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Wednesday, November 23, 2016

Misión en Dubai

A primera vista, Spec Ops: The Line es el típico shooter militar en tercera persona en el que el protagonista y sus dos compañeros de escuadra de la Delta Force se embarcan en una misión de rescate. Dicha misión tiene lugar en una Dubai postapocalíptica que ha sido destruida por una terrible tormenta de arena y por el tremendo conflicto armado posterior. Así pues, la misión del capitán Walker y sus compañeros Lugo y Adams es encontrar supervivientes y llevarlos a una zona segura de donde serán evacuados por el ejército.

Este típico planteamiento empieza a cambiar al poco de empezar el juego, pues Walker y sus hombres rápidamente descubren que algo raro ha pasado, y que los soldados que llegaron allí antes que ellos para comenzar el proceso de evacuación parecen haberse dedicado a masacrar a los supervivientes en vez de ayudarlos. O a lo mejor es la CIA, que parece tener personal allí también. O puede que no.

La situación no está en absoluto clara, y las pistas y cadáveres que Walker y sus compañeros van encontrándose, más que arrojar luz sobre el misterio, hacen que se pregunten qué demonios está pasando en Dubai. Y lo que pasa, o parte de lo que pasa, depende del jugador, quien a lo largo del juego tiene que tomar decisiones que afectan a la supervivencia de varios personajes, y que ponen de manifiesto los horrores de la guerra, y cómo en estos conflictos hay, más que buenos y malos, zonas grises y líneas que nadie debe cruzar; líneas estas a las que el título del juego hace referencia.

Estas decisiones son lo más interesante del juego, y sin duda lo que más me ha gustado de Spec Ops: The Line. El juego es entretenido de principio a fin, aunque hay un par de secciones que duran más de lo que deberían (en mi opinión), y las mecánicas del juego (¡dispara! ¡dispara más! ¡sigue disparando!) no ofrecen tanta variedad como podrían. Aun así, gracias a la historia que se presenta, y a la forma en que los eventos transcurren y cómo la situación se va perfilando poco a poco (aunque la revelación que le da sentido a todo no sucede hasta el mismísimo final del juego), Spec Ops: The Line atrapa al jugador y lo mantiene atento e intrigado de principio a fin.

A esto ayudan unos escenarios detallistas y verdaderamente hermosos (y eso que, más que nada, hay arena y más arena), y unas conversaciones entre tiroteos que ayudan a desarrollar a los personajes y alinearlos a uno u otro lado del conflicto que se presenta.

En resumen, Spec Ops: The Line sería un shooter más de no ser por la historia que se narra, y es esta historia y el enfoque que la gente de Yager Development le da lo que lo eleva por encima de la mediocridad. Le doy tres estrellas postapocalípticas que podrían haber sido cuatro de haber habido más decisiones y dilemas morales de los presentados, y os lo recomiendo para pasar un rato entretenido y angustiado al mismo tiempo. Si jugáis, ya me diréis qué os parece.

2 comments:

Nash said...

Suena interesante, es una pena los fallos que comentas. Pero es que al final te casas de que en un juego todo sea igual, no entiendo como los diseñadores no se dan cuenta de eso.

Mario Alba said...

Exactamente.