Las Navidades pasadas me hice con
el segundo volumen de
Sueños, la
miniserie escrita por D.P. Filippi e ilustrada por Terry Dodson. Como
hacía siete años que me había leído
el primer volumen, decidí releérmelo antes de degustar esta segunda entrega porque, como ya os podréis imaginar, de mucho precisamente no es que me acordara.
La historia que se nos presenta en el primer tomo es sencilla pero interesante: la joven Coraline llega a una gigantesca mansión para encargarse de un muchacho que vive allí. Dicho chavalillo es un genio inquieto que no deja de inventar máquinas para distintos propósitos, y que hace lo que le apetece dada la patente ausencia paternal. Ésa es la parte normal. La parte más fuera de lo común es que, cada noche, Coraline tiene unos sueños de lo más reales en los que, en distintos escenarios fantásticos, siempre acaba perdiendo la ropa y teniendo que huir de las atenciones amorosas del machote de turno. Obviamente, algún tipo de relación existe entre los sueños, el señorito de la casa, y sus criados, pero ni Coraline ni el lector saben muy bien de qué se trata, y la historia permanece rodeada de misterio. Esto, unido a las tremendas ilustraciones de Dodson, y al color que a éstas le añaden su esposa Rachel y Rebecca Rendon, hacen que el primer volumen de
Sueños, subtitulado
Coraline, sea una lectura estupenda y una delicia visual.
El segundo y último tomo, subtitulado
Celia, continúa la historia donde la dejó el primero: con Coraline teniendo sueños tan vívidos como eróticos, y sin que la joven sepa muy bien qué pasa. Y de repente, todo lo que no pasó en el primer volumen de la serie sucede en el segundo, y es ahí cuando esta miniserie dejó de parecerme fascinante. Vayamos por partes.
Lo primero son las ilustraciones de Dodson. Al parecer, esta segunda entrega se publicó cuatro o cinco años después de la primera, pero los dibujos están menos trabajados que en el tomo anterior, y se nota que Dodson tuvo que hacerlo deprisa y corriendo. Obviamente, no sé lo que pasó, y comprendo que el artista es uno de los dibujantes más ocupados y solicitados del momento. Encontrar tiempo para este proyecto personal mientras dibujaba series mensuales para Marvel debió ser dificilísimo, y comprendo que tardase varios años en terminar estas páginas. Sin embargo, dado que tuvo tantos años para dibujarlas, ¿cómo es que gran parte de las viñetas muestran trazos apresurados y no tan precisos como suele ser normal en los dibujos del autor? Es probable que, cualquiera que fuese el plazo que le dieron para dibujar este tomo, lo tuvo que ir retrasando por lo que fuera (otros plazos de entrega, sin duda), y al final tuvo que hacerlo deprisa y corriendo. Aun así, los dibujos están muy bien, pero comparados con los de la primera entrega, desmerecen bastante. A eso hay que añadirle el coloreado, que no tiene ni tanto volumen ni parece tan trabajado como en el primer tomo. Es posible que sea debido a que la única colorista en esta entrega es Rachel Dodson, y que el aporte de Rendon en el primer volumen fuera lo que realmente me llamó la atención en el coloreado del mismo. Sea como fuere, tanto los dibujos como el color me gustaron menos en este segundo tomo, lo que es una lástima.
Por desgracia, la historia de este
Celia tampoco me resultó ni la mitad de interesante que la de
Coraline. De nuevo, parece que se hiciera con prisas, pues si bien el primer volumen es lento, pausado, y se toma su tiempo para mostrarnos el mundo en el que se desarrolla la trama, en este segundo tomo todo pasa rápido y los sucesos se amontonan unos sobre otro. Y eso por no decir que me pasé la práctica totalidad del tebeo preguntándome quién demonios era la Celia titular, detalle este que no se aclara hasta bien entrados en el tomo, y que me dejó bastante mal sabor de boca por la forma en que se me había ocultado información, pero bueno.
Como ya he dicho un par de veces, no sé nada del
cómo se hizo esta miniserie, ni de por qué se tomaron las decisiones que se tomaron, pero personalmente parece que la historia fuera a ser más larga, y que en algún momento posterior a la publicación del primer volumen, cuando las páginas de Dodson no llegaban, el guionista, el editor o quien fuese decidiera que mejor acortaban la serie y resolvían la trama en el segundo tomo, o si no jamás iban a terminar de publicarla. Pero no lo sé: puede que todo estuviese planeado para que la historia se narrase en dos volúmenes, y yo me esté imaginando cosas.
En resumen:
Coraline me pareció excelente, pero
Celia me resultó más bien mediocre, con lo que, en general, no puedo sino decir que
Sueños no está mal, pero no es nada del otro mundo. Una lástima, porque podría haber sido mucho mejor. Si algún día leéis esta serie, no dudéis en decirnos qué os parece.