Me gusta leer y ver la tele

Friday, November 13, 2015

Cazador de asesinos

Assassin's Creed Rogue es el octavo juego de la popular serie de Ubisoft, en el que me vi sumergido por completo durante el pasado mes de agosto, y con el que me lo pasé en grande. Tras haber terminado Assassin's Creed Liberation el año pasado, y haberme saltado Assassin's Creed IV Black Flag (que tengo, y del que os hablaré en el futuro), me embarqué en esta nueva aventura en la que asesinos y templarios se siguen haciendo la vida imposible mutuamente, y en la que invertí más de cuarenta horas a lo largo del mes, que se dice pronto.

En Assassin's Creed Rogue el jugador controla a Shay Patrick Cormack, un irlandés miembro de la hermandad de asesinos que, tras causar accidentalmente durante una misión el terremoto que destruyó Lisboa en 1755, comprende que los asesinos están equivocados y se cambia de bando para hacerse templario, convirtiéndose así en el rogue del título. A partir de entonces, Shay tiene que enfrentarse a los que hasta ese momento habían sido sus aliados, y en su nuevo papel de cazador de asesinos se verá en la comprometida y nada envidiable situación de tener que liquidar a sus antiguos hermanos.

Como es habitual en los juegos de la serie, el jugador puede completar las misiones centrales que hacen avanzar la historia, o puede desviarse y entretenerse con las decenas y decenas de objetivos secundarios y actividades opcionales que Rogue ofrece. Al igual que en los otros juegos de la saga ambientados en las Américas, Shay puede cazar, ayudar a ciudadanos en aprietos, navegar con su barco y capturar criaturas (tiburones, ballenas y hasta narvales), y cumplir otras tareas típicas de todos los juegos de la serie, como recolectar fragmentos del Animus, coleccionar distintos tipos de objetos, encontrar cofres del tesoro, destruir fuertes, renovar edificios, infiltrarse en campamentos y hacerse con jugosos botines, y un largo etcétera. Todas estas misiones opcionales me encantaron y me lo pasé en grande completándolas, excepción hecha en las misiones navales. Ya en Assassin's Creed III, manejar el barco y tener que liarme a cañonazos con otros navíos no acabó de hacerme mucha gracia. Sin embargo, a los jugadores en general les gustó tanto que Assassin's Creed IV Black Flag se diseñó en torno a la navegación marítima (lo que explica que me lo saltara, al menos por el momento). En Rogue, el barco sigue siendo esencial para moverse entre las tres localizaciones principales del juego (las heladas aguas del Atlántico norte, la ciudad de Nueva York, y la Zona del valle), pero una vez sincronizas cada lugar, se puede viajar entre ellos instantáneamente, con lo que con algo de estrategia pude reducir el tiempo que tuve que pasar a bordo de mi barco a lo mínimo posible.

Por lo demás, y como ya he dicho, el juego me encantó tanto o más que la mayoría de sus predecesores. Mi nivel favorito fue probablemente el de la destrucción de Lisboa, en el que Shay tiene que ir corriendo entre los edificios que se desmoronan debido al terremoto, pero todo el juego hace gala de unos gráficos y animaciones excelentes, una música que acompaña y ambienta la acción a la perfección, y una calidad técnica sobresaliente. De hecho, me gustó tanto que, ahora que he aprendido a navegar mejor, tengo hasta ganas de ponerme con Black Flag y aplicar mis nuevas habilidades a reducir el tiempo que tendré que pasar surcando las procelosas aguas caribeñas. ¡Cinco estrellas irlandesas!

9 comments:

Halagan said...

¿Llevan ocho juegos ya? Madre mía. De hecho, me extraña que sigan sacándolos en la Xbox 360.

Qué envidia sana te tengo, Fel. La verdad es que llevo un tiempo con mucho mono de comprarme una tele, una consola en condiciones y jugar a juegos de este tipo. Ya sabéis, modernos. Tipo Battlefront, o el próximo Tomb Raider, o The Last of Us.

