Me pillas en la cocina

Hoy vais a ver el cómo se hizo mi dibujo de hace un par de días, en el que Crystal y yo aparecíamos no embadurnados de harina, pero sí con las manos en la masa.

Para empezar, el haber estado leyendo Creative Illustration de Andrew Loomis hizo que cuidase la composición más de lo normal, y traté de seguir los consejos del maestro para lograr un resultado efectivo. No os voy a aburrir con los detalles, pero tras hacer varios bocetillos cutres me decanté por esta composición, y me pasé las siguientes cuatro horas haciendo el dibujo a lápiz. La siguiente fase, como siempre, fue entintarlo, tarea que me llevó otras cuatro horas de intensa atención al detalle. Una vez terminado en blanco y negro, lo escaneé, y me puse a colorearlo con mi Cintiq.

El proceso que suelo seguir para colorear en este estilo es bastante simple y se divide en dos etapas. Primero, decido de qué color quiero que sea todo, y le doy una capa de color plano para separar masas, detalles y demás. A continuación, le añado sombras a todo usando una versión más oscura de cada uno de los colores utilizados en la primera fase. Esto le da al dibujo un sabor cell-shaded o anime que me gusta bastante y que le da un aire animado que me encanta.

Una vez lo terminé todo, dejé descansar el dibujo varios días, y cuando volví a mirarlo me di cuenta de que ese ridículo frasco de color rojo que aparecía en primer plano acaparaba toda la atención y forzaba al ojo a desviarse de la parte principal del dibujo, convirtiéndose así en la estrella de la composición. ¿En qué estaba pensando cuando decidí que pintarlo de rojo era una buena idea? Sin perder ni un instante, cambié el color con rapidez, logrando así eliminar la terrible distracción.

El proceso de coloreado me llevó unas cuatro horas, con lo que la ilustración en total me costó doce, pero visto lo mucho que a Crystal le gustó, el tiempo invertido valió la pena sin ningún tipo de duda. ¡Espero que el tiempo invertido en leer esta entrada la valga también!

Con las manos en la masa

Aquí tenéis el dibujo que hice para mi querida esposa con motivo de nuestro cuarto aniversario, y que algunos de vosotros ya pudisteis ver el pasado 26 de marzo en Facebook. Como a Crystal le encanta nuestra cocina, me esforcé al máximo para reproducirla en el dibujo: los colores, los armarios, el horno, las cortinas, y hasta los trapos y demás detalles menores son fieles a sus contrapartidas reales, algo que me encanta hacer. Reproducir lugares reales con un aspecto de dibujo animado siempre me hace pasar un rato de lo más agradable, aunque algunas veces mi obsesión por el detalle hace que me complique la vida más de lo necesario.

Como dato curioso, señalaré que la camisa que Crystal lleva puesta fue uno de los regalos que le hice ese mismo día, aunque cambié los colores para que encajase mejor en el dibujo; y que esa misma noche nos inspiramos en el dibujo e hicimos tortilla de patatas para cenar. El allioli, sin embargo, no pudimos hacerlo porque no teníamos suficiente aceite, pero la intención es lo que cuenta. Y otra curiosidad: Crystal hace allioli frecuentemente, pero no tenemos ese típico mortero amarillo (ni el batidor de huevos que sujeto yo en el dibujo).
En fin. Espero que os guste, y que estéis interesados en el cómo se hizo, que podréis leer en un par de días.

Al despertar

Before I Go to Sleep cuenta la historia de Christine (Nicole Kidman), una mujer que sufre un tipo de amnesia similar al que vimos en Memento: cada vez que se despierta por la mañana, olvida todos los sucesos de los últimos años, y tiene que empezar de cero. Para ayudarla en tal ardua tarea, Christine cuenta con su marido (Colin Firth) y su médico (Mark Strong), pero Christine pronto se da cuenta de que no todo es lo que parece, y que sin duda hay gato encerrado.

