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Sunday, September 27, 2015

Perseguidos

Hunted, el sexto libro de las aventuras del Druida de hierro escritas por Kevin Hearne, retoma la acción en el punto exacto en el que terminó la novela anterior: con Atticus, Granuaile, y Oberon acosados y asediados por los panteones grecorromanos. Durante las dos terceras partes de este libro, nuestros protagonistas se encuentran corriendo sin parar a lo largo y ancho de Europa para dar esquinazo a Diana y Artemisa, las diosas cazadoras que los persiguen implacablemente para castigarlos por la desaparición de Baco, el dios borrachín a quien se enfrentaron en la novela anterior. Tras mucho correr, Atticus, Granuaile y Oberon llegan a Inglaterra, donde se produce el desenlace de la persecución, que no de la novela, ya que tras éste un par de acontecimientos de gran importancia tienen lugar, y ayudan a preparar el camino para la próxima entrega.

Hunted es una novela de lo más entretenida e interesante en la que Atticus se enfrenta a grandes dificultades debido a la muerte de la Morrigan, quien lo había estado protegiendo desde hacía años. En esta nueva posición de vulnerabilidad, Atticus se las ve y se las desea para escapar con vida de ciertas situaciones límite, y necesita todo su ingenio y habilidad para prevalecer frente al cada vez más numeroso grupo de seres que le quiere dar el pasaporte. Si habéis estado siguiendo las aventuras del Druida de hierro, Hunted no os decepcionará. ¡Altamente recomendable!

5 comments:

Nash said...

Pues al paso que mueren Dioses al rededor de nuestro amigo no va querer nadie acercarse a el. Viven siglos y siglos y en unos cuantos años cuantos dioses han palmado ya??
Me alegro que la serie no decaiga.

Mario Alba said...

Unos pocos ya, jajaja. En esta serie, algunos panteones, como los grecorromanos, son inmortales, mientras que otros como los irlandeses o los nórdicos sí pueden morir. Es interesante :)

Halagan said...

¿Pero no dices que Baco había palmado?

Ah, no, espera, que ha desaparecido. Estará durmiendo la resaca apoyado en alguna columna jónica, hombre. Qué suspicaces son estas diosas.

Mario Alba said...

No, Baco no había palmado. Atticus lo dejó en una situación "comprometida" de la que no iba a poder salir por sí mismo, con lo que las diosas tenían razones para recelar, jajaja. Si hubiera estado durmiendo la mona habría causado mucha menos destrucción, así que ya se podía haber quedado apoyado en la citada columna jónica, ya ;)

Halagan said...

Jajaja. Aclarado.