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Wednesday, May 11, 2016

Cabestros y mastuerzas

Desde hace más de veinte años, cada domingo Javier Marías escribe un artículo de opinión para el periódico (bueno, para el suplemento del mismo), y cada dos años dichos artículos se recopilan en un estupendo libro que siempre me aseguro de comprar. El último hasta la fecha, que recoge los artículos publicados desde febrero de 2013 hasta febrero de 2015, se titula Juro no decir nunca la verdad, título que, como es habitual, viene de una de las piezas recopiladas en su interior.

Este volumen es igual a los anteriores, lo que quiere decir que es un brillante ejemplo de la agudeza e inteligencia del autor. Como siempre, Marías señala injusticias, denuncia excesos, y cuestiona leyes y medidas enloquecidas, y lo hace argumentando con claridad e inteligencia, aportando datos, precedentes, citas y comparaciones. Él siempre dice que el raro y el lerdo debe de ser él, pero eso no es así: Marías es lúcido, elocuente, y cabal. Sensato, coherente, y dispuesto a señalar todo lo que a sus ojos se hace mal. Y no podría estar más de acuerdo con lo que señala. Leer los excesos neofranquistas y los abusos sistemáticos a los que el gobierno somete a sus ciudadanos me hace hervir la sangre tanto como a él. Las barbaridades que se nos quieren colar, los recortes de libertad y derechos, y las medidas injustas a que se somete al pueblo me enfurecen sobremanera. La desfachatez y las mentiras ni siquiera disimuladas son una vergüenza, y me alegro de que haya alguien como Marías dispuesto a denunciarlas domingo sí y domingo también. Él siempre dice que comprende que sus artículos no van a cambiar nada, pero que no puede dejar de escribirlos porque los culpables deben al menos señalarse, y no le falta razón. Y espero que no deje de escribirlos, porque es siempre un placer (aunque me ponga de mal humor) ver que hay alguien que no se calla, alguien que no traga, alguien que no tira la toalla y continúa llamando a las cosas por su nombre. Y que lo hace, además, a través de una prosa exquisita con una riqueza léxica que ya quisieran muchos para sí.

Pero no todo es política y denuncia social. Marías alterna estas piezas con otras de tono más distendido (artículos "de tregua", los llama) en las que habla sobre cine, actores, fútbol (su gran pasión), literatura, y otros intereses y aficiones. Leer estos artículos es también siempre un placer (hasta los de fútbol, y mira que a mí dicho deporte no me interesa lo más mínimo), y nos permiten conocer al autor un poco más.

Si nunca habéis leído ningún artículo de Marías, sus piezas dominicales se publican aquí semanalmente, pero siempre saben a poco. Lo que tenéis que hacer es comprar uno de los libros recopilatorios (como este mismo del que os he hablado hoy), y leerlo de principio a fin. Marías os hará sonreír, enfurecer, pensar, y reflexionar, y enriquecerá tanto vuestro léxico como vuestra mente. Como todos sus libros de artículos anteriores, Juro no decir nunca la verdad es una joya, y me ha dejado con ganas de que se publique ya el siguiente. ¡Espero que nunca deje de escribir!

4 comments:

Nash said...

Pues si este nuestro querido país gobernado por una autentica chusma, ladrona y encima sin ningún tipo de pudor o vergüenza da para escribir muchos artículos. Lo triste es que la oposición no es mucho mejor ya que donde gobiernan estas otras formaciones los robos, saques y despilfarros son también la norma eso y meter a toda la familia en cargos.
Lo más preocupante es que viendo que cuando se cambia de gobierno se van todos a la calle están cambiando de técnica y ahora se crean plazas de funcionarios específicamente para ellos con lo que no nos libramos de estas sabandijas ni cuando hay nuevas elecciones.
Y para colmo de males la gente sigue votando a esta panda de saqueadores, que están hundiendo nuestro país, recortando en sanidad ya que ellos con sus seguros privados no tienen que hacer colas, o en educación ya que ellos llevan a sus hijos a colegios privados donde no hay masificación y les sobran los medios....
Pero bueno espero que algún día paguen como se merecen por sus crímenes... aunque viendo como tienen comprada a la justicia no pasara en breve.
Donde esta el castigador cuando se le necesita...

Mario Alba said...

Jajaja. Acabaría agotado de tanto repartir. Supongo que la versión española debería llamarse Paco Castillo, jajaja.

Pero sí: las cosas no podrían estar peor, y siempre pagan los mismos, y los culpables no sólo se van de rositas, sino que se dejan la vida solventada. Grrr...

Nash said...

jajajaaj Paco Castillo me parto.

Mario Alba said...

:)