Sin ser nada del otro mundo, Before I Go to Sleep me tuvo entretenido la hora y media que dura, y me sorprendió varias veces con giros inesperados y sorpresas bien calculadas. Si no la habéis visto, os animo a que lo hagáis, que no tiene desperdicio. ¡Cuatro estrellas desmemoriadas!

El maestro ilustrado

El otro día terminé por fin de digerir Creative Illustration, el legendario libro escrito e ilustrado por Andrew Loomis que trata, como su nombre indica, de ayudar a los artistas a mejorar en distintas áreas, y los anima a probar y practicar distintos medios y técnicas para potenciar su creatividad. El libro es un tomo enorme repleto de buenas ideas y mejores consejos, y Loomis prueba ser un profesor eficaz y apasionado además de un artista magnífico cuyas ilustraciones dejan al lector sin aliento.
Loomis habla de la línea, los tonos y valores, luces y sombras, color, composiciones, y una decena de cosas más que resultarán tan interesantes como indispensables a cualquier artista, e ilustra todos sus conceptos con brillantes piezas tanto a color como en blanco y negro que por sí solas bien justificarían comprar el volumen. Una delicia visual, que además viene repleta de agudas observaciones avaladas por la experiencia y fama del artista. ¡Una lectura tan amena como instructiva!

Divergente

Hace unos días tuve la mala idea de quedarme a ver Divergente, adaptación del libro del mismo nombre que está arrasando en cines y librerías por igual entre el público femenino. Y me hace gracia porque es más de lo mismo: una chica monilla (por decir algo) que en un futuro apocalíptico es la salvadora de su sociedad... Os suena,  ¿verdad?

Pues sí: son unos Juegos del hambre, pero todavía más chorra si cabe. Y no es que esté en contra de las protagonistas femeninas que reparten caña y se ponen el peso del mundo sobre sus hombros. Tenemos grandes heroínas del cine con historias, y sobre todo con personajes que evolucionan correctamente hasta llegar a donde están: Sarah Connor pasa de dulce camarera a guerrillera; Ellen Ripley en la segunda entrega de Aliens se sale; pero estas niñatas estúpidas que de repente son capaces de cargarse a todo el mundo no son nada creíbles, más bien todo lo contrario: son lamentables. Pero es lo que vende hoy entre las quinceañeras, que al parecer son las que leen, y hay que dar al público lo que quiere.

Comentaría algo de la película, como la trama o lo que fuese, pero sinceramente no merece la pena.

He puesto una pequeña comparativa entre las chicas de los 80 y las nuevas....

Ya me decís qué os parece si la veis; pero mejor no la veáis.

Cosas de casa

Protagonizada por Jason Bateman, This Is Where I Leave You es sin duda un dramedy, una de esas películas que mezcla drama y comedia a partes iguales, y que cuenta con un montón de caras conocidas en el reparto.
La historia comienza cuando Judd Altman (Bateman), un tipo normal que trabaja en un programa de radio, vuelve a casa después del trabajo y pilla a su mujer en la cama con su jefe. Dolido y sorprendido, Judd necesita tiempo y soledad para hacerse a la idea, pero eso es algo que el destino no le va a dejar tener, ya que la repentina muerte de su padre lo obliga a viajar a casa de su madre (Jane Fonda) y reunirse con sus hermanos (Tina Fey, Corey Stoll y Adam Driver), que no se llevan precisamente bien entre ellos. Precisamente por eso, respetar la última voluntad de su padre y estar en la casa con su familia por siete días se convertirá en un auténtico desafío no sólo para Judd, sino para el resto de la familia, con resultados tan cómicos como inesperados.
This Is Where I Leave You es la típica película amena para pasar un rato agradable un sábado por la tarde, y seguro que os gusta si os sentáis a verla. ¡De lo más recomendable!

