llama Deluxe Edition).
Pese a no haber leído nunca el comic, que se publicó entre 1986 y 1987 originalmente, sí había visto la versión cinematográfica de Zack Snyder, que recuerdo me gustó bastante cuando se estrenó en 2009. Haberla disfrutado, sin embargo, era lo único que recordaba de la historia, con lo que leer el comic que inspiró la película significó prácticamente descubrir la trama por primera vez.
A estas alturas, supongo que todos estaréis familiarizados con el argumento de la que se suele calificar como mejor novela gráfica de todos los tiempos: The Comedian, uno de los superhéroes retirados e ilegalizados, es asesinado, y uno de sus viejos compañeros, Rorschach, comienza una investigación que lo lleva a descubrir lo que él piensa es una conspiración para eliminar al resto de superhéroes supervivientes. Esta trama, no obstante, no es sino la excusa que Alan Moore utiliza para reflexionar sobre la Guerra Fría, el miedo al holocausto nuclear, la salud mental de cualquiera que se ponga un disfraz y salga a la calle a luchar contra el crimen, y sobre la misma tradición de los comics de superhéroes en la que Watchmen se incluye pero que también deconstruye, analiza, y parodia.
Todos estos temas son explorados con seriedad y profundidad, y la forma en que Dave Gibbons ilustra estos conceptos es una parte de la obra tan importante como las mismas ideas que generan las ilustraciones. La forma en que viñetas en particular y páginas en general están diseñadas realza y amplifica la historia, y en muchos casos resulta vital para comprenderla exactamente como Moore quiere que el lector la perciba. Así, Gibbons llena sus viñetas de sincronía, repetición, simetría, simultaneidad, y una decena de recursos más que, combinados con el texto de Moore, crean un conjunto que no puede sobrevivir sin la unión de ambos elementos.
Pero me estoy poniendo pedante. Básicamente, aficionados y críticos alaban y ensalzan Watchmen unánimemente, y sin duda razón no les falta. Este comic es sin duda excelente, y en su día resultó tremendamente innovador. A mí, personalmente, tanto la historia como los dibujos me han encantado, y aunque no lo coronaría como mi comic favorito de todos los tiempos, sí debo decir que es colosal, y que si aún no lo habéis leído, no sé a qué estáis esperando. ¡Cinco estrellas más que merecidas!
6 comments:
Al final tendremos que leerlo.... pero por el momento me conformo con haber visto la peli.
No tengas miendo en ponerte pedante y explicarnos bien todos esos recursos que desconocemos
Jajaja. Lo principal es señalar lo bien diseñadas y compuestas que están las páginas y las viñetas, y lo bien que el texto está integrado. Es algo que salta a la vista, y una vez te pones a mirarlo te das cuenta del enorme trabajo intelectual que se requirió para diseñarlo todo y hacer que funcionara de la forma que Moore y Gibbons querían. ¡Un verdadero logro!
Tu dímelo que ya sabes que soy muy melón y si no no me fijaría que cuando leo cómics o libros me quedo con la historia y los dibujos
Cuando estés listo para leerla, ya te lo recordaré ;)
Pues ya iba siendo hora, sí. Jajaja.
Coincido en destacar el tema de la composición de las páginas y todo eso. ¡Si hasta me di cuenta yo al leerlo! Yo creo que es el ejemplo más claro que haya visto yo de un cómic que explota al máximo los recursos que puede explotar un cómic. Y la historia además yo la disfruté como un enano.
Obraza maestra.
Excelente, sin duda :)
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