Thursday, May 29, 2014
Bostezos atómicos
Tras haber visto Godzilla hace un par de días, no me queda sino preguntarme: ¿acaso seré yo el raro? (No hace falta que me contestéis, majos.) Y es que, a pesar de las estupendas críticas, la gran recaudación que lleva, y lo mucho que parece estar gustando, qué queréis que os diga: yo me aburrí como una ostra, y bien podría haberme levantado y salido del cine a mitad película sin volver la vista atrás, y no me habría perdido nada. Lo único que de verdad me gustó fueron los primeros veinte minutos, o lo que es lo mismo, la parte de la película que transcurre en Japón. A partir de ahí, Godzilla no es sino un montón de planos de helicópteros volando de acá para allá, un montón de soldados persiguiendo bichos gigantes, y toneladas y toneladas de derrumbamientos, escombros y desastres varios. Lamentablemente, la acción me pareció tan sosa, genérica y falta de imaginación como carentes de interés me resultaron los personajes y sus situaciones particulares (todo ello post-Japón, recordemos). Eso sí: los efectos especiales son excelentes, Godzilla parece real como la vida misma, y la monocromática batalla final es visualmente atractiva e interesante. Aun así, y pese a que soy consciente de que mi siguiente afirmación podría muy bien costarme el carnet de cinéfilo de por vida, creo que la vilipendiada versión de Roland Emmerich de 1998 me resultó infinitamente más entretenida cuando la vi hace ya dieciséis años, aunque también es verdad que entonces aún era joven y fácilmente impresionable. Pero vamos: si veis esta nueva Godzilla, no dejéis de decirnos qué os parece, lo equivocado que estoy, y en qué universo paralelo la blasfemia de Emmerich podría ser mejor que... que... que cualquier otra película de la historia. Abierto queda el debate.
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2 comments:
No vi la versión de los 80 y según parece tampoco veré esta. Cada día el cine esta peor.
De todo hay...
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