Primera clase

Este dibujo lo hice en el aeropuerto Charles deGaulle en París el día que Crystal y yo íbamos a pasar una semana en Valencia con un grupo de estudiantes hace unos meses. Debido al cambio de hora, el jetlag, y la desorientación espacio-temporal que viajar en avión supone, no estoy completamente seguro de que este boceto fuera nocturno, y es posible que el sol brillara fuera del aeropuerto, pero era sin duda bien temprano por la mañana y yo apenas había dormido en el avión, con lo que lo voy a considerar como boceto nocturno para poder ponerle la etiqueta.
En cuanto al dibujo en sí, Crystal y yo habíamos estado fantaseando sobre cómo debían ser los asientos de primera clase en el avión, y de lo deliciosa que debía ser la comida que le dan a la gente que paga precios (más) desorbitantes por volar en primera clase. En esta fantasía, cada pasajero tenía su propia mesa hibachi y un par de diminutos cocineros japoneses te preparaban las delicias asiáticas que tenías a bien pedir. Si algún día acabo volando en primera clase, ya os diré si las cosas en verdad son así, o incluso mejores. ¡Espero que os guste!

El abogado y el juez

En The Judge, Robert Downey, Jr. interpreta a Hank Palmer, un abogado de éxito que, al regresar a su pueblo para el funeral de su madre acaba viéndose envuelto en un caso inesperado: la defensa de su padre, el juez Joseph Palmer (Robert Duvall), que está acusado de asesinato. Sin embargo, el hecho de que padre e hijo se lleven a matar, y que las relaciones entre Hank y sus dos hermanos no sean precisamente todo lo amigables que podrían ser hacen que las cosas se vuelvan mucho más complicadas de lo que cabría esperar.

Como ya os podréis imaginar, ambos Roberts bordan su papel y nos regalan una película intensa, entretenida, y de lo más interesante. Si queréis saber cómo acaban las cosas, no lo dudéis y alquilad The Judge, que os hará pasar dos horas y media fenomenales. ¡Cinco estrellas judiciales!

El despertar de la Fuerza

Vaya pinta tremenda que tiene el nuevo tráiler de The Force Awakens. ¡Esta película va a ser fantástica!

Atrapados en el Olimpo

Trapped, la quinta entrega de las Crónicas del Druida de hierro escritas por Kevin Hearne, es una novela tan entretenida y de ritmo tan frenético como las tres primeras de la serie. Si recordáis, la cuarta aventura de Atticus no acabó de gustarme tanto como las anteriores, y fue por eso que dejé pasar cosa de un año antes de continuar con la serie, pero hay que ver lo que me ha gustado.

Trapped comienza doce años después de los sucesos narrados en Tricked, el cuarto libro de la saga, con lo que Granuaile, la aprendiz de Atticus, ha pasado de ser una principiante a estar preparada para el ritual que la convertirá en la primera nueva druida sobre la faz de la Tierra en más de mil años. Sin embargo, y como ya os imaginaréis, los múltiples enemigos que Atticus se ha ido haciendo a lo largo de sus correrías no van a dejar que el Druida de hierro se pueda concentrar en lo que tiene que hacer, y los ataques y distracciones son tan constantes como implacables.

Como en los otros libros anteriores, Atticus y su perro Oberon hacen gala de un gran sentido del humor, y los diálogos y puyas son hilarantes a lo largo del libro. Si a esto le añadimos una trama interesante y un montón de situaciones bien ideadas, el resultado es una novela que se lee con placer y de un tirón, y que resulta de lo más amena. ¡De lo más recomendable!

Perdiendo el norte

Después de más de dos años sin ir al cine con mi mujer, la semana pasada fuimos a ver la única película en cartel que podríamos disfrutar ambos.

Perdiendo el norte es una comedia ligera española bastante entretenida que se descojona de los jóvenes españoles que han ido a Alemania a buscarse la vida dándoselas de sobrados porque tienen muy buena preparación, pero que no conocen el idioma.

