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Wednesday, August 24, 2016

Los personajes como centro

Escrito por Sara King, Fortune's Rising es el primer libro de la serie de ciencia-ficción Outer Bounds. La novela describe precisamente lo que indica su título: el comienzo de la rebelión del planeta Fortuna, o más concretamente, los eventos que en ella culminan. Dicha rebelión estalla debido al abuso a que la Coalición (el gobierno galáctico, parece) somete al planeta, pues Fortuna es el único lugar en que se encuentra la Yema, una sustancia producida por unas extrañas criaturas subterráneas que los pobres habitantes del planeta se ven obligados a extraer de las minas.

La historia se nos presenta a través de varios personajes: Magali y su hermana Anna, prisioneras obligadas a trabajar en las minas de Yema; Doberman, un robot que poco a poco va cobrando conciencia; la capitana Tatiana Eyre, que pilota lo que parece un Mecha japonés; los gemelos Patrick y Milar, que se cuentan entre los cabecillas de la rebelión; y Joel, un legendario contrabandista atrapado en las minas de Yema. A lo largo de la novela, los caminos de estos personajes se cruzan, haciendo que la historia avance... más bien poco.

La verdad es que no sé qué pensar de este libro, y mira que sus casi seiscientas páginas me dieron tiempo para formarme una opinión. En general, no sucede mucho en lo que a la trama central de la serie se refiere. Sin embargo, la autora encuentra muchísimo tiempo para torturar (literalmente) a sus personajes, y hacerlos pasar por todo tipo de vejaciones. Esto es curioso, pues la autora, al final del libro, ofrece una nota en la que habla de cómo está harta de historias que no se centran en los personajes, y su misión para "cambiar el mundo" es escribir novelas centradas en los personajes. Querer centrarse en los personajes como fuerza narrativa me parece estupendo. El problema es que sus personajes dejan bastante que desear: no sólo son estereotipos en su mayoría, sino que además se comportan de forma inexplicable la mayor parte del tiempo. Varios ejemplos: Magali ha luchado toda su vida por no cumplir la profecía que se le hizo al nacer, y según la cual se convertirá un día en una asesina (lo que, por cierto, se cumple, y la chica termina justo así). Su hermana Anna tiene siete años pero es un prodigio capaz de hacerlo prácticamente todo. Ah, y ambas son huérfanas, por supuesto. El robot que va adquiriendo humanidad poco a poco lo hemos visto una docena de veces. La capitana piloto de Mecha pasa de estar aterrorizada a soltar bravatas y frases lapidarias en los momentos más inoportunos sin que tenga ningún sentido o case con su personalidad. Dicha capitana, por cierto, se enamora de uno de los gemelos en cuanto lo ve por primera vez (y sí: es el más malote de los dos gemelos el que le gusta, por supuesto), y se pasa casi todo el libro discutiendo con él mientras fantasea sobre cuánto le gustaría irse a la cama con él... pese a que éste la amenaza y le dice de todo menos cosas bonitas. Y ya que hablo del chico malo, no puedo sino señalar que él cambia también de estado de ánimo y prácticamente de personalidad cuando la trama lo requiere, sin que tenga ningún sentido tampoco. Y al contrabandista lo dejo estar, porque no me molestó demasiado, aunque sus cambios de humor tampoco están muy bien justificados.

O sea: que la autora me está diciendo que hay que concentrarse en los personajes, pero los que me presenta no son demasiado atractivos ni interesantes. Y el nacimiento de la rebelión no sucede hasta el mismísimo final, dejando sueltos un montón de cabos (que me imagino se irán atando a lo largo de la serie), y sin explicar absolutamente nada del mundo que nos ha presentado. De hecho, el mundo y por qué está en el estado en que se encuentra, se hallan descritos en la descripción del libro en Amazon, en el que se habla de una cultura extraterrestre desaparecida, cuyos restos tecnológicos fueron hallados por la única expedición humana que sobrevivió a la destrucción de la Tierra, y de cómo dichos supervivientes están a punto de encontrar un secreto que lleva oculto en el planeta más de setecientos años. ¿Pero qué me estás contando? Absolutamente nada de esto se menciona en el libro. De hecho, el libro no tiene nada que ver con esta descripción, que fue lo que me animó a comprarlo. No tiene ningún sentido.

El único aspecto positivo de la novela son las peripecias de los personajes, que resultan bastante amenas de leer en general, excepto por el sadismo con que la autora los trata en más de una ocasión. Por el contrario, los tristes intentos de añadir un par de escenas eróticas a la acción resultan ciertamente lamentables. Y no nos olvidemos de que, aunque pasan muchas cosas, cuando se termina el libro, uno se queda pensando en lo que ha leído, y se da cuenta de que realmente apenas sí ha pasado nada. Le voy a dar tres estrellas mineras, pues aunque varias partes no merecen más de una, hay otras que están bastante bien. Eso sí: no creo que jamás lea la segunda parte. Si vosotros lo hacéis, no dudéis en contarme cómo termina todo.

2 comments:

Nash said...

Pues si los personajes están como dices que es lo que se les da bien a las mujeres sinceramente este libro ni lo abro.

Mario Alba said...

Ni lo abras, Nash.