Aquí os presento mi penúltimo proyecto: la landspeeder Tormenta de Los lobos sangrientos.
Esta mini tiene una historia muy interesante, ya que la compré hace bastante tiempo por eBay a Inglaterra, y el primer envío no llegó. Hablé con el tipo al que se la había comprado y me dijo que lo volvería a enviar, y después de esperar unos cuantos meses después sin recibirlo, me resigné y di el artículo por perdido muy a mi pesar, ya que esta modificación del landspedeer ya no se vende. Así que cuando mi primo me dijo que hacía un montón de tiempo que tenía un paquete en su oficina para mí y que siempre se le olvidaba traérmelo, casi me lo cargo.
Como suele pasar con todas las cosas de segunda mano, la mini tenía varios desperfectos y algunas chapuzas como el emblema de la Guardia Imperial en el morro de la nave, así que lo primero que tuve que hacer fue intentar arreglar en todo lo posible esos destrozos y quitar la pintura que tenía. Una vez hecho esto, ya pude empezar a trabajar en ella.
Como todos los vehículos del capítulo de Los lobos sangrientos, los colores básicos son el rojo y el negro, y los pilotos tienen los cascos amarillos. La base representa una colonia imperial infectada por los tiránidos.
La Tormenta está equipada con un cañón de fusión que controla el copiloto, y dos lanzaderas de cohetes, dándole una potencia de fuego muy alta en cualquier lugar del campo de batalla que la necesites gracias a su velocidad, aunque es un tanto frágil... pero todo no se puede tener.
Espero que os guste.
5 comments:
Como sueles decirme tú, no sé si me gusta más la historia o la mini en sí, jajaja. Me alegro de que al final te llegara, pese al olvido de tu primo :)
Me alegro que te guste tanto la historia como la mini.
La miniatura es rígida, ¿no, Nash? Entiendo que las figuras de los pilotos no se pueden extraer, ¿verdad? Si es así, entonces, ¿cómo leches han conseguido pintar la parte de atrás de los cascos con esa precisión?
Es que estoy alucinando.
Buena pregunta, en principio los muñecos los puedes pintar por separado y luego los pegas en la nave, con lo que es mucho más fácil de pintar tanto unos como la otra, pero como la compre de segunda mano estaba todo pegado con lo que me toco hacer juegos malabares para pintar detrás de los pilotos y los cascos.
Me alegro que te guste.
Madre mía. Ya me cuesta a mí rellenar los cuadraditos de la quiniela (cuando la hacía) sin salirme de los bordes, como para intentar pintar miniaturas, mucho menos en esas condiciones.
De verdad, Nash, mucho mérito tienes.
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