Como en todas las comedias, se dan situaciones absurdas, mezcladas con algo de drama y con un buen final.
Los secundarios son lo mejor de la película, ya que el protagonista (Yon González) es lo más soso que ha parido madre. Entre ellos destaca José Sacristán, pero claro: es que este hombre es un actorazo.

La verdad es que al no esperarme nada bueno de ella, Perdiendo el norte me hizo pasar un muy buen rato. Recomendable.

Enemigo mío

Protagonizada por Jake Gyllenhaal, Enemy es una de esas películas raras que te hace preguntarte qué demonios ha pasado una vez terminas de verla. Basada en El hombre duplicado de José Saramago, la película, tal y como se presenta y si se toma al pie de la letra, nos muestra la vida de Adam Bell, anodino profesor universitario, y cómo le cambia la vida cuando se ve a sí mismo en una película que está viendo en casa. Tras investigar un poco, Bell descubre que su doble es un actor canadiense llamado Anthony Claire, a quien llama por teléfono para conocer en persona y comprobar que, efectivamente, parecen ser gemelos separados al nacer. Excepto porque ambos saben que no tienen hermanos. A partir de ahí, la película discurre por derroteros más o menos imprevistos, y aunque se comprende bien y se sigue con facilidad (difícil no hacerlo dada la lentitud a la que todo se desarrolla), algunas escenas extrañas aquí y allá llevan al espectador a preguntarse, una vez llegan los títulos de crédito, si hay que aceptar la historia que se nos ha contado así, tal cual, o si por el contrario hay un significado oculto que le da más sentido a los extraños sucesos que se nos han narrado. Internet está llena de teorías sobre el verdadero significado de la historia, pero dejaré que veáis la película primero, y luego podemos comentar de qué va. Una película lenta pero interesante, que si bien no voy a recomendar encarecidamente, sí pienso que vale la pena ver. ¡Ya me diréis si estáis de acuerdo!

Piloto ovejero

Como ya sabéis, mi perro Bentley es tan inteligente como habilidoso, y en este boceto en particular lo vemos demostrando sus dotes de piloto. Como los últimos bocetos que os he enseñado, éste lo hice durante una reunión larga y tediosa, y ojalá hubiera podido subirme en el aeroplano y escapar del aburrimiento soberano al que mis jefes me sometieron, pensando sin duda que era una buena idea. ¡Afortunadamente, logré mantenerme entretenido!

Esta casa es una locura

En Housebound, Kylie Bucknell (Morgana O'Reilly) es sentenciada a ocho meses de arresto domiciliario tras dinamitar un cajero automático, y la joven delincuente no tiene más remedio que acceder a cumplir su condena en casa de su madre (Rima Te Wiata), con quien no se habla desde hace tiempo. Los roces no hacen sino aumentar día tras día, pero cuando fenómenos paranormales empiezan a suceder, ambas mujeres comienzan a reparar su relación para sobrevivir y averiguar qué demonios está pasando.

Aunque el resumen del párrafo anterior hace pensar que Housebound es la típica película de miedo, lo cierto es que esta producción neozelandesa es más comedia que terror, y la cinta resulta cómica y divertida de principio a fin. Si os apetece reíros un rato y daros un par de sustos al mismo tiempo, echadle un vistazo a Housebound, que os hará pasar un par de horas entretenidas.

Y los sueños, sueños son

Las Navidades pasadas me hice con el segundo volumen de Sueños, la miniserie escrita por D.P. Filippi e ilustrada por Terry Dodson. Como hacía siete años que me había leído el primer volumen, decidí releérmelo antes de degustar esta segunda entrega porque, como ya os podréis imaginar, de mucho precisamente no es que me acordara.