Lástima de prioridades. Pero ya llegará el día. :)

Nash said...

Lo mismo digo algún día llegara, pero mientras a disfrutar de los peques.

Mario Alba said...

Llevan ya DIEZ juegos, que se dice pronto. Rogue es el octavo y último para las consolas de la vieja generación (Xbox360 y PS3). Los dos más recientes, Unity (que salió el año pasado y tiene lugar durante la Revolución Francesa), y Syndicate (que salió hace un par de semanas y transcurre en el Londres victoriano), sólo están disponibles para las consolas de nueva generación (Xbox One y PS4), así que no podré jugar hasta que me haga con una PS4. Y cuando la tenga, también podré jugar a The Last of Us, Rise of the Tomb Raider, y muchos otros que tengo en una lista, jejeje.

Ahora mismo estoy jugando al séptimo de la serie, Assassin's Creed: Black Flag, pero dada mi relación amor/odio con el dichoso jueguecito, estoy jugando también a Life Is Strange al mismo tiempo, que me está gustando mucho, mucho más. ¡Comentarios sobre el segundo episodio pronto!

Halagan said...

Diez juegos. Jo, qué bestialidad.

¿Ya te has decidido por dejar a Microsoft y pasarte a Sony, Fel?

Mario Alba said...

Sí, completamente, y por una razón fundamental: los juegos exclusivos de PS4 me parecen mucho más atractivos de los de Microsoft, al menos en los dos años que llevan las consolas en el mercado. Y los que están disponibles en ambas plataformas tienen mayor resolución en la PS4, que tiene mejor capacidad gráfica. Es, básicamente, la misma razón por la que me compré la 360 en vez de la PS3 hace varios años: me interesaban el primer Assassin's Creed (el primero: anda que no hace tiempo, jaja), el primer Gears of War (exclusivo de Microsoft), y God of War II (exclusivo de Sony). Tras comparar precios y prestaciones, al final me decanté por la 360 porque Gears me parecía visualmente increíble, y creo que no me equivoqué. En esta nueva generación, sólo hay de momento dos juegos exclusivos de Xbox One que me interesan (Gears of War 4 y ReCore), y una multitud exclusivos de PS4: Until Dawn, Hellblade, The Order 1886, Infamous: Second Son y Uncharted 4. Y ya que menciono este último, acaba de salir el pack con los tres primeros juegos de la serie remasterizados para PS4, que ya tenían una pinta fantástica en la PS3 y a los que siempre quise jugar. Y hablando de juegos originales de PS3 que han sido remasterizados para la PS4, no puedo sino citar The Last of Us y el famosísimo y multipremiado Journey. Y no "sólo" eso, sino que además hay un montón de juegos que han salido para PC que están también disponibles para PS4 y no para Xbox One. Entre los que más me interesan se cuentan Grim Fandango Remastered (jamás jugué al original), The Vanishing of Ethan Carter, Dreamfall Chapters, y Back to Bed. Y luego están los que están disponibles para ambos sistemas, pero con mejor resolución en PS4: los nuevos Assassin's Creeds, Horizon, y The Witcher 3.

O sea: que PS4 all the way!

Halagan said...

Madre mía. Está claro que has hecho los deberes, Fel. Con la cantidad de juegos deseados que nombras, ya puedes hacer el cambio a PS4 pronto o vas a acabar teniendo una lista más larga que la de tus lecturas anuales.

Mario Alba said...

Muy cierto!

Halagan said...

Pues nada. Ganas tengo ya de que te compres una. Es que así, cuando hablas de ello aquí, es un poco también como si la tuviera yo. :)

Mario Alba said...

Lo comprendo, lo comprendo. El plan original era hacerme con una estas Navidades, pero probablemente espere hasta las próximas. Lo bueno de tener una lista de juegos tan larga es que, cuando empiece a comprarlos, estarán rebajadísimos, jejeje.