Inestabilidad mental

Si no habéis visto la primera temporada de Legion, desde aquí os animo a que degustéis los ocho episodios que la componen. La serie se centra en David Haller, conocido como Legión en los comics de mutantes de Marvel, y en la peliaguda situación en que se halla. Lo único que yo sabía del personaje era que es uno de los mutantes más poderosos del universo Marvel, y que sufre de algún tipo de personalidad múltiple. Bueno, y que creó la Era de Apocalipsis con sus acciones hace cosa de dos décadas, pero eso no es relevante ahora mismo.

La serie nos presenta a David (Dan Stevens) en un hospital psiquiátrico tratando de sobreponerse a sus problemas mentales, y a partir de ahí las cosas se vuelven cada vez más y más surrealistas. La acción tiene lugar tanto en el mundo real como en la mente de David, y la forma en que ambos planos se entremezclan es fascinante. El surrealismo se consigue a base de estilo (la serie lo derrocha), decisiones artísticas y visuales tan originales como acertadas, y a básicamente dejar que los creadores de la serie jueguen con el formato de la serie y nuestras expectativas de lo que cuarenta minutos de televisión suelen ser.

A veces no hay diálogo durante minutos y todo transcurre en silencio. A veces la música asume protagonismo y la acción se sincroniza con ella. A veces vemos los sucesos desde la perspectiva de David, y a veces desde la de los otros personajes (los estupendos Syd, Cary, Ptonomy, o Melanie, por ejemplo), aunque a veces no estás seguro hasta que algo te lo indica claramente... a no ser que eso sea otra percepción de otro personaje, claro. A veces Legion es una serie de acción, y otras veces es un drama. O un musical. O una peli de terror. O una mezcla de todas las anteriores. O algo completamente distinto.

A que todo esto funcione y resulte verosímil contribuyen en gran medida el excelente trabajo de los actores, especialmente Stevens, Rachel Keller, y Jean Smart, que bordan sus papeles y logran que el espectador se crea todo lo que esta pasando, por más extraño que resulte; y la audacia y valentía que los creadores y guionistas de la serie demuestran en cada escena. Es como si les hubieran dado carta blanca para hacer lo que les pareciera sin importar los datos de audiencia, y precisamente por ello hayan sido capaces de dar rienda suelta a su imaginación para crear algo original que obliga a los espectadores a prestar atención en vez de tratarlos como si fueran idiotas, algo que muchas series y películas suelen hacer.

Si lo que os he contado hace que la serie parezca más rara que un perro verde, es porque lo es, pero eso no quiere decir que sea mala, sino todo lo contrario: Legion es extraordinaria, original, y algo nunca visto, y si no le habéis echado un vistazo todavía, no sabéis lo que os estáis perdiendo. ¡Cinco esquizofrénicas estrellas!