El regreso de Tintubre

Como probablemente recordéis, el octubre pasado participé en Inktober, la locura artística que consiste en hacer un dibujo a tinta a diario desde el 1 de octubre hasta el 31 del mismo mes. Como probablemente también recordéis, pese a que logré cumplir todos los días, hubo veces en que pensaba que no iba a poder hacerlo debido a la falta de tiempo y obligaciones varias, y casi acabé volviéndome loco en un par de ocasiones... o seis.

Este año tengo un trabajo nuevo que me deja menos horas libres que antes, y además está más lejos de mi casa, con lo que las horas para dibujar (y para hacer otras cosas) se han visto drásticamente reducidas. Además, el día 26 llegan mi hermana y su novio a visitarnos, visita que durará hasta el dos de noviembre. En otras palabras: que ya me había hecho a la idea de que este año no iba siquiera a plantearme participar en Inktober, especialmente porque el poco tiempo libre que tengo lo estoy invirtiendo en trabajar en el fantástico juego de OveR Software Cervantes: Perdiendo los papeles. Y fue entonces cuando se me ocurrió: ¿y si combinara trabajar en el juego con Inktober?

Así pues, he decidido desenfundar mis herramientas de entintado una vez más, y comprometerme a hacer un dibujo diario desde hoy hasta el día 31. A diferencia del año pasado, todos los dibujos de este año tendrán el mismo estilo y estarán hechos con las mismas herramientas (o sea, mi bolígrafo negro), con lo que los resultados no serán tan variados como los del año pasado; pero, al menos, seré productivo, avanzaré en el desarrollo del juego, participaré en la locura de Tintubre, y me lo pasaré bien... si no enloquezco a mitad de mes, claro. ¡Deseadme suerte!