Me gusta leer y ver la tele

Saturday, November 07, 2015

We Don't Need Roads

¡Hola, Sunny Jhanna!

Tres años y seis días después, como si de una condena en prisión se tratara, vuelvo por ésta nuestra casa digital que lo es de todos.

Tres años y seis días.

Santo cielo.

Ya llevaba cierto tiempo dándole vueltas a volver a escribir de forma activa en la soleada Jhanna, y la pluma que ha terminado de inclinar la balanza ha venido por medio de una recomendación de nuestro querido Fel. Una vez más.

Chrononauts es una miniserie cómic de cuatro números escrita por Mark Millar (Civil War, Kick-Ass, The Secret Service), dibujada por Sean Gordon Murphy (Punk Rock Jesus) y co-creada por ambos, y publicada por Image comics a principios de este mismo año. Millar y Murphy nos cuentan en ella la historia del genio científico Corbin Quinn, flamante y reciente inventor de un método para viajar en el tiempo, y su compañero y amigo Danny Reilly, quien está dispuesto a seguirle en la que será la primera expedición al pasado de la historia.

Debo reconocer que, tras leer el primero de los cuatro números, la historia de Chrononauts no me había terminado de enganchar. Dos científicos se preparan para viajar atrás en el tiempo. Vale. Eso ya lo hemos visto cientos de veces. Su única pretensión es documentar los momentos más importantes del pasado, con lo cual deben tratar de pasar desapercibidos y en la medida de lo posible no interactuar con nadie ni alterar nada. Pues muy bien. Todos nos sabemos ya de memoria las reglas de las historias que hablan de viajes temporales. Durante ese primer número, que no hace sino sentar las bases de lo que vendrá a continuación, sentí que esa historia ya me la habían contado muchas veces. Y mejor.

Pero seguí leyendo, porque sabía que la cosa no podía quedar ahí. Y, efectivamente, cuando creía que intuía perfectamente por dónde iba a discurrir la historia, cuando me preparaba para continuar leyendo otra historia de viajes temporales al uso, el genio del equipo creativo Millar-Murphy no sólo me demostró que iba a romper todas mis previsiones, sino que pensaba violarlas, triturarlas y dárselas de comer a los tiburones. Es a partir del segundo número cuando descubrí que Chrononauts no es solo un refrescante viento huracanado, sino un nuevo ejemplo de la capacidad de Mark Millar de escribir historias exhilarantes* que, por muy alto y lejos que lleguen, no dejan de tener unos firmes cimientos emocionales.

Según me ha dicho Fel, como tantas otras de las obras de Mark Millar, Chrononauts ya ha emprendido el viaje hacia la pantalla grande. Cuando la estrenen, si la vida me lo permite, estaré allí como un clavo. Me pregunto si no estará involucrado de alguna manera Matthew Vaughn en el proyecto…

Tres años y seis días después, he vuelto cambiado. Ahora estoy casado, soy padre por partida doble, vivo en otra ciudad, tengo otro trabajo… Pero está claro que sigo siendo un friki de los de verdad, con ganas de seguir disfrutando de las buenas historias que nos rodean y nos rodearán. Eso no se pierde nunca. Eso se lleva por dentro.



*Lo siento por el spanglish, pero no soy capaz de encontrar una palabra en español que exprese tan exactamente lo que quiero decir como el adjetivo inglés “exhilarating”.

8 comments:

Nash said...

Me alegra ver un artículo tuyo de nuevo y espero que no pasen otros tres años en leer otro. Tiene muy buena pinta el cómic si lo encuentro cuando pase por mi tienda de cómics habitual en alicante .

Mario Alba said...

Doble alegría que me he llevado al pasarme por la soleada Jhanna hoy: ¡el regreso de Halagan, y la entrada sobre Chrononauts!

