El otro día terminé de leerme Video Night, una novela escrita por Adam Cesare que rinde homenaje a las películas de monstruos e invasiones extraterrestres de los ochenta. La historia está protagonizada por Billy, el típico empollón de instituto que está enamorado de su vecina Rachel con la que ni se atreve a hablar, y su mejor amigo Tom, tipo duro que no va a clase y se dedica a fumar y hacer lo que ese tipo de adolescente suele hacer. Ambos amigos se reúnen cada viernes por la noche en casa de Billy para ver una película de terror, y es en los dos o tres días que preceden al esperado evento que la historia transcurre. Dicha historia no es ni más ni menos que la llegada de unos parásitos extraterrestres que entran en cuerpos humanos en forma de semilla, crecen rápidamente, y les salen a sus desdichados huéspedes por la boca, mandándolos al otro barrio en el proceso. Su misión: multiplicarse, destruir a los humanos, e instalarse en la Tierra. Y, ni qué decir tiene, los únicos aparentemente capaces de detenerlos son los expertos en películas de terror Tom y Billy, y su amor platónico Rachel, que pasaba por allí (no exactamente).
Video Night está perfectamente ambientada en los ochenta gracias a referencias a videojuegos y películas de terror en VHS, y de principio a fin transmite la sensación de estar viendo una de esas películas de invasiones alienígenas y parásitos extraterrestres de bajo presupuesto que todos vimos y disfrutamos cuando éramos pequeños. Al igual que estas películas, Video Night entretiene sin ser gran cosa, y hace gala de las mismas virtudes y defectos que dichos filmes: personajes unidimensionales, decisiones cuestionables, más atención puesta en los monstruos que en los personajes, etcétera. O sea: que para pasar un rato entretenido recordando las películas que veíamos hace veinticinco años está bien, pero su falta de sofisticación o profundidad (que no aspira a tener, que quede claro) hace que se olvide con facilidad y no sea más que un divertimento temporal sin pretensiones. Le doy tres estrellas invasoras, y os recomiendo que veáis una película de la época en vez de leer este libro: sacaréis lo mismo de la experiencia, y acabaréis antes.
2 comments:
jajajaaj es que lo ochentero esta de moda y no solo en las pelis en los libros también. Pero piensa que hay mucha gente que no ha disfrutado de esas pelis o libros y ahora pueden disfrutar de este tipo de productos y sorprenderse.
Sí que está de moda, sí. Será porque los que crecieron en esa década son ahora los creadores de libros, películas, etcétera.
Y sí: supongo que gente que no vivió esa época puede sorprenderse con este tipo de producto, aunque creo que la nostalgia juega un papel fundamental en el interés y disfrute de dicho producto, y no sé hasta que punto le puede gustar a alguien que no lo viviera cuando era pequeño. Es como ver películas o leer libros que rinden homenaje a los setenta: como yo no los viví, no conecto con el material. Pero puede que el raro sea yo, como siempre, jajaja.
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