La historia que se nos presenta en el primer tomo es sencilla pero interesante: la joven Coraline llega a una gigantesca mansión para encargarse de un muchacho que vive allí. Dicho chavalillo es un genio inquieto que no deja de inventar máquinas para distintos propósitos, y que hace lo que le apetece dada la patente ausencia paternal. Ésa es la parte normal. La parte más fuera de lo común es que, cada noche, Coraline tiene unos sueños de lo más reales en los que, en distintos escenarios fantásticos, siempre acaba perdiendo la ropa y teniendo que huir de las atenciones amorosas del machote de turno. Obviamente, algún tipo de relación existe entre los sueños, el señorito de la casa, y sus criados, pero ni Coraline ni el lector saben muy bien de qué se trata, y la historia permanece rodeada de misterio. Esto, unido a las tremendas ilustraciones de Dodson, y al color que a éstas le añaden su esposa Rachel y Rebecca Rendon, hacen que el primer volumen de Sueños, subtitulado Coraline, sea una lectura estupenda y una delicia visual.

El segundo y último tomo, subtitulado Celia, continúa la historia donde la dejó el primero: con Coraline teniendo sueños tan vívidos como eróticos, y sin que la joven sepa muy bien qué pasa. Y de repente, todo lo que no pasó en el primer volumen de la serie sucede en el segundo, y es ahí cuando esta miniserie dejó de parecerme fascinante. Vayamos por partes.

Lo primero son las ilustraciones de Dodson. Al parecer, esta segunda entrega se publicó cuatro o cinco años después de la primera, pero los dibujos están menos trabajados que en el tomo anterior, y se nota que Dodson tuvo que hacerlo deprisa y corriendo. Obviamente, no sé lo que pasó, y comprendo que el artista es uno de los dibujantes más ocupados y solicitados del momento. Encontrar tiempo para este proyecto personal mientras dibujaba series mensuales para Marvel debió ser dificilísimo, y comprendo que tardase varios años en terminar estas páginas. Sin embargo, dado que tuvo tantos años para dibujarlas, ¿cómo es que gran parte de las viñetas muestran trazos apresurados y no tan precisos como suele ser normal en los dibujos del autor? Es probable que, cualquiera que fuese el plazo que le dieron para dibujar este tomo, lo tuvo que ir retrasando por lo que fuera (otros plazos de entrega, sin duda), y al final tuvo que hacerlo deprisa y corriendo. Aun así, los dibujos están muy bien, pero comparados con los de la primera entrega, desmerecen bastante. A eso hay que añadirle el coloreado, que no tiene ni tanto volumen ni parece tan trabajado como en el primer tomo. Es posible que sea debido a que la única colorista en esta entrega es Rachel Dodson, y que el aporte de Rendon en el primer volumen fuera lo que realmente me llamó la atención en el coloreado del mismo. Sea como fuere, tanto los dibujos como el color me gustaron menos en este segundo tomo, lo que es una lástima.

Por desgracia, la historia de este Celia tampoco me resultó ni la mitad de interesante que la de Coraline. De nuevo, parece que se hiciera con prisas, pues si bien el primer volumen es lento, pausado, y se toma su tiempo para mostrarnos el mundo en el que se desarrolla la trama, en este segundo tomo todo pasa rápido y los sucesos se amontonan unos sobre otro. Y eso por no decir que me pasé la práctica totalidad del tebeo preguntándome quién demonios era la Celia titular, detalle este que no se aclara hasta bien entrados en el tomo, y que me dejó bastante mal sabor de boca por la forma en que se me había ocultado información, pero bueno.

Como ya he dicho un par de veces, no sé nada del cómo se hizo esta miniserie, ni de por qué se tomaron las decisiones que se tomaron, pero personalmente parece que la historia fuera a ser más larga, y que en algún momento posterior a la publicación del primer volumen, cuando las páginas de Dodson no llegaban, el guionista, el editor o quien fuese decidiera que mejor acortaban la serie y resolvían la trama en el segundo tomo, o si no jamás iban a terminar de publicarla. Pero no lo sé: puede que todo estuviese planeado para que la historia se narrase en dos volúmenes, y yo me esté imaginando cosas.

En resumen: Coraline me pareció excelente, pero Celia me resultó más bien mediocre, con lo que, en general, no puedo sino decir que Sueños no está mal, pero no es nada del otro mundo. Una lástima, porque podría haber sido mucho mejor. Si algún día leéis esta serie, no dudéis en decirnos qué os parece.

Menudo día

Alexander and the Terrible, Horrible, No Good, Very Bad Day es una comedia familiar graciosa y entretenida que, sin ser nada del otro mundo, hace al espectador pasar un rato agradable riéndose con las desventuras de la familia del titular. Protagonizada por Steve Carell y Jennifer Garner, Alex nos presenta a los Cooper y lo que les pasa en un nefasto día en el que nada les sale bien a ninguno de los seis. Y lo de que "nada les sale bien" es un eufemismo, pues las catástrofes se suceden una a otra con hilarantes e impredecibles resultados. Así pues, si os apetece ver una comedieta simpática para toda la familia, echadle un vistazo a este día terrible, que no sólo os hará pasar un buen rato, sino que os hará sentiros afortunados al no tener que pasar por lo que ellos pasan. Pobrecitos.

Entrenando a un caballero

Aquí tenéis tres partes del proceso que seguí para hacer el dibujo que os enseñé ayer. En primer lugar podéis ver el dibujo a lápiz. Hay algunas partes que no están muy bien definidas porque pensaba rematarlas a tinta, ahorrándome así tiempo y esfuerzo, pero se puede ver que dejé el dibujo bien atado a lápiz antes de ponerme con la tinta. En la segunda imagen podéis ver cómo empecé a entintar el conjunto. Para no liarme, comencé por el elemento en primer plano (Ángel y el dragón), después pasé a Nash y su montura, y después continué con el fondo, hasta terminarlo todo tal y como se puede apreciar en la tercera imagen. Curiosamente, cuando lo coloreé, seguí el proceso inverso: empecé por el fondo y me fui acercando hasta el primer plano.

¡Espero que os guste!

Caballeros en el bosque

Aquí tenéis el dibujo que hice para felicitarles el cumpleaños tanto a nuestro querido co-blogueador Nash como a su hijo Ángel. Como sé que a ambos les gustan las armaduras y la fantasía, decidí vestirlos de caballero y darles unas monturas un tanto especiales. Y es que, ¿quién querría montar a caballo si pudiera montar a dragón? Pues eso.
El dibujo lo hice a lápiz y tinta primero, y lo coloreé en mi Cintiq más rápidamente de lo que pensaba que iba a hacerlo. Aun así, la ilustración completa me llevó varias horas, pero el resultado quedó bastante simpático, y espero que os guste. Mañana, el cómo se hizo.

Te sigue

El domingo pasado, Crystal y yo fuimos al cine a ver It Follows, una estupenda película de miedo escrita y dirigida por David Robert Mitchell. La protagonista de este inquietante film es Jay (Maika Monroe), una joven que, tras un encuentro sexual en el coche con un mocete que le hace gracia, descubre que dicho galán le ha contagiado una peculiar enfermedad de transmisión sexual: una criatura sobrenatural que camina incesantemente hacia ella con la intención de matarla en cuanto la alcance. Lenta pero segura, esta criatura no para ante nada ni nadie, y lo único que Jay parece poder hacer es correr más rápido que ella para ganar tiempo y poder idear un plan.
Con esta sencilla premisa, David Robert Mitchell nos regala una película intensa, perturbadora y de lo más efectiva que no puedo recomendaros lo suficiente. Si os gustan las películas de miedo fuera de la norma y razonablemente originales, echadle un vistazo a It Follows, que bien vale la pena. ¡Cinco estrellas terroríficas!