Aguas procelosas

Gracias a nuestro querido Nash, el otro día tuve ocasión de leer The City of Shifting Waters, escrito por Christin Pierre y dibujado por Jean-Claude Mézières. Este cómic de ciencia-ficción que Nash me regaló para mi cumpleaños es el primer volumen de las aventuras de Valerian y Laureline, y en él conocemos a los dos protagonistas y el mundo en el que viven. Valerian y Laureline son algo así como policías del tiempo, y en esta aventura tienen que viajar desde su natal siglo XXVIII hasta el año 1986 para pararle los pies a un criminal que se ha fugado y que quiere cambiar la historia del mundo. Este año es significativo porque, en la mitología del cómic, fue el año en que la Tierra se fue al garete y la Edad Oscura comenzó. Por tanto, cuando Valerian y Laureline llegan a Nueva York, encuentran la ciudad inundada debido al derretimiento de los casquetes polares, y la mayoría de la población desaparecida. Sin embargo, los pocos supervivientes con que se cruzan se aseguran de hacerles la vida imposible, y de interferir con su misión todo lo que pueden.

The City of Shifing Waters es un cómic de lo más entretenido, y aunque los años se le notan un poco (fue publicado originalmente en 1970), se lee con rapidez y con agrado. En algunos momentos ciertos eventos resultan demasiado convenientes para los protagonistas, pero la cantidad de obstáculos a que se enfrentan hacen que, en general, las balanza termine equilibrada. En lo que a las ilustraciones se refiere, debo decir que no me parecieron magistrales, pero los dibujos son muy expresivos y narran la acción de forma más que competente. Eso sí: el dibujante debe ser fan de Jerry Lewis, porque el científico que los protagonistas conocen en 1986 se le parece pero muy mucho. ¿Será, acaso, el mismísimo profesor chiflado? Si queréis averiguarlo por vosotros mismos, ¡no tenéis más que haceros con este cómic y echarle un vistazo!