Con respecto a la primera, no veas cómo me alegro yo también de tenerte de vuelta escribiendo, Hal. Si me hubieras dicho que hacía tres años que no posteabas, no me lo habría creído. Pero ahí está el enlace. ¡Hay que ver cómo pasa el tiempo! La última vez que escribiste una entrada, sólo había oído hablar de Breaking Bad, y ahora he visto no sólo la serie completa, sino la primera temporada de su excelente spin-off, la brillante Better Call Saul. No diré que soy un hombre cambiado como tú, aunque ahora yo también vivo en otro sitio, jajaja. Cuando leí tu entrada hace tres años, Crystal y yo vivíamos en Dalton (Georgia), y ahora estamos una vez más en Chattanooga. Eso sí: hijos, ninguno :)

Con respecto a la segunda, me alegro de haberte hecho leer Chrononauts, y de que te haya gustado tanto. Como bien sabes, yo me la leí el mes pasado, y desde entonces tengo la entrada escrita y lista para publicarla, ¡pero te me has adelantado, jajaja! Cuando salga, quedará algo repetitiva, pero bueno. Estoy de acuerdo en que la serie es sorprendente y de lo más entretenida, y sin duda destruye las expectativas del lector y se lo lleva en un viaje inesperado y de lo más gamberro. La razón principal por la que estaba interesado en leerla era tanto porque la había escrito Millar como porque los dibujos eran de Sean Murphy, artista al que llevaba años siguiendo en DeviantArt y admirando sus posters e ilustraciones, pero del que nunca había leído ningún comic. Así pues, tras ver Kingsman en el cine (¡tres veces!), quería leer algo de Millar, y cuando vi que la historia iba no sólo de viajes en el tiempo, sino que la ilustraba Murphy, no pude sino hacerme con el tomo recopilatorio. ¿Qué te parecieron los dibujos, Hal?

Halagan said...

Gracias, Nash, y gracias, Fel. Sienta bien eso de volver a casa.

No te arrepentirás de leer el cómic, Nash. O siempre puedes esperar a que estrenen la película y disfrutar la misma historia adaptada a la pantalla grande.

Cuando entré en el blog para escribir y publicar la entrada ya vi preparado un post tuyo en formato borrador con el nombre de Chrononauts. Lo siento, pero me dió igual. Si me lo llego a pensar ni tan siquiera un poco entonces no habría posteado nada. Así que... Muy bienvenida será la repetitividad, al menos por mi parte.

Sobre los dibujos de Murphy, que no me puedo creer que no haya dicho nada de ello en la entrada, la verdad es que su estilo me gustó mucho. No tengo ni idea del tema, así que perdonadme si digo alguna burrada, pero me recuerda al estilo de una serie de cómics europeos que tenía mi padre en casa: Mac Coy. Solo que con unos dibujos un poco más limpios.

Voy a dejar ya por hoy de intentar seguir opinando sobre cosas que desconozco por completo, que seguro que ya he hecho el ridículo suficiente. ;)

Mario Alba said...

¡Curiosa comparación! Yo diría que el estilo de Murphy es más sucio, no más limpio, jajaja. Si miras sus dibujos en blanco y negro en vez de coloreados verás lo que le gusta pringar:

http://seangordonmurphy.deviantart.com/gallery/

Más al respecto mañana en mi entrada, que me alegro no te detuviera a la hora de escribir la tuya :)

Halagan said...

Jajaja. Pues sí, seguramente tienes toda la razón. Por algo digo que no sé nada de nada de este tema. Pero nada de nada. De nada.

Una pregunta: ¿a Murphy lo comenzaste a seguir por Deviantart antes de saber que también ilustraba cómics? Y otra segunda pregunta: ¿comenzó ilustrando cómics y luego se abrió una cuenta en Devianart, o comenzó a trabajar para la industria precisamente por darse a conocer en la susodicha red social?

Mario Alba said...

No: empecé a seguirlo en DeviantArt porque dibujaba comics;y, que yo sepa, se abrió la cuenta de DA después de haberse hecho profesional. De hecho, hay un montón de dibujantes de comics que tienen cuenta en DA y ponen dibujos a lápiz y demás.

Halagan said...

Interesante. ¿Y se pueden ver todos los dibujos que pone la gente sin tener una cuenta activa?

Mario Alba said...

Creo que sí :)