Post-Halloween Fest I: The Walking Dead

El primer episodio de la séptima temporada de The Walking Dead cerró el festival de Hallowen que Crystal y yo celebramos el año pasado. Dado que sólo comenté ese episodio en particular, me quedó la sensación de que os había dejado a medias (ni siquiera a medias, bien pensado), así que ahora que la temporada está de descanso invernal hasta su regreso en unas semanas, aprovecho para comentaros lo que me han parecido estos ocho episodios.

La temporada empieza con sangre y tripas, como ya dije el mes pasado, y sigue por ese camino durante el resto de episodios. Rick y su grupo de supervivientes se ha topado con Negan (Jeffrey Dean Morgan), el malvado y degenerado líder de los autodenominados "Saviors" que tiene a todo el mundo aterrado y trabajando para él. A Rick le toca tragarse el orgullo y convertirse en su siervo para evitar que mate a nadie más, y a lo largo de estos ocho episodios vemos a distintos miembros del grupo enfrentarse a esta nueva realidad en la que ya no son libres, sino que trabajan para Negan. Por un lado, están Rick y la mayoría del grupo en Alexandria. Por otro, Maggie y Sasha en otro asentamiento que se nos presentó la temporada anterior y cuyo nombre se me escapa ahora mismo. En tercer lugar, Morgan y Carol, que han acabado en un lugar llamado "The Kingdom", y que excepto por el segundo episodio y unos minutos en el octavo, han estado ausentes esta temporada. Y por último tenemos a Daryl, a quien Negan tiene encerrado para que Rick coopere, y a quien el villano está tratando de destruir psicológicamente para poder reconstruirlo a su imagen y semejanza y añadirlo a sus filas.

Todo lo que pasa, en general, es interesante sin pasarse, y excepto por Negan, que obliga al espectador a prestarle atención gracias al excelente trabajo de Jeffrey Dean Morgan, el resto de sucesos y personajes me han dejado un poco indiferente. Es posible que sea porque siete temporadas son muchas, porque la serie se ha vuelto algo repetitiva, o porque una vez se alcanza el límite de lo tolerable en lo que a sangre y violencia se refiere se queda uno inmunizado y se sorprende uno menos, pero como ya dije el mes pasado, estoy viendo esta serie casi por inercia. Entretiene e incomoda a partes iguales, pero no siento que deba ver cada episodio en cuanto está disponible. Bueno, sí he de verlo si no quiero que me lo destripen en Internet, pero ésa, y no el interés, es la razón por la que veo los episodios en cuanto puedo. Pero vamos: que la serie está bien. Será que me he acostumbrado a ella,  por eso ha perdido parte del lustre que antes le encontraba. Recomendable, pero sin